jueves, 21 de junio de 2018

El atentado contra la Reina Isabel II y el Cuerpo de Vigilancia (1852)

Cada vez que en España se ha producido un regicidio o un magnicidio, fuese con resultado de muerte o en grado de frustración, las miradas se dirigieron, de forma sistemática, hacia la Policía, esta es una constante que se repetirá a lo largo de la Historia de España, especialmente en el siglo XX.


Fue, precisamente, uno de estos hechos el que provocó la creación del Cuerpo de Vigilancia en sustitución del llamado de Protección y Seguridad Pública. 

El atentado contra Dña. Isabel II (internet)


El 2 de febrero de 1852 Martín Merino, “el Cura Merino”, acudió a la madrileña iglesia de Atocha con la finalidad de atentar contra S.M. la Reina Dña. Isabel II, al no poder hacerlo contra el General Narváez, Regente del Reino. Oculto, bajo el hábito talar, portaba un cuchillo. 

En aquella jornada, la Reina acudía a misa por primera vez tras alumbrar a la infanta Isabel de Borbón, conocida popularmente como “la Chata”, quien con los años fue muy querida por el pueblo español. 

Isabel II quería dar gracias por tan venturoso parto, ya que sus dos anteriores hijos habían muerto. Fue al salir del oficio cuando Merino, uno más de los sacerdotes que se encontraban en las cercanías del templo, se aproximó a la Reina, y tras inclinarse ante ella como si fuera a hacerle entrega de algún documento, le lanzó una puñalada que bien podría ser mortal de necesidad de no ser por las ballenas que armaban el corsé que vestía que, sirviendo como escudo protector, amortiguaron el golpe; la rápida actuación de la comitiva real impidió que el agresor le asestara una segunda cuchillada. 

La Reina cayó de espaldas, al tiempo que el coronel de alabarderos Manuel de Mencos se hacía cargo de la princesa recién nacida para protegerla. El resultado final fue una herida leve sufrida por la Reina. 

Ajusticiamiento del Cura Merino (1852)

Tras la detención del regicida, fue juzgado y condenado a garrote vil, siendo ejecutado cinco días después, quemado su cuerpo y sus cenizas aventadas. 

Como sucedería en otras ocasiones, este hecho produjo, además de la lógica convulsión social, una reforma en la organización policial española que dio origen al Cuerpo de Vigilancia que, con algunos cambios en su denominación, se mantendría vigente hasta 1941. 

Consecuencia de todo ello, tan solo veintitrés días después del atentado, concretamente el día 25 (Gaceta del 8 de marzo siguiente), se publicaba un Real Decreto que creaba el mencionado Cuerpo, Decreto que ya se encuentra publicado en este blog.

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