martes, 29 de septiembre de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Policía Nacional Juan Pedro González Manzano, asesinado por ETA, en Irún (Guipúzcoa), el día 29 de septiembre de 1989. 

Minutos después de las siete de la tarde del día 29 de septiembre la banda terrorista ETA asesinaba en Irún (Guipúzcoa) al Policía Nacional Juan Pedro González Manzano mediante una bomba colocada debajo del asiento del conductor de su coche particular. La bomba hacia explosión cuando el funcionario policial entraba con su coche en el cuartel del Cuerpo Nacional de Policía de Irún, junto al antiguo hospital asilo en la parte vieja de la ciudad, y se disponía a aparcar el vehículo en el patio del acuartelamiento. Juan Pedro falleció en el acto. 

Policía González Manzano


El artefacto explosivo había sido colocado en los bajos del coche del agente dos días antes en Basauri. Así lo reconoció la banda asesina en el comunicado de reivindicación del atentado publicado por el diario Egin el 17 de octubre. Sin embargo, el dispositivo de iniciación falló, por lo que Juan Pedro llevó durante cuarenta y ocho horas la bomba sin percatarse de ello. Los turnos que realizaba el agente le habían permitido que el día anterior a su muerte se encontrase en Basauri, lugar en el que, según todos los indicios, fue colocado el artefacto. El vehículo fue conducido por el policía por las calles de Bilbao y, el día de su asesinato, por la autopista Bilbao-Behobia, donde recorrió muchos kilómetros, y por diversas zonas de Irún. Finalmente, la bomba se activó de forma espontánea cuando entraba en el cuartel de la ciudad fronteriza. 

La explosión, que causó la muerte del policía, se produjo en torno a las 19.15, en el momento en el que Juan Pedro González Manzano entraba en el patio del cuartel de la Policía Nacional en Irún y cuando éste se encontraba aparcando el automóvil. En medios policiales se pensó en un principio que la bomba había sido accionada con mando a distancia; sin embargo, se pudo comprobar posteriormente que esta hipótesis era errónea, dado que horas después de la explosión ETA avisó de que en Basauri se encontraba un coche con un artefacto que no había hecho explosión y que estaba circulando. Concretamente en la central de la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Vizcaya, a las 0.32 del 30 de septiembre se recibió una llamada en nombre de ETAm en la que se comunicaba que en Basauri, en la zona de Pozokoetxe, había un R-14 de color rojo con matrícula de Murcia y cuya letra final era O con un artefacto que no había explotado. Los datos coincidían con los del vehículo de Juan Pedro González. 

El cadáver de Juan Pedro González Manzano, recibió sepultura en el cementerio de de la localidad murciana de Espinardo, tras un acto religioso al que asistieron la práctica totalidad de los vecinos de la pedanía de El Puntal, donde Juan Pedro había nacido hacía 33 años. 

Juan Pedro González Manzano, casado y con una hija de corta edad, residía en la localidad vizcaína de Basauri y estaba destinado por un mes como agregado a la frontera hispano francesa de Irún. Le faltaban dos días para regresar a su destino en la Jefatura de Policía de Bilbao. Anteriormente, había estado destinado en el Gobierno Civil de Vizcaya, donde efectuó labores como guardaespaldas del anterior gobernador civil, Iñaki López. Un hermano de Juan Pedro, también policía nacional, contó que sólo le quedaban tres días de servicio en el País Vasco antes de que lo trasladasen a su nuevo destino en la localidad murciana de Molina de Segura. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 

1 comentario:

  1. José Luis Martín Carmona, (alias Koldo), fue quien hizo el seguimiento de los hábitos del agente de Policía. Fernando del Olmo Vega confeccionó el artefacto explosivo que acabó con su vida. Ambos, junto a Inmaculada Pacho Martín, fueron condenados a penas de 28 años de prisión por este asesinato.

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