El Subteniente retirado de la Policía Nacional, Leopoldo García Martin, moría al recibir varios impactos de bala en la cabeza, en un atentado perpetrado a la tarde del día 17 de enero de 1981 en el alto de Miracruz, del barrio donostiarra de lnchaurrondo, de cuya autoría se responsabilizó ETA-militar.
Los hechos ocurrieron sobre las tres y media de esta tarde, cuando el subteniente de la Policía. Leopoldo García, después de apearse de un autobús caminaba por el mencionado barrio, se le acercaron unos individuos, que le dispararon, alcanzándole varios Impactos en la cabeza. Leopoldo cayó al suelo, donde fue rematado por otros disparos que le produjeron la muerte instantánea. Para la huida, el grupo terrorista, compuesto por tres personas, utilizó un automóvil Ford Fiesta Ford Fiesta, de color marrón y matrícula SS-5.744.N, que había sido sustraído a punta de pistola en la localidad guipuzcoana de Rentería. Según informó la policía, el robo fue denunciado momentos antes de producirse el atentado.
Subteniente Leopoldo García Martín |
En el lugar de los hechos se recogieron cuatro casquillos de nueve milímetros. Parabellum, marca SF. ETA-Militar se responsabilizó de la muerte del subteniente de la Policía Nacional Leopoldo García Martín, según una llamada anónima registrada a las seis menos cuarto de la tarde en le delegación del periódico “Deia”, en San Sebastián.
El comunicante señaló que en la carretera entre Oyarzún y Astígarraga, y a unos 200 metros del merendero “Txikierdi”, se encontraba atado el propietario del Ford. Fiesta de color marrón utilizado para cometer el atentado. Miembros de la policía se desplazaron al lugar y se encontraron al dueño del citado coche, al que liberaron de sus ataduras y condujeron a las dependencias policiales. El coche había sido robado a su propietario, a punta de pistola, a primera hora de la tarde de hoy, cuando se encontraba en el parking del centro comercial Mamut.
El cadáver fue trasladado en una ambulancia al cementerio de Polloe, en la capital donostiarra, donde se le practicó la autopsia.
Los funerales por el alma del subteniente se oficiaron en la parroquia de María Auxiliadora del barrio donostiarra de Inchaurrondo y al que asistieron, en un ambiente de dolor y silencio, centenares de compañeros y vecinos, así como los gobernadores civil y Militar de Guipúzcoa. Finalizado el oficio religioso, los restos mortales del subteniente García Martín, que iban cubiertos con la bandera nacional, fueron introducidos en un furgón funerario que los trasladó al cementerio de Polloe, donde en la intimidad recibió cristiana sepultura.
Por ese atentado fueron juzgados y condenados en 1983 en la Audiencia Nacional los miembros de ETA Juan María Anza Ortúñez (Jon Anza) y María Itziar Galardi Sagardia a 26 años, 8 meses y 1 día de reclusión mayor. El fiscal acusó a Anza de ser el autor material de los disparos que acabaron con la vida del subteniente
Tras cumplir veinte años de cárcel, salió de la cárcel en 2002, reincorporándose a la banda etarra ETA en 2005, instalándose en Francia y encuadrándose en el aparato exterior de la organización terrorista. En marzo del año 2009 Anza desapareció y fue encontrado muerto en una morgue de Toulouse un año después: el 12 de marzo de 2010. La propia banda asesina filtró en mayo de 2009 (cuando hacía ya dos meses que había desaparecido) que Anza tenía como misión la de correo entre las distintas estructuras de la banda asesina a las que llevaba mensajes y dinero. Su pista se perdió el 18 de abril de 2009, cuando cumplía un encargo de llevar dinero a miembros de la banda, cita a la que nunca llegó. Tenía 48 años y estaba enfermo de cáncer.
El subteniente de la Policía Nacional, Leopoldo García Martín era natural de Marbella (Málaga), estaba casado y tenía una hija. Había sido destinado al cuartel de la Policía de San Sebastián en 1943 y, aunque estaba retirado desde 1974, siguió viviendo en esta ciudad.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
Carlos Fernández Barallobre.
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