domingo, 8 de mayo de 2016

Hombreras del uniforme de Jefes y Oficiales del Cuerpo de Seguridad (1908-1931)

Desde 1884, en la reglamentación que prescribe la uniformidad de los Jefes y Oficiales del Arma de Infantería, se hace referencia a las hombreras con cordonadura dorada colocadas en las guerreras; en las sucesivas disposiciones que se publican al efecto se insiste en la colocación de este tipo de aditamentos que constituyeron un elemento diferenciador en la uniformidad del personal de los empleos citados.


De igual modo, en cuanta normativa se va dictando relativa a la uniformidad de Jefes y Oficiales del Cuerpo de Seguridad se señala que tal o cual prenda se ajustará o será idéntica a la "usada por los Jefes y Oficiales del Arma de Infantería", lo que nos permite poder describir los uniformes del Cuerpo basándonos en los reglamentados para la Infantería.

Hombrera del Cuerpo de Seguridad 1908-1931 (colección de Simón Javier Iglesias Andrés)

La Cartilla de uniformidad de 1887 señala, al referirse a la guerrera, señala: "La que llevan los Jefes y Oficiales de Infantería, con botonadura, cordones de hombreas y divisas blancas; cuello todo negro, con las iniciales “CS” entrelazadas. Los botones llevarán también a los lados del escudo de armas las letras “CS”".


La hombrera de cordón trenzado se reglamenta para la Infantería en el Reglamento de octubre de 1908 constituyendo una de las novedades introducidas en la uniformidad. 

Por su parte, la Cartilla de uniformidad de 1908 y los sucesivos Reglamentos y normas dictadas para el Cuerpo de Seguridad aluden, en todos los casos, a esta coincidencia a la hora de referirse a las hombreras de las que señalan que serán blancas, es decir de hilo de plata.

El reglamento fallido de 7 de diciembre de 1908 indica, a la hora de referirse a las hombreras que "formará cada una de las hombreras una plancha de metal de forma rectangular, de 35 mm. de ancho, forrada de paño verde oscuro, sobre la que se extenderá un trenzado de doble cordón de plata laminado de 4 mm. de diámetro, adaptándose el todo a la guerrera por medio de dos enganches de metal".



Días después, el 18 de diciembre, se publica un nuevo Reglamento que anula el anterior y que a la hora de referirse a las hombreras señala: "Formará cada una de las hombreras una plancha de metal de forma rectangular, de 35 mm. de ancho, forrada de paño azul turquí, sobre la que se extenderá un trenzado de doble cordón de plata laminado de 4 mm., adaptándose el todo a la guerrera en forma análoga a las hoy en uso".

En 1920, el Reglamento de Vestuario y la Cartilla de uniformidad subsiguiente, refiere que las hombreras serán "como las reglamentarias en el Ejército, de plata, debiendo usarse en invierno y verano".

Creemos que las hombreras trenzadas, en el uniforme de verano, se suprimen con motivo de las modificaciones dictadas en 1922 que establecen un nuevo uniforme estival que, en cualquier caso, no hace mención expresa a las hombreras; algo que no sucede en el dictado en 1925 que si ya especifica que en el uniforme veraniego serán del mismo paño que el resto de la prenda.

José Eugenio Fernández Barallobre,

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