viernes, 5 de junio de 2020

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al al cabo primero de la Policía Nacional Esteban Álvarez Merayo, asesinado por ETA, minutos después de las once de la noche del 5 de junio de 1981, en San Sebastián, mediante la explosión de un potente artefacto, al paso de una furgoneta policial en la que regresaba a su acuartelamiento. Los otros cuatro policías que integraban la dotación del vehículo, sufrieron heridas de diversa consideración. 

La furgoneta “Avia”, en la que viajaban los Policías Nacionales, pertenecía a la Compañía de Reserva General de la Policía Nacional con sede en La Coruña. El vehículo formaba parte de un convoy de seis furgonetas del Cuerpo, que se dirigía al cuartel de Loyola. Los agentes habían participado en un extenso operativo de seguridad en San Sebastián y otras localidades de la provincia, puesto en marcha por los disturbios y manifestaciones, que se estaban produciendo, debido a que las autoridades francesas estaban debatiendo sobre la posible extradición a España del etarra Tomás Linaza. Una vez concluida la jornada y finalizado el despliegue especial de los efectivos de la Policía Nacional, estos regresaban al cuartel de Loyola, donde tenían establecida su base. 

Cabo 1º Esteban Alvarez Merayo

Cuando circulaban por la autovía que une los barrios de Amara y Loyola. hizo explosión el potente artefacto que alcanzó de lleno a la furgoneta de la Policía Nacional. El artefacto explosivo era del tipo hornillo, preparado para concentrar la onda expansiva en una dirección determinada, y estaba colocado en el lado derecho de la autovía. Contenía una cantidad considerable de Goma 2, además de ocho o diez kilos de tornillos y tuercas de gran tamaño, a modo de metralla. Fue accionado por un cebo eléctrico. que alimentaban seis pilas, desde una distancia superior a los doscientos metros. El estallido abrió un enorme agujero en la chapa de la carrocería del vehículo policial y alcanzó de lleno al cabo primero Álvarez Merayo, que ocupaba el asiento delantero junto al conductor. 

Esteban Álvarez Merayo murió casi en el acto y, aunque fue trasladado de inmediato al Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, no pudo hacerse nada por salvar su vida. 

Los otros cuatro policías que iban en el mismo vehículo, José María Villar Iglesias, natural de Lugo y Vicente Segundo Cachuza Basante, natural de El Ferrol, resultaron heridos y tuvieron que recibir asistencia sanitaria, quedando hospitalizados después de haber sido intervenidos quirúrgicamente. El primero de los Policías ingresó con pronóstico grave en la UVI, habiendo sufrido hundimiento óseo en región temporal derecha, con contusión y hemorragia local cerebral. El estado del segundo era menos grave, padecía fractura de fémur y herida occipital. Por su parte los policías Fermín López Espino y Julio Salgado Mendoza, eran dados de alta de madrugada, tras ser atendidos de heridas leves. 

Esteban Álvarez Merayo, de 33 años, estaba soltero, pero tenía pensado casarse con una joven de Narón (La Coruña). Era natural de la localidad de Albares de la Sierra (León). Pertenecía a la Compañía de la Reserva General, con base en La Coruña, que había sido enviada temporalmente a Guipúzcoa, para reforzar las dotaciones policiales de esa provincia. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 



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