martes, 27 de octubre de 2020

El colmo de la desvergüenza

Hemos sabido por alguno de los medios de comunicación no afectos al régimen social-comunista, que el Ministerio del Interior pretende reutilizar los uniformes asignados, en su día, a personal policial que cambia de situación administrativa, con el fin de que los hereden los de nuevo ingreso.

Esto nos recuerda aquellas épocas de penuria económica en que los hermanos más pequeños de una familia numerosa, heredaban la ropa de sus hermanos mayores cuando a estos ya no les servían.

Esta medida, sin duda arbitraria, amparada por lo que ellos llaman "uso eficiente de los recursos económicos disponibles", provocará que la imagen de la Policía se deteriore y regresemos a aquellos tiempos de principios del siglo XX, en que los policías se presentaban ante la sociedad como un conjunto de individuos desastrados, que más provocaban lástima que respeto. 

Parece inaudito que en la España del siglo XXI, lleguemos a tener que recurrir a tales medidas por la negligencia de este malvado gobierno. Sin embargo, se permite que una podemita, como la directora del Instituto de la Juventud, un cáncer que mina a todos nuestros jóvenes con mensajes y consignas nacidas de podemos, cobre 78.000 e. al año, por no hacer nada y teniendo como único bagaje profesional ser amiga del macho alfa y haber trabajado para él en su chiringuito televisivo, financiado por regímenes "democráticos" como Irán o la Venezuela de Maduro.

Lo primero que tienen que hacer estos comunistas de nuevo cuño es cerrar los chiringuitos ecologistas, animalistas, feminazis, lgtb, Ongs y demás afines, eliminándoles las sustanciosas subvenciones que reciben con dinero de todos los españoles y así poder vestir dignamente a nuestro policías que esos sí, constituyen un servicio público de primer orden.

¡Vergonzoso! 

   

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