Nuestro buen amigo y compañero, el Inspector Jefe Benigno Roca Lodeiro, nos remite una curiosa noticia aparecida en el diario coruñés "El Anunciador", en su edición correspondiente al 11 de abril de 1895, para más datos, Jueves Santo.
La noticia, fechada en Madrid, lleva por título "Un Guardia ratero" y narra las andanzas y vicisitudes del Guardia de Seguridad nº 199 de la plantilla de Madrid.
Al parecer, este Guardia, suponemos que vistiendo el uniforme reglamentario, se apostó, sin que tuviera servicio ni cometido alguno asignado, a las once de la mañana del Miércoles Santo, en el pórtico del aristocrático Convento de las MM. Calatravas, hora de máxima asistencia de damas al citado establecimiento religioso.
Situado en aquel lugar, el Guardia, en un gesto de galantería que, aparentemente, le honra, al percatarse de la presencia de alguna dama, recogía, con una de sus manos, el pesado cortinaje que cubría la puerta de acceso al templo, con el fin de facilitarles la entrada.
Hasta ahí, todo perfecto. Sin embargo, ahora viene la parte menos honrosa del gesto del precitado Guardia, ya que, con la otra mano, aprovechaba para introducirla en el interior de los bolsillos de las devotas damas, tratando de hacerse con lo que guardaban en su interior.
He aquí que, de repente, de uno de los bolsillos cayó al suelo un pequeño portamonedas de piel conteniendo algo en su interior, lo que llamó la atención a un Agente del Cuerpo de Vigilancia que se encontraba en las proximidades quien, al percatarse de las operaciones del Guardia, procedió a su detención y traslado a las dependencias de la Delegación de Vigilancia del Distrito de Buenavista.
Puesto este hecho en conocimiento del Coronel Morera, Inspector del Cuerpo de Seguridad, ordenó su inmediata separación del servicio.
Por su parte, en la Delegación de Vigilancia, se le instruyó el correspondiente atestado policial, siendo puesto a disposición de Juzgado de Guardia.
Es de agradecer, sin embargo, que el redactor, tuviese a bien considerar que se trata de un hecho aislado que, en absoluto, debe de ir en menoscabo del Cuerpo de Seguridad que ha probado su honradez en infinidad de ocasiones.
Para ilustrar este información, el periodista señala, que, en fechas pasadas tuvo conocimiento de un hecho que viene a ratificar lo antedicho. Un Guardia de Seguridad, encontró en la calle 1.500 ptas. -de las de 1895- y se las entregó a su legítimo dueño; al igual que, en plena calle Mayor, encontró dos billetes de a 100 ptas., y los remitió, por conducto reglamentario, al Gobierno Civil.
Pero hay más, el cronista, también relata que el pagar la nómina de los Guardias, correspondiente al mes de marzo anterior, el Capitán Acin, habilitado del Cuerpo de Seguridad, se percató de que le faltaban 150 ptas. Pues bien, al día siguiente, se le presentaron dos Guardias de Seguridad para devolverle 100 y 50 ptas., respectivamente, que habían percibido de más.
De estos gestos de honradez acrisolada, está plagada la historia de la Policía Española, una historia que un raterillo de poca monta, como el Guardia 199, no puede manchar.
Agradecemos a nuestro buen amigo y compañero, Benigno Roca, la información facilitada.
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