miércoles, 1 de julio de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al subinspector del Cuerpo Nacional de Policía Pedro Domínguez Pérez y al Oficial Luis Claraco López, miembros de los TEDAX, asesinados por ETA, el 1 de julio de 1991, en Villaverde, Madrid. 

Hacia las diez y cuarto de la noche del 1 de julio un paquete-bomba hacía explosión en la empresa Express Cargo, en el polígono industrial de Villaverde (Madrid), causando la muerte en el acto a dos artificieros de la Policía Nacional, el subinspector Pedro Domínguez Pérez y al Oficial Luis Claraco López. Un tercer miembro de los Tedax, el también Policía José Luis Jiménez Barrero, resultó gravemente herido. Permaneció clínicamente muerto dos días más, falleciendo el 3 de julio. 

Subinspector Pedro Domínguez Pérez

El paquete, con unos siete kilos de explosivo, había sido enviado desde Valladolid por Gráficas Jotasu, domiciliada en la calle Ángel García, número 7, de Valladolid, a un alto cargo del Ministerio de Justicia, que anteriormente había ocupado el puesto de subdirector general de Personal de Instituciones Penitenciarias. El paquete llegó el 27 de junio al Ministerio y los servicios de seguridad no pudieron comprobar su contenido por verse todo opaco a través del escáner. Tenía unas dimensiones de 40 centímetros de largo, 15 de grosor y 20 de ancho. 

El paquete fue catalogado como "incidencia" y trasladado a la nave de Express Cargo, en la calle de San Cesáreo del barrio de Villaverde, tras ser rechazado en la sede del Ministerio de Justicia, sito en la calle de San Bernardo. Una llamada anónima recibida el día primero de julio en la delegación de Express Cargo en Aranda de Duero (Valladolid), advirtió de que en algunas de sus dependencias en Madrid había un paquete bomba. 

Oficial de Policía Luis Claraco López

Localizado el envío, fue avisada la Policía, que envió al equipo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) que llegaron a la empresa sobre las seis de la tarde y adoptaron todo tipo de precauciones, según una nota emitida con posterioridad por la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los funcionarios policiales utilizaron un robot para desplazar el paquete y cebaron el bulto en dos ocasiones. Los agentes tenían órdenes expresas de sus superiores de no arriesgar nada en su labor de desactivación. Después de varias horas de trabajo, sobre las 22:15 horas, y cuando parecía que todo estaba controlado, el paquete hizo explosión, alcanzando al subinspector de los grupos TEDAX Pedro Domínguez Pérez y a los oficiales Luis Claraco López y José Luis Jiménez Barrero. Los dos primeros ingresaron, muertos en la residencia sanitaria Doce de Octubre, y el tercero quedó clínicamente muerto. El artefacto tenía una trampa consistente en un doble detonador y estalló cuando los artificieros intentaban desactivarlo manualmente. La explosión fue muy fuerte y la onda expansiva derrumbó 35 metros cuadrados del tejado de la nave. 

El funeral por el alma del oficial de la Policía Nacional Luis Claraco, tuvo lugar en la parroquia de San Francisco de Linares, al que asistieron unas quinientas personas, además del delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Garrido, y de mandos provinciales de la Policía Nacional y Guardia Civil. 

De igual forma al funeral por el alma del sub inspector Pedro Domínguez, celebrado en su pueblo natal de Forfoleda, asistieron varios centenares de vecinos y de otros pueblos de la comarca, que tributaron una cerrada ovación en recuerdo del servidor del orden asesinado, entre vivas a España y la Policía Nacional. 

Pedro Domínguez Pérez, subinspector de la Policía Nacional de 45 años, era natural de Forfoleda (Salamanca), donde fue enterrado. Estaba casado y tenía tres hijos. 

Luis Claraco López, de 39 años, era natural de Linares (Jaén). Estaba casado y tenía tres hijos. 

En el año 2014, tuvo lugar en Linares, un merecido homenaje al oficial de Policía Luis Claraco, realizado por agentes de la Policía Nacional, adscritos a la provincia de Jaén, en recuerdo del compañero asesinado en Madrid por ETA. También la Corporación Municipal de Linares, se sumó a ese reconocimiento y le dedicó a Luis Claraco una calle con su nombre. 

Un monolito y un ciprés recuerdan desde el año 2016 a los policías Pedro Domínguez Pérez, Luis Claraco López y José Luis Jiménez Barrero, en el barrio madrileño de Villaverde Alto, cerca de donde cayeron muertos, hacía 25 años, al explotar la bomba que trataban de desactivar, enviada por ETA al Ministerio de Justicia. 

"Asesinados por la banda terrorista ETA el 1 de julio de 1991 por defender nuestra democracia, derechos y libertades. Que la memoria llene el presente de dignidad con nuestro agradecimiento. Vecinos y vecinas de Villaverde y pueblo de Madrid", reza la placa colocada en la rotonda, en la que confluyen las calles San Cesáreo y San Erasmo, en el polígono en el que fallecieron los agentes. La Junta Municipal de Distrito de Villaverde aprobó, a propuesta del PP y con el apoyo de todos los grupos la colocación del monolito, 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 

1 comentario:

  1. Josè Luis Urrusolo Sistiaga fue condenado a penas que suman 119 años de cárcel como cooperador necesario en el atentado que costó la vida a los tres policías. Sin ser autor director averiguó las direcciones para que otros miembros de la banda, (aún hoy desconocidos), realizaran el envío de los paquetes bomba.

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