martes, 6 de diciembre de 2016

Los sucesos del 28 de febrero de 1919 en Madrid

La ciudad y una buena parte de España vivía, aquellos días, una situación de clara agitación social con huelgas en determinados sectores de la producción; una buena prueba de ello era la que mantenían los obreros y patronos del sector de la panificación que, entre otras cosas, provocaba la negativa a despachar este producto de primera necesidad en tahonas y despachos.


Aquella situación, además del incremento de los costes de los productos básicos, que se venía arrastrando de días atrás llegó a su punto álgido en la jornada del 28 de febrero cuando grandes grupos de ciudadanos, especialmente mujeres y jóvenes, residentes en los llamados barrios bajos de Madrid, comenzaron a concentrarse y recorrer calles y plazas de los Distritos de Latina, Inclusa y Hospital, lanzando gritos y consignas contra los panaderos.

Lectura del Bando de declaración de estado de guerra por una Unidad militar

En este ambiente de crispación, las turbas, asaltaron varias tahonas quemando todos sus enseres en grandes hogueras hechas en la calle. Igualmente, la furia popular, llevó al asalto de diversas tiendas de ultramarinos de las que sustrajeron alimentos y efectos.

Estos hechos se prolongaron a lo largo del día y de la noche, viéndose en la necesidad de emplear efectivos del Cuerpo de Seguridad, a pie y a caballo, que por la mañana lograron contener a las masas pero que por la tarde, con el incremento de los desórdenes, hubo que reforzar con efectivos de la Guardia Civil que conjuntamente lograron disolver a los manifestantes produciéndose un gran número de detenciones.

La gravedad de la situación provocó que alrededor de la una de la tarde fuese declarado del estado de guerra. El Bando del Capitán General de la 1ª Región, Teniente General de Aguilera y Egea, fue leído, con el protocolo habitual, ante el Ministerio de la Gobernación, con una Compañía, con Banda y Música, del Regimiento de Infantería León nº 38, de la guarnición de Madrid, formada con el arma presentada entre aclamaciones del público allí concentrado. 

Inmediatamente Madrid quedó ocupada por las fuerzas militares acantonadas en Vicálvaro, Getafe, Carabanchel y Aranjuez.

Al día siguiente el orden quedó restablecido y garantizado el suministro de pan bajo la vigilancia de parejas del Cuerpo en las más de 220 tahonas existentes en Madrid.

Los daños ocasionados en la jornada anterior fueron cuantiosos como también lo fue el número de detenidos y de heridos entre la población civil.

Una idea aproximada de la virulencia de la jornada la da el número de heridos que, entre los efectivos del Cuerpo, generaron aquellos graves desórdenes:

1ª Compañía:
Guardia 2º Santiago Yagüe Romero
Guardia 2º Francisco Pérez Marcote

2ª Compañía:
Guardia 2º Fernando Margolles Morena
Guardia 2º Julián Zamora Esteban
Aspirante Antonio Abellán Cánovas

5ª Compañía:
Guardia 2º Cecilio Iglesias Machicado

7ª Compañía:
Cabo Juan Guerrero Medina
Cabo Juan Romero Montes
Guardia 1º Nazario Tajo Fernández
Guardia 2º Emilio García Corrocher

8ª Compañía:
Guardia 1º Bernardo Santos Guerra
Aspirante Francisco Reinoso Fernández

10ª Compañía:
Guardia 2º Cipriano Pizarro Pascual
Guardia 2º Raimundo Blanco Martín
Guardia 2º Gabriel Delgado Macías
Guardia 2º Toribio Ríos Martín 

Escuadrón de Caballería:
Guardia 1º Casimiro Castro Bermejo
Guardia 2º Angel del Olmo Moreno
Guardia 2º Benedicto Núñez Cebrián
Guardia 2º Saturio Pérez Cano



El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII (1908-1931). Mismo autor.

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