viernes, 12 de junio de 2020

Hoy, sigue presente

Otro 12 de junio, este de 1991, como macabra coincidencia, ETA asesinaba en un barrio de Madrid, a los también artificieros del Cuerpo Nacional de Policía, el subinspector Andrés Muños Pérez y el Policía Valentín Martín Sánchez. 

El día 12 de junio el subinspector del Cuerpo Nacional de Policía Andrés Muñoz Pérez y el agente Valentín Martín Sánchez, ambos artificieros, pertenecientes al equipo de técnicos en desactivación de explosivos del Cuerpo (Tedax) resultaban muertos cuando trataban de desactivar un paquete-bomba enviado por la banda terrorista ETA, localizado en un almacén de la empresa Servitrans, en el número 6 de la calle de San Toribio, del barrio madrileño de Vallecas. El paquete-bomba iba inicialmente destinado al presidente de Construcciones Atocha S.A., Jesús Gallego. La empresa era una de las adjudicatarias de la autovía de Leizarán, a cuyo trazado se oponía ETA, por su supuesto impacto medioambiental. 

Subinspector Andrés Muñoz Peres

El paquete-bomba fue remitido desde Toledo al número 77 de la calle Ortega y Gasset de Madrid, a través de la empresa de mensajería Servitrans. La empresa había intentado entregar el paquete durante toda la mañana del día anterior, pero no pudo llevar a cabo su misión, debido a que no había nadie en la dirección a la que iba destinado, pues la sede de Construcciones Atocha S.A. se había trasladado a la calle Núñez de Balboa. 

Al ser devuelto el paquete, personal de Servitrans trató de ponerse en contacto con el remitente, averiguando que era un nombre ficticio. En el recibo del envío, que venía a portes pagados, figuraba la inscripción "L.E. y ZARAN" y una dirección de Ciudad Real inexistente. Ante tales sospechas dieron aviso a la Policía, comunicando sus temores acerca del extraño paquete, que pesaba entre tres y cuatro kilos. 

Policía Valentín Martín Sánchez

Tras el aviso, un equipo de técnicos en desactivación de explosivos del Cuerpo Nacional de Policía (Tedax) fue enviado a la calle de San Toribio. El subinspector Muñoz y el oficial Martín, recogieron el paquete y lo introdujeron en la furgoneta que utilizaban habitualmente para estudiar los artefactos sospechosos. En ese momento se produjo una explosión muy violenta que les causó la muerte en el acto. 

Otros dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), adscritos a la Brigada de Seguridad Ciudadana, y otros dos destinados en la comisaría de Vallecas, sufrieron heridas de diversa consideración. Se trataba del Policía José Rubio Ríos, que sufrió lesiones en la cara y hundimiento facial; Julián Ramírez Berbel, con traumatismo ocular; José Vicente Capel, con heridas inciso-contusas en las piernas y el abdomen, y Salvador Pinel Morales, que padecía una contusión en el muslo izquierdo. 

El subinspector Andrés Muñoz Pérez era natural de Navaluenga (Ávila), donde recibió cristiana sepultura. Tenía 51 años, estaba casado y era padre de seis hijos, con edades comprendidas entre los 24 y los 5 años. Llevaba treinta años de servicio, la mitad de ellos en los Tedax. Entró en la Unidad de Desactivación de Explosivos de Madrid para sustituir a Esteban del Amo García, asesinado en Madrid otro 12 de junio de 1985, cuando intentaba desactivar una bomba trampa que el grupo terrorista Eta, había dejado en el interior de un vehículo aparcado en la segunda planta del aparcamiento de El Corte Inglés de la avenida de Felipe II. 

El oficial Valentín Martín Sánchez tenía 38 años cuando fue asesinado por la banda terrorista ETA. Estaba casado y tenía dos hijos de 9 y 6 años. Era natural de Grimaldo (Cáceres), adonde acudía frecuentemente con su mujer y sus hijos. Sus restos mortales fueron enterrados en Móstoles, donde vivía. 

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!! 

1 comentario:

  1. José Luis Urrusolo Sistiaga fue condenado en 2005 a 296 años por el asesinato de Valentín y Andrés.

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