miércoles, 18 de enero de 2023

Los Bous artillados del Cantábrico (1936-1938)

Nuestro buen amigo, compañero y colaborador José Luis Calvo Pérez, nos remite este interesante artículo que reproducimos.

Por Decreto número 62, 31 de octubre de 1936 (BOE nº 27, de 11 de noviembre), mediante el cual los Jefes de las Bases Navales Principales quedan autorizados para armar buques patrulleros en el número que permitan las circunstancias actuales. Asimismo, se establece que el mando de estos patrulleros deberá recaer en un oficial del Cuerpo General, complementando la dotación con personal de la Marina Mercante, que voluntariamente quisiera permanecer en ellos, en proporción de un tercio de éstos y el resto de la Marina de Guerra voluntarios o reservistas y, a falta de éstos, con marineros ingresados por turno, más el personal necesario para servir la artillería.

Fotografía de D. Félix Ozámiz Rodríguez como Capitán de Corbeta. Sobre el pecho luce la Medalla Militar Individual y en la manga izquierda, por encima de la divisa de empleo, la insignia de la Medalla Naval colectiva

Como consecuencia del Decreto anterior, varios de los barcos de pesca de Asturias, Santander y Vascongadas, que al principio de la guerra tenían su base en Ribadeo, fueron intervenidos para ser utilizados en acciones de guerra naval en aguas del Cantábrico, pasando desde entonces a formar parte de la 1ª Flotilla de Bous del Cantábrico.

El mando de estos buques, así como sus dotaciones, estaban formadas por oficiales del Cuerpo General y marinería de la Armada, con marinos mercantes, voluntarios falangistas que embarcaron a última hora, así como artilleros para el manejo de la artillería.

El buque insignia de la 1ª Flotilla de Bous del Cantábrico basada en Ribadeo lo constituía el “Tritonia”, antiguo patrullero de la marina imperial alemana construido en 1916 en los astilleros Klavitzer de Danzing. Al término de la 1ª Guerra mundial, como consecuencia del Pacto de Versalles, fue entregado a Francia, que lo bautizó con el nombre de “Loti”. En 1928 fue adquirido por un armador de Santander, que más tarde lo vendió a otro de San Sebastián. En 1936 se encontraba faenando en Galicia, quedando desde entonces incorporado a la marina nacional con su antiguo nombre, siéndole pintado en las amuras para su identificación las letras “TA” (Tritonia). El buque fue artillado en El Ferrol, dotándosele con dos cañones, uno Vickers y otro Nordenfelt, así como una ametralladora antiaérea de 20 mm.

Una vez artillado se nombra como comandante del mismo al teniente de navío D. Félix de Ozámiz Rodríguez, fijando su base de operaciones en Ribadeo. Asimismo, entre sus tripulantes se encontraba como marinero vountario D. Tomás Sanchez-Barcáiztegui, uno de los hermanos menores del laureado comandante del “Galicia”.

El “Tritonia”, que desplazaba 269 toneladas y 10,5 nudos de velocidad, resultando por tanto muy marinero. Ha sido uno de los primeros barcos que entró en servicio como apoyo a la vigilancia de la costas cantábricas, así como dar escolta y protección a los buques de guerra superiores que operaban en el Cantábrico desempeñando misiones concretas subordinadas a las operaciones terrestres (crucero “Almirante Cervera” y destructor “Velasco”, a los que más tarde se unió el acorazado “España 2”). En 1938, tras la finalización de las operaciones navales en el Cantábrico, es desarmado y devuelto a su propietario.

Además del “Tritonia” la 1ª Flotilla de Bous la constituían los siguientes buques:

“Denis”, al mando del teniente de navío D. Manuel Aldereguía.

“Virgen del Carmen”, teniente de navío D. Javier Quiroga y Posada. El 3 de diciembre su tripulación de voluntarios vascos se subleva y reduce a sus oficiales e introduce el barco en el puerto de Bilbao, entregando a sus prisioneros a las autoridades. El comandante Quiroga y el teniente jefe de máquinas fueron juzgados y sentenciados a muerte, siendo posteriormente fusilados. El buque, ahora con el nombre de “Donostia”, queda incorporado a la marina vasca, en la que sirvió hasta el final de la guerra, tras la cual se traslada a Burdeos, en donde queda internado hasta su recuperación por la España nacional.

“Txit-Ona”, teniente de navio D. Manuel Seijo. Este buque, tras avería sufrida en el casco, es reemplazado por el ”Ciriza número 4”.

“Juan Ignacio”, teniente de navío D. Antonio Díaz Pache.

Remolcador “Argos”, teniente de navío D. Ramón Liaño.

Remolcador “Galicia”, al mando del alférez de navío D. Federico Sánchez-Barcáiztegui. Toma parte en las inmediaciones del Cabo Peñas (Asturias) en el hundimiento del submarino republicano “B-6”, acción por la que su comandante, el alférez de navío D. Federico Sánchez-Barcáiztegui, recibe la Cruz Laureada de San Fernando.

Medalla Militar Colectiva concedida a las dotaciones de la Flotilla de Bous del Cantábrico (Colección particular)


En el mes de septiembre se incorporan a la flotilla el “Santa Bárbara” y el “Juan Mary” : en octubre el “Santa Urbana” y en noviembre se agrega el “Fantástico”,en cuya dotación figura como marinero voluntario, D. Marcial Sánchez-Barcáiztegui, otro de los hermanos menores del laureado comandante del remolcador ”Galicia”.

Como apoyo logístico a la flotilla de bous se destinan a Ribadeo un buque-aljibe y otro carbonero.

El 9 de septiembre de 1957 con el objeto de perpetuar la gesta de la 1ª Flotilla de Bous del Cantábrico con base en Ribadeo, por iniciativa de D. Francisco Maseda García, a la sazón alcalde de Ribadeo, tiene lugar la solemne inauguración de un monolito erigido en honor de los hombres que, con su arrojo y sacrificio, formaron distintas las tripulaciones de los bous, que muchos ignoran y otros, por mor de la “memoria histórica”, han tratado de olvidar.

El monolito permaneció hasta el año 2008, en que fue demolido, en el Parque de San Francisco de Ribadeo. Tenía forma de pirámide escalonada de unos dos metros de altura. En él figuraban, colocados en cada uno de sus laterales, el escudo nacional del Águila de San Juan, el escudo de Ribadeo, la Cruz de Santiago y una inscripción en letras de bronce alusiva a la “escuadra de bous”.

Cerramos estas líneas con una de las estrofas del himno de los bous: “Es del mar, absoluta señora, la valiente flotilla de bous”.

Con los buques pesqueros anteriores, habilitados de forma apresurada por las autoridades del Departamento de El Ferrol como patrulleros artillados, se organiza una flotilla de bous con dotaciones improvisadas, compuestas de falangistas, requetés, estudiantes y voluntarios de muy distintas procedencias, fueron lanzados a la mar con sus escasos medios, desempeñando las funciones, servicios y acciones de guerra más diversos. La labor desarrollada por estos bous, cuya falta absoluta de capacidad militar fue compensada por el valor y entusiasmo demostrado por sus respectivas dotaciones fueron realmente extraordinarios. La Flotilla Continuó prestando sus meritorios servicios en el Cantábrico hasta la caída del frente Norte en octubre de 1937.

La fuerte personalidad de su primer Jefe, el teniente de navío D. Félix Ozámiz Rodríguez que, valerosamente secundado por los comandantes de los buques, supo inculcar a las dotaciones un gran espíritu y entusiasmo, dando ejemplo constantemente de gran valor y despreciando peligros y fatigas consiguió, con tan escasos medios, los magníficos resultados obtenidos durante la dura campaña.

Por todo lo anterior, la Flotilla de Bous de Ribadeo bien merece el tributo que la Patria agradecida consagra a sus héroes.

Así pues, por Decreto de 5 de abril de 1940 (BOE nº 105, de 14 de abril), por los inestimables servicios prestados a la Patria, de conformidad con lo informado por el Consejo Superior de la Armada, a propuesta del Ministro de Marina y previa deliberación del Consejo de Ministros, se concede la Medalla Militar individual al Capitán de Corbeta don Félix Ozámiz Rodríguez como premio a los relevantes servicios prestados durante el tiempo que, como Teniente de Navío, mandó la Flotilla de Bous del Cantábrico. Asimismo, se concede la Medalla Militar colectiva a los comandantes y dotaciones de los buques que compusieron la Flotilla de Bous del Cantábrico.

José Luis Calvo Pérez.

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