sábado, 2 de mayo de 2020

Personal del Cuerpo de Vigilancia asesinado por las hordas del frente popular en Albacete en 1936-1939

El otro día, tuvimos la desgraciada oportunidad de escuchar a ese miserable que ocupa el puesto de Vicepresidente II del gobierno social-comunista, hacer una loa del partido comunista que, según dijo, había liberado a Europa y a España en el siglo XX, olvidando que en los últimos años del pasado siglo, países como la propia Rusia, Polonia, Hungría, Rumanía y todos aquellos que estuvieron sometidos, durante años, bajo su bota opresora y criminal, tras aquello que llamaban “el telón de acero”, se habían encargado de deshacerse de ellos, no queriendo ni tan siquiera volver a escuchar nombrar a esa ideología dictatorial que ha provocado millones de muertos en todo el mundo. 


Como recuerdo, para que se conozcan algunas de las muchas fechorías cometidas por aquellos que comulgaban con esta ideología bolchevique, vamos a referir los asesinados del Cuerpo de Vigilancia, en aquellas plantillas donde el frente popular mantuvo su poder tras el Alzamiento de julio de 1936, empezando por Albacete. 

Tras la rendición de la guarnición de Albacete, el 25 de julio de 1936, la ciudad cae en poder del frente popular, con lo que empiezan las detenciones indiscriminadas de todo el personal no afecto a su ideología totalitaria. 

En uno de los autobuses que conducía a los detenidos al campo de aviación de La Torrecilla, viajaba el Agente del Cuerpo de Vigilancia Aberlardo Martínez Martínez que fue obligado a bajar de vehículo, entregándoselo a las huestes milicianas y otros de ideología marxista, con el fin de que lo lincharan. 

A punto de perecer el Agente Martínez, consecuencia de los golpes que estaba recibiendo, fue reconocido por una prostituta, delincuente habitual, de ideología comunista, quien al grito de “aquí está el policía fascista”, colocó una pistola en la nuca del Agente. 

También fue asesinado, el 4 de enero de 1937, el también Agente de la plantilla albaceteña Octavio Rodríguez de la Vera, quien su único delito, por el que recibió un traidor tiro en la nuca, fue su ejemplar conducta profesional y la valentía demostrada ante sus captores negándose a facilitar el emplazamiento de una emisora de radio que funcionaba al servicio del Alzamiento. 

En la localidad de La Roda, sufrió igual suerte, el Agente, adscrito a la Brigada Móvil, Mariano Corralejo Puche. 

¡Dulce et decorum pro patria mori! 

Esto también es memoria histórica. 

Nota: los datos están tomados del Libro de Oro de la Policía Española, original del Comisario Comín Colomer.


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