miércoles, 16 de septiembre de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Policía Nacional Pablo Sánchez César, asesinado en Urnieta (Guipuzcoa) por un comando de Eta el 16 de septiembre de 1983. 


A las 7:55 horas del viernes 16 de septiembre, el Policía Nacional Pablo Sánchez César, de 24 años de edad y natural de Badajoz, era asesinado en un atentado perpetrado por tres jóvenes, cuando se encontraba en el apeadero de la Renfe, en la localidad guipuzcoana de Urnieta. Los hechos se produjeron hacia las diez de la mañana. 

Policía Pablo Sánchez Cesar

El policía Nacional, vestido de paisano, se encontraba en el apeadero de la estación esperando el tranvía para dirigirse, como todos los días, a su puesto de trabajo en el acuartelamiento de Aldapeta, de la capital donostiarra. Tres jóvenes, que actuaron a cara descubierta, se acercaron a Pablo Sánchez armados con subfusiles automáticos. El Policía Nacional se dio cuenta de la intención de los jóvenes y, en un acto reflejo, intentó protegerse en el interior del edificio de la estación. Los terroristas no le dieron tiempo; descargaron sus armas contra él, sin permitirle sacar su arma reglamentaria y repeler la agresión. 

Varias personas que se encontraban en ese momento en el apeadero esperando al tranvía fueron testigos del hecho y pudieron ver perfectamente a los tres miembros del comando y cómo se daban inmediatamente a la fuga en un taxi de color blanco, Seat 131, matrícula SS-7843-N, en el que les esperaba una cuarta persona. Como consecuencia de los disparos, el Policía Nacional resultó muerto en el acto. Varios impactos le alcanzaron en la cabeza. Sin embargo, un miembro del grupo se acercó a la víctima tendida en el suelo y lo remató de forma fría, sanguinaria y calculada. El cadáver, tendido en un charco de sangre, presentaba siete impactos en la cabeza y abdomen. 

Pablo Sánchez César, era natural de Badajoz tenía 24 años, estaba casado con Amalia García Mora y tenía una hija de un año. Se encontraba destinado en el acuartelamiento de Aldapeta desde 1980 y residía en Urnieta con su familia y sus suegros. Amalia y su hija fijaron su residencia en el pueblo cacereño de Hoyos tras el asesinato de Pablo. En Hoyos recibió cristiana sepultura Pablo Sánchez César. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 


1 comentario:

  1. Jesús María Zabarte Arregui y José Antonio Pagola Cortajarena, miembros del comando Donosti de ETA, fueron condenados a 29 años de prisión por este asesinato.

    ResponderEliminar