La bellaquería y miseria de estos social-comunistas que llevan a España a la ruina, se puso una vez más de manifiesto cuando el presidente se atrevió, con rostro compungido y triste, a lamentar la muerte voluntaria en la cárcel del cobarde asesino etarra, Igor González Sola, quien se suicidó en fechas pasadas
Este canalla, fue uno de los viles asesinos de Miguel Angel Blanco cuyo único delito consistió en no pensar como la banda criminal vasca y sentirse español en una tierra tan hispana como las Vascongadas.
Curiosamente, ese sentimiento de profundo pesar se lo transmitió a un senador de EH-Bildu, uno de los grupos que apoyan a los social-comunistas. Normalmente, el pésame por el fallecimiento de alguien se transmite a su familia, allegados o miembros de un mismo colectivo. ¿Tiene esto algún significado?
Sepa presidente que de no haber existido muchos indeseables como el tal González Sola, hoy muchas familias de buenos españoles, que sí merecen su pésame, no tendrían que llorar la muerte, a traición y por la espalda, de alguno de sus miembros y cuando hablamos de familias nos referimos también a colectivos como la Policía, la Guardia Civil, las Fuerzas Armadas, los partidos políticos -entre ellos el que representa el presidente- y las españolas en general.
Ha sido penoso e indignante escuchar esas palabras que tan solo sirven para retratar a quien las ha pronunciado, haciendo que se pierda todo respeto hacia su persona.
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