sábado, 27 de junio de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Sargento de la Policía Armada Francisco Martín González, asesinado en San Sebastián, por un comando de Eta el día 27 de junio de 1978. 

Ese día, el sargento Martín González y otros tres agentes del cuerpo se encontraban prestando un servicio de vigilancia en el barrio de Bidebieta, en una urbanización de San Sebastián. El todo terreno en el que viajaban, estaba parado en el paseo de Los Olmos, donde iban a proceder a hacer un relevo de las patrullas que recorrían las calles de San Sebastián a pie. Uno de los agentes se encontraba en el exterior del vehículo cuando se acercó un taxi de color blanco marca SEAT 132 del que se apeó un terrorista, quedando otro individuo dentro del vehículo de servicio público. El primero, desde un metro de distancia aproximadamente, disparó a bocajarro contra el vehículo de la policía, alcanzando a los cuatro miembros: un sargento, un chófer y dos policías. 

Sargento de la P.A. Francisco Martín González

El sargento resultó muerto en el acto, mientras que sus tres compañeros, José Frado Carro, Francisco Sánchez Arcos y José Gutiérrez Díaz, resultaron heridos de gravedad. En el lugar del atentado se encontraron numerosos casquillos del calibre 9 milímetros parabellum marca Geco. Los autores del atentado huyeron en el citado taxi, en dirección al alto de Miracruz. 

Un testigo presencial del atentado dijo a la Policía, que se encontraba fuera y junto al “jeep” un policía y dos dentro. Al producirse el ametrallamiento, el policía que estaba de pie cayó al suelo. Otro salió del vehículo, con un radio teléfono en la mano, y cayó también al suelo; el tercero quedó con la cabeza apoyada en el volante. Todas las personas, que transitaban por los alrededores, se tiraron al suelo al producirse tos ráfagas de ametralladora. 

Otro testigo presencial, informó a la Policía que el Land Rover policial quedó rodeado de varios policías caídos. Uno de ellos estaba sentado en la acera, sangrando profusamente por una herida abierta a la altura de la sien. Otro policía, que todavía estaba vivo, estaba tumbado en el suelo, con los pies apoyados en la escalerilla de atrás del furgón sin poderlos bajar, y tenía un tiro en el abdomen. El sargento Martín estaba muerto, sentado en el sitio del copiloto, con la cabeza caída hacia atrás y un tiro que le había entrado por la nuca. El vehículo policial presentaba numerosos impactos de bala, así como los cristales rotos 

Numerosos vecinos se aprestaron en ayuda de los servidores del orden. Con una puerta de madera, a modo de camilla, se trasladó al vehículo de un vecino de la urbanización, al sargento Martín, que fue llevado con urgencia al hospital Militar de San Sebastián al que llegó ya cadáver. 

Francisco Martín González, de 32 años de edad, era natural de Ávila y estaba casado con Cristina Domínguez. Había sido destinado a San Sebastián, un mes antes de su asesinato, por lo que su residencia seguía estando en Madrid, donde vivía su mujer y donde fue enterrado. Su viuda Cristina contó que tras el asesinato se sintió muy sola, pues del Gobierno nunca tuvo una palabra de aliento, ni una llamada. Tan solo recibió la ayuda de los compañeros de su marido, para hacer las gestiones que le permitiesen cobrar una pensión de viudedad. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 

1 comentario:

  1. Miguel Sarasqueta Zubiarrementeria y José Cruz Eizaguirre miembros del grupo Donosti de ETA, fueron condenados a 30 años como autores materiales del crimen y José Manuel Olaizola Eizaguirre lo fue a 17 años de prisión en concepto de cómplice.

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