Con mucha tristeza, leemos la pretensión del gobierno actual que, en caso de que se perpetúe, va a decretar la retirada de condecoraciones a determinado número de militares simplemente por manifestar sus ideas, contrarias al pensamiento oficial del momento.
La libertad de pensamiento, de ideas, debe ser la columna vertebral de cualquier democracia, máxime en una país, como el nuestro, donde se permite que existan partidos políticos cuyo primordial objetivo es disgregar a España u otros en los que militan los seguidores de los asesinos de ETA que mataron a todos cuantos Policías, Guardias Civiles y Militares pudieron.
No vemos que se adopten las mismas medidas de retirada de honores y condecoraciones a tipos siniestros como Trapero, un pájaro que está procesado por los hechos acaecidos en Cataluña, de cuyo pecho cuelgan, entre otras, nada más y nada menos que tres Cruces al Mérito Policial con distintivo blanco y dos al Mérito de la Guardia Civil. A ese, nadie le retira nada.
Las condecoraciones, se ganan por méritos y no retiran por decreto y menos cuando aquellos que las lucimos el único delito que hemos cometido es, simplemente, no pensar como los que pretenden acabar con la transición de 1978 y volver a las dos Españas que tanto mal nos han causado.
Todas esas personas que se van a ver afectadas caso que salga adelante este dislate, ostentan sus condecoraciones tras haberlas ganado con honor, por su trabajo y entrega a España y eso es mérito más que suficiente para lucirlas con orgullo.
Todas esas personas que se van a ver afectadas caso que salga adelante este dislate, ostentan sus condecoraciones tras haberlas ganado con honor, por su trabajo y entrega a España y eso es mérito más que suficiente para lucirlas con orgullo.
Por mi parte, pongo mis condecoraciones a su disposición, Sr. Presidente.
Eugenio Fernández Barallobre,
Administrador del blog.