lunes, 13 de julio de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Policía Nacional Manuel Francisco García San Miguel, asesinado en Sopelana (Vizcaya), por un comando de Eta el día 13 de julio de 1983. 

A las nueve menos cuarto de la mañana del 13 de julio, ETA asesinaba a tiros en las inmediaciones de la estación del ferrocarril de la localidad vizcaína de Sopelana al Policía Nacional adscrito al parque móvil de la comisaría de Guecho, Manuel Francisco García San Miguel, cuando regresaba a su domicilio tras acabar su servicio como conductor de un coche celular del 091. 

Policía Manuel Francisco García San Miguel

Manuel, vestido de paisano, se dirigió a la estación de Guecho para coger el tren de la línea Bilbao-Plencia con destino a la localidad costera vizcaína de Sopelana, donde vivía con su familia desde hacía dos meses. Era un trayecto de apenas cinco kilómetros. A las 8.45 horas, una vez apeado del tren y cuando se dirigía hacia su domicilio en la calle Zubike, dos jóvenes se le acercaron por la espalda y le dispararon dos tiros en la cabeza, provocándole la muerte casi en el acto. Cuando estaba ya en el suelo, los terroristas lo remataron con un tercer disparo. Manuel quedó tendido en el suelo, en mitad de un gran charco de sangre. En el lugar fueron hallados tres casquillos marca SF, calibre 9 milímetros parabellum, munición habitualmente utilizada por ETA Militar. 

Manuel Francisco García San Miguel era natural de Guitiriz (Lugo). Poco menos de un año antes había sido destinado a la agrupación de conductores de Bilbao y estaba adscrito al parque móvil de la comisaría de Guecho. De 27 años, estaba casado con Milagros Fernández y tenía una hija, que había nacido poco antes de ser asesinado. 

A día de hoy, los asesinos del Policía Nacional Manuel Francisco García San Miguel se desconocen y por supuesto no han sido juzgados. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!!

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