martes, 26 de mayo de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Inspector de Policía Moisés Cosme Herrero Luengo, asesinado en Guecho (Vizcaya), por un comando terrorista, de ETA, el día 26 de mayo de 1985. Los hechos se produjeron al mediodía, cuando el inspector, acompañado de su hijo, acababa de comprar un periódico en un kiosco próximo a su domicilio. Fue sin duda, uno de los asesinatos más espeluznantes de la banda de sicarios asesinos marxistas y anti españoles, que llenaron, durante casi cincuenta años, las calles de España, de sangre, terror, destrucción y muerte de inocentes. No pueden ser ahora blanqueados, ni quedar impunes. Ni olvido, ni perdón. 

A las doce y media del mediodía, dos individuos jóvenes, bien vestidos, descendieron de un coche en marcha, marca Renault- 12 de color azul, se acercaron al inspector de policía y sin mediar palabra alguna le dispararon dos tiros en la cabeza. El inspector Herrero resultó muerto en el acto. Los dos jóvenes autores del atentado, se subieron inmediatamente al coche azul, matrícula BI 6774-L y se dieron a la fuga por las calles de Algorta, en dirección al barrio bilbaíno de Fadura. 

Inspector Moisés Cosme Herrero Luengo

El hijo del inspector, un niño de tres años de edad, que fue testigo del atentado contra su padre, a quien acompañaba de la mano, salió corriendo despavorido, mientras el cuerpo de Moisés Cosme Herrero se desplomaba en el suelo, en un charco de sangre. Anduvo más de una hora vagando, entre sollozos y en medio de una crisis de nervios, por las calles de Algorta, hasta que pudo ser localizado por miembros de la Policía y por algunos vecinos de la localidad, en una calle bastante alejada del lugar de los hechos. En su lenguaje, y entre sollozos, el niño sólo repetía "han matado a mi papá, han matado a mi papá". 

El asesinato se produjo en el cruce entre la avenida de Algorta y la calle de Alanco, a pocos metros de la gasolinera Goñi, uno de los enclaves más transitados de Algorta, especialmente los domingos. Además, ese día, salía del centro de la localidad, una carrera ciclista para aficionados de la comunidad autónoma vasca. 

En el lugar del atentado, la policía encontró dos casquillos de bala marca FN, calibre 9 milímetros parabellum, munición que habitualmente utilizaba ETA-m en sus atentados. Algunos testigos del asesinato, aseguraron que uno de los autores iba armado con una pistola, tenía unos 28 años de edad o quizá algo menos, era alto, de pelo moreno y vestía una zamarra de color marrón y pantalones claros. Pocos minutos después del atentado, miembros de la Guardia Civil, localizaron el vehículo en que huyeron los miembros del comando autor del asesinato, en la calle Villa Ondueta de Algorta, cerca del lugar de los hechos. Efectivos del equipo de desactivación de explosivos de la Policía Nacional, inspeccionaron el vehículo en el lugar donde fue encontrado, a fin de determinar si había algún artefacto colocado en su interior. 

El juez de instrucción ordenó el levantamiento del cadáver de Moisés Cosme Herrero, que se encontraba cubierto con una manta, en una acera de la calle Alango, donde se produjo el atentado, y posteriormente, fue trasladado al depósito del Hospital Civil de Basurto (Bilbao). 

Moisés Cosme Herrero, había salido de su casa, situada en las proximidades del lugar del atentado, momentos antes de que se produjera éste. Acompañado de su hijo, se dirigió a un kiosco a comprar el periódico. Después pensaba acercarse paseando a la Comisaría de la Policía Nacional de Algorta (Guecho), situada a unos 150 metros del lugar de los hechos. En el momento en que abandonaba el kiosco, fue asesinado por los dos terroristas. 

El inspector de policía asesinado, tenía 28 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Anteriormente había sido Policía Nacional. Residía en el País Vasco desde el mes de diciembre de 1982 y desde hacía un año estaba destinado en la Comisaría de Algorta 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 



1 comentario:

  1. El Ministerio del Interior informó que uno de los autores de este asesinato fue Félix Ignacio Esparza Luri, si bien pese a ser detenido y extraditado no ha sido juzgado por este crimen.

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