jueves, 7 de mayo de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Inspector de Policía Fernando Llorente Roiz, asesinado en Bilbao por un comando de ETA, el día 7 de mayo de 1975. 

En torno a las once de la noche del miércoles 7 de mayo, Fernando Lorente regresaba a su casa, tras terminar su jornada laboral. Antes de subir a su domicilio de la calle Calixto Díaz, había entrado en el Bar Garrote, sito en la misma calle, y que en esos momentos estaba lleno de público que contemplaba un combate de boxeo televisado, valedero para el campeonato del mundo del peso super welter entre el español José Durán y el brasileño Oliveira. Allí se encontró con unos amigos con los que bebió dos vasos de vino. Después recogió una bota de vino que había dejado en el bar para que la arreglasen y salió en dirección a su casa. Acababa de terminar el décimo asalto del combate. Cuando el inspector Llorente iba a entrar en el portal de su casa, dos individuos le dispararon por la espalda cayendo inerme en la acera. Trasladado al Hospital de Basurto, Fernando Llorente, fallecería, minutos después, en la unidad de reanimación del centro hospitalario. 

Inspector Fernando Llorente Roiz

Fernando Llorente Roiz, de 51 años, era natural del pueblo santanderino de Villanueva de Villaescusa. Había ingresado en el Cuerpo General de Policía veintisiete años antes. Estuvo destinado un año en Valladolid, regresando después a Bilbao, donde permaneció en distintas secciones de la Jefatura Superior. Primero en la Brigada de Orden Público 091, donde llegó a ocupar el puesto de Jefe de Sala de la misma Brigada. En 1966 había pasado a la sección del Documento Nacional de Identidad, a petición propia y debido a problemas de salud ya que tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica de vesícula. Estaba casado con Icíar Ortueta Ozamiz, hija de un afamado corredor de motos de los años 40, Javier Ortueta, y tenía tres hijas. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 

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