domingo, 12 de abril de 2020

El asesinato del Comisario Santiago Martín Báguena

Nacido en Catellón, el 14 de octubre de 1883, Ingresa por oposición en el Cuerpo de Vigilancia el 13 de enero de 1908, pasando destinado a Madrid.

En el escalafón cerrado a 30 de abril de 1908, figura con el número 462, de la categoría de Agentes.

Comisario Jefe Santiago Martín Báguena (internet)

Con antigüedad del 1 de septiembre de 1927, asciende a Comisario de 2ª clase, y, con fecha 1 de enero de 1930, es promocionado al empleo de Comisario de 1º.

Con el empleo de Comisario de 1ª Clase, en cuya categoría ostenta el nº 15 del escalafón publicado en 1930, trabaja activamente, a las órdenes del General Mola, en su época de Director General de Seguridad, en la Brigada de Investigación Social, actuando contra el terrorismo anarquista y de la extrema izquierda, causante de atentados y asesinatos en aquellos años.   

Con el advenimiento de la II República, con fecha 31 de mayo de 1933, es separado del servicio y jubilado; sin embargo, una disposición de 7 de febrero de 1935, ordena que se le reintegre al servicio activo, dejando sin efecto su jubilación, ordenando, igualmente, que se le reintegre al puesto en el escalafón que le correspondería caso de no haber sido separado el servicio.

Un Decreto de 31 de mayo de 1935 (Gaceta del 1 de junio), lo nombra Jefe Superior de Policía de Madrid y, por Orden de 10 de julio de ese mismo año, se le asciende, con antigüedad del 24 de junio anterior, al empleo de Comisario Jefe.

Con fecha, 30 de mayo de 1936, el gobierno del frente popular, decreta su separación del servicio, su detención y encarcelamiento en la prisión modelo de Madrid, por desafección al régimen nacido tras las fraudulentas elecciones que dieron el triunfo a la coalición de izquierda y extrema izquierda que conduciría, finalmente, a la guerra civil.

El Comisario jefe, figura de gran prestigio en la Policía, padeció, a lo largo de su carrera, muchas penalidades por su recto proceder. lo que no impidió que fuese fiel a su juramento como integrante del Cuerpo de Vigilancia, hasta su asesinato el 22 de agosto de 1936.

En aquella jornada del 22 de agosto, cuando las hordas milicianas de la extrema izquierda asaltaron la prisión modelo de Madrid, con la excusa de realizar registros a los presos de carácter político allí confinados desde antes del inicio del Alzamiento Nacional, separaron a varios de ellos, trasladándolos a un patio interior; entretanto, con el apoyo de los milicianos, los presos comunes fueron puestos en libertad.

Autoametralladora "Bilbao" del Cuerpo de Seguridad, en la puerta de la prisión Modelo de Madrid (internet)

En ese instante, se produjo un incendió en la leñera de la prisión de la que, presos comunes y milicianos, culparon a los presos de derechas, lo que justificó que, desde una ametralladora situada en una azote, se hiciese fuego indiscriminado contra todos los que se encontraban en el patio, muriendo seis de ellos y dejando heridos a otros veinte.  

Después, desalojaron de sus celdas a treinta y dos presos más, debidamente seleccionados entre militares, policías, republicanos de derechas y falangistas, y tras robar sus enseres personales, los confinaron en los sótanos, sin formación de causa alguna, fueron vilmente asesinados. Entre ellos, se encontraba el Comisario Jefe Santiago Martín Báguena.

Fue una acción, perfectamente coordinada y programada, no en vano los periódicos marxistas "5º Regimiento", en su edición del 5 de agosto, y "Octubre", en la del 17 siguiente, ya exigían el fusilamiento de los más de "1.000 fascistas", encarcelados en las prisiones de Madrid.

Con fecha 17 de mayo de 1940, el Boletín Oficial del Estado, deja sin efecto el acuerdo de la Junta Superior de Policía de 30 de mayo de 1936, reintegrándolo al servicio activo hasta el momento de su muerte.

Finalmente, una Orden de 5 de mayo de 1943, lo declara, a todos los efectos como "muerto en campaña".

Pro patria mori, eternum vivere.

Por supuesto, que los que ahora se dedican a reescribir la historia, han tratado de manchar la imagen de este gran Policía, tildándolo de golpista y de informador secreto para la causa nacional, si bien, casi ninguno habla de su vil y traidor asesinato a manos de las hordas marxistas que, armados hasta los dientes, asaltaron, ante la práctica pasividad de los responsables del Ministerio de la Gobernación, la cárcel modelo de Madrid, donde asesinaron a todos aquellos que no pensaban como ellos.

Esta también es memoria histórica de la Policía Española.

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