viernes, 27 de julio de 2018

El gesto heroico del Guardia García Navarro (1907)


La dilatada historia corporativa está plagada de gestas heroicas por parte de muchos de sus integrantes, alguno de los cuales han quedado sumidos en el anonimato, este es el caso del Guardia de Cuerpo de Seguridad Raimundo García Navarro. 


En la noche del 10 de agosto de 1907 este Guardia de la plantilla de Madrid, fue protagonista de un acto heroico que, la postre, le valió ser condecorado. 

El Ministro de la Cierva condecora al Guardia García Navarro (Actualidades)

Hallábase el Guardia de servicio en las proximidades del inmueble nº 1 de la calle Santa Ana, cuando fue alertado por las demandas de los vecinos que pedía auxilio. Dirigido rápidamente al referido lugar, observó como entre los barrotes del balcón del piso segundo del precitado inmueble se encontraba una niña de muy corta edad, corriendo el riesgo de precipitarse al vacío. 

Ante tal situación y tras comprobar que la menor se hallaba sola en casa, accedió al piso inmediato superior y desde su balcón saltó, con grave riesgo de su vida, al lugar en la que se encontraba la niña, logrando evitar su caída y sus graves consecuencias. 

La niña fue identificada como María Rodríguez Fernández, de dos años de edad, domiciliada en el inmueble del que fue salvada. 

Si aquella acción le valió la calurosa felicitación por parte del vecindario presente en el desarrollo de los hechos, con fecha 21 de marzo siguiente, una Real Orden le concedía la Cruz de la Orden de la Beneficencia. 

El Guardia García Navarro con otros condecorados del Cuerpo (Actualidades)

El acto de imposición de esta condecoración se verificó en la mañana del 10 de abril de 1908, en el frontón madrileño Jai-Alai, bajo la presidencia del Ministro de la Gobernación, Juan de la Cierva y Peñafiel, contando con la presencia del Gobernador Civil de Madrid, Marqués de Vadillo y el Coronel Elías Ortega, jefe del Cuerpo de Seguridad. 

En el frontón Jai-Alai, formaron un total de 200 Guardias del Cuerpo de Seguridad, 20 por cada una de las Compañías de la guarnición de Madrid, así como una nutrida representación de Jefes y Oficiales de la plantilla y una comisión del Cuerpo de Vigilancia. 

Antes de verificarse la imposición de la condecoración, el Ministro de la Cierva pronunció una vibrante alocución en la que puso de manifiesto el valeroso gesto del Guardia García Navarro, sin pasar por alto el hecho de que no se trata de una acción aislada ya que otros muchos miembros del Cuerpo cuelgan sobre sus uniformes distintas condecoraciones por acciones valerosas. 

La revista madrileña “Actualidades”, en su número 9, correspondiente al 16 de abril de 1908, inserta una reseña, acompañada de información gráfica, alusiva a este acto. 

En una de las fotografías recoge el momento en que el Ministro de la Cierva condecora al Guardia García Navarro, que viste con el uniforme reglamentario en 1908, con el primer modelo de casco de fieltro inglés; por su parte, en la segunda, el Guardia García Navarro, posa con un Oficial y otros Guardias de Seguridad sobre cuyos pechos cuelgan cruces de la Orden de la Beneficencia, vistiendo todos la uniformidad descrita.





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