El Consejo de Ministros celebrado el 20 de febrero de 1970 dio luz verde a la publicación del Decreto 485/1970, de 26 de febrero, por el que se concede el derecho a usar y ostentar la Bandera Nacional al Cuerpo de la Policía Armada.
Este Decreto de dos artículos indica, en el primero de ellos, que “se concede al Cuerpo de la Policía Armada el derecho a usar y ostentar la Bandera Nacional, debiendo procederse a su entrega conforme a las disposiciones reglamentarias”.
La Policía Armada desfilando con la Bandera del Rgto. Inmemorial nº 1 (Revista "Policía Armada") |
Por su parte, el artículo segundo establece que “la custodia de la Bandera queda encomendada a la Academia Especial de la Policía Armada”.
Con este Decreto se daba cumplimiento a un largo anhelo sanamente ambicionado por el Cuerpo desde el mismo día de su fundación en 1941 y que, pese a este deseo, plasmado en muchos artículos escritos a lo largo de estos años, no tuvo eco hasta febrero de 1970.
Realmente, si hacemos un poco de historia de este ferviente deseo de la Policía Española de conseguir se le otorgase el derecho al uso de la Bandera Nacional viene de mucho más atrás; en la última mitad de los años veinte del pasado siglo, fueron muchas las voces que se alzaron exigiendo se reconociese este derecho al Cuerpo de Seguridad, de brillante historial y abnegada conducta, que había derramado ya mucha sangre en defensa de España; sin embargo no fue hasta 1935 en que el Gobierno de la República concedió el uso de la Bandera Nacional al Cuerpo de Seguridad y Asalto en recompensa a su meritoria y valiente actuación en los sucesos revolucionarios de Asturias en 1934. La entrega de esta enseña se verificó en Madrid el 29 de septiembre de 1935.
Concluida la guerra civil y disuelto el Cuerpo de Seguridad Asalto con la creación de la Policía Armada y de Tráfico, este derecho se perdió de forma incomprensible, toda vez que el nuevo Cuerpo era heredero del historial del anterior y muchos de sus Cuadros y Guardias se integraron en la nueva Policía Armada.
Fuese como fuese, lo cierto es que hasta 1970 no se recuperó este derecho lo que constituyó un emotivo logro y el culmen de una justa aspiración largamente anhelada y tantas veces demandada en artículos periodísticos y trabajos.
El día de la promulgación del Decreto del que hemos hablado, el 26 de febrero, la Policía Española se encontraba en vísperas de celebrar una nueva festividad de nuestro Santo Patrón, el Angel de la Guarda que, por aquellas fechas, el santoral Católico situaba el día 1º de marzo.
El hecho de haberse promulgado con anterioridad a esta fecha el Decreto 485/1970, significaba en la práctica que la Policía Armada podía hacer uso de la Bandera Nacional pues ya tenía derecho legal a ostentarla. Es verdad que faltaba dar complimiento a una parte muy importante que el Decreto mencionaba “… debiendo procederse a su entrega conforme a las disposiciones reglamentarias”.
Ello significaba que la Enseña debería ser confeccionada de acuerdo con lo especificado en el Reglamento de Banderas; gestionada la Institución que debería ofrecerla; elegida la Madrina y organizado el solemne acto castrense para su entrega formal, algo que no se verificó hasta el 12 de diciembre del citado 1970, en la Academia Especial de Canillas, bajo la presidencia del entonces Vicepresidente del Gobierno, Almirante Carrero Blanco, contando con la presencia de varios Ministros del Gobierno y actuando como Madrina, María Rojas de Garicano, esposa del Ministro de la Gobernación.
En aquel solemne acto formó una Bandera de Alumnos de la Academia Especial con Escuadra de Gastadores, Banda y Música, así como Secciones del Batallón del Ministerio del Ejército; Infantería de Marina perteneciente a la Agrupación de Madrid; Ejército del Aire y Guardia Civil, de guarnición en Madrid. Tras el desfile de un Escuadrón de Caballería del Cuerpo, una columna motorizada, con los medios propios de la Policía Armada, pasaron en formación ante las Autoridades.
Sin embargo, en la celebración del Santo Angel de la Guarda, el 2 de marzo de 1970, en Madrid, las fuerzas de la Policía Armada participantes desfilaron portando uno de sus Tenientes la Bandera Nacional, una Enseña que, como hemos visto, no había sido formalmente entregada aun. De ello da cuenta la prensa de la época y, por supuesto, la Revista “Policía Armada” en su número de abril siguiente.
Cabe entonces preguntarse ¿qué Bandera era esta? Por supuesto queda descartado que se tratase de una Bandera no reglamentaria toda vez que estaba sujeta a los honores reglados en el Reglamento de Honores Militares, en consecuencia tenía que pertenecer a otra Unidad que pudiese cederla al efecto para este acto.
En alguna ocasión lo habíamos escuchado, sin embargo no habíamos encontrado documentación alguna al respecto hasta que en una de las fotografías del reportaje de aquel Patrón publicado en la Revista “Policía Armada”, la incógnita quedó del todo despejada.
Aquella Bandera, la primera que utilizó la Policía Armada, si hacemos excepción de aquella otra entregada en León el 1º de marzo de 1942, y por tanto la primera de la Policía Española tras la guerra civil, pertenecía al Regimiento de Infantería Inmemorial nº 1 de guarnición en Madrid.
Esta gloriosa Unidad, una de las más antiguas, sino la más, de nuestro Ejército, hoy destinada en el Cuartel General del Ejército con la denominación de Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey nº 1, pertenecía, por aquel entonces, a la Brigada de Defensa Operativa del Territorio I (BRIDOT I), desplegada en distintas ubicaciones de la I Región Militar con sede en Madrid, encontrándose de guarnición, como hoy, en la Capital de España y más concretamente en su acuartelamiento del Paseo Moret.
Tras la disolución de la BRIDOTs, este Regimiento, con el fin de no perder su histórico nombre ni su glorioso historial, pasó a reemplazar a la Agrupación de Tropas del Ministerio del Ejército, quedando adscrito, por una Orden de 18 de diciembre de 1985, al Cuartel General del Ejército donde permanece en la actualidad.
Según las crónicas, el historial de este Regimiento, que tiene de sobrenombre “el freno”, se remonta al Reinado de Fernando III el Santo, participando en la toma de Sevilla en 1248, de ahí su denominación de Inmemorial pues la fecha de su fundación no está definida.
Tras la toma de Sevilla, el Rey Santo, decide mantener esta fuerza activada lo que supone convertirse en el embrión del Ejército y si consideramos que el origen de la Policía es el mismo que el del Ejército permanente, esta vieja Unidad podría también, de alguna manera, convertirse en un lejano antecedente de nuestro Cuerpo.
Según el historial que figura en la página web de este Regimiento, su primera denominación fue la de Banda de Castilla con el que participó en la campaña de la toma de Sevilla, terminada la cual, de forma exitosa, pasó a convertirse en Regimiento. Posteriormente, el 30 de octubre de 1340 participó en la victoriosa batalla de El Salado (Cádiz) que concluyó con la derrota de los Benimerines.
Participa activamente en las operaciones desarrolladas bajo el reinado de S.M. la Reina Católica y posteriormente pasó a denominarse Tercio de Morados Provincial de Sevilla, constituyéndose en una de las Unidades permanentes del Ejército organizado por el Cardenal Cisneros.
Dejando a un lado los datos heredados de la tradición la fecha formal de creación del Regimiento se sitúa en el reinado de S.M. el Rey D. Felipe IV, en agosto de 1632, cuando se crea como Corenalía de Guardas del Rey - algunos autores retrotraen esta fecha al 10 de septiembre de 1634 -, y en 1640 pasa a denominarse Regimiento Guarda del Rey.
Con el advenimiento de la dinastía borbónica a la Corona española, tras la guerra de Sucesión en la que participa victoriosamente, el Regimiento sigue desempeñando las mismas funciones, participando activamente y con éxito en las Campañas de Italia (1718-1749) ya con la denominación de Regimiento Inmemorial de Castilla, reconociéndole S.M. el Rey D. Felipe V su antigüedad inmemorial.
El 7 de enero de 1766 toma el nombre de Regimiento Inmemorial del Rey y en 1741 S.M. el Rey D. Carlos III vuelve a reconocer su antigüedad inmemorial por una Real Orden firmada por este monarca.
En julio de 1936 queda disuelto, reorganizándose nuevamente el 14 de septiembre de 1939, y recuperando su nombre de Regimiento Infantería Inmemorial nº 1 por una Orden Circular de 21 de diciembre de 1943.
El Real Decreto 1813/1976, de 31 de julio, dispone su cambio de denominación pasando a llamarse Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey nº 1, gozando de la antigüedad que le reconoce su historial y su preeminencia entre las Unidades del Ejército.
A lo largo de sus dilatada historia, esta gloriosa Unidad Militar participó en la práctica totalidad de las acciones bélicas en las que se vio sumida España, sirva como ejemplo mencionar Guerra con Francia (1635-1658); Guerra con Portugal (1661-1665); Guerra con Francia (1674-1694); Defensa de Ceuta (1695-1697); Guerra de Sucesión (1704-1714); Guerra de Italia (1718-1747); Guerra con Inglaterra y Portugal (1762); Campaña de América (1781-1782), participando activamente en el Ejército del Mariscal D. Bernardo de Gálvez en la toma de Pensacola y San Agustín de la Florida; Defensa de Argel (1775); Guerra del Rosellón (1793-1794); Defensa de Ferrol (1800); Campaña de Portugal (1807); Guerra de la Independencia (1808-1814); Primera Guerra Carlista (1833-1840); Socorro a Melilla (1835); Expedición a Italia en defensa del Papa Pío IX (1849); Guerra de Africa (1859-1860); Segunda Guerra Carlista (1872-1876); Guerra de Cuba (1895-1898) y Guerra de Marruecos (1909-1921).
A este Regimiento le cabe el honor de haber sentado plaza en sus filas S.M. el Rey D. Alfonso XII (28 de septiembre de 1862); S.A.R. el Príncipe de Asturias (14 de junio de 1920) y S.A.R. D. Felipe de Borbón y Grecia, hoy S.M. el Rey D. Felipe VI, el 22 de mayo de 1977.
El sobrenombre de "El freno" le viene dado por la Orden dictada por S.M. el Rey D. Felipe IV el 10 de septiembre de 1634 en que pone en pie de armas un Cuerpo de entre 2.500 y 3.000 infantes veteranos que sirva para "poner freno a los enemigos de mi corona...".
Es pues un Cuerpo de brillante trayectoria e inmaculado historial al servicio de España.
Pero volvamos a la razón de estos renglones. Suponemos que la euforia provocada en el Cuerpo de la Policía Armada tras la publicación del Decreto de concesión del derecho al uso de la Bandera Nacional, en fechas tan próximas a la celebración de nuestro Santo Patrón, y la posibilidad de que las fuerzas participantes en el solemne acto, celebrado en la madrileña basílica de San Francisco el Grande, pudiesen desfilar portando la gloriosa Enseña Nacional, provocó que se gestionase la cesión, con carácter extraordinario, de la Bandera de uno de los Cuerpos de la guarnición de la Capital de España para poder desfilar bajo su amparo aquel 2 de marzo.
Pese a que la guarnición de Madrid contaba con una serie de Regimientos de todas las Armas y Cuerpos que poseían Bandera Nacional, en sus modalidades de Bandera o estandarte, ninguno mejor que el Inmemorial del Rey, al que se le reconoce, como queda dicho, primacía entre las demás Unidades del Ejército, para demandar esta cesión extraordinaria.
Si bien es cierto que de hecho la Policía Armada todavía no había recibido su Enseña ya que faltaba dar cumplimiento a una parte del Decreto de concesión en lo concerniente a la "entrega conforme a las disposiciones reglamentarias", no lo es menos que técnicamente el Cuerpo ya podía ostentarla por tener reconocido legalmente tal derecho.
De una u otra forma, aquella mañana de 2 de marzo de 1970, a las 12,00 horas, una Agrupación de la Policía Armada, bajo el mando del Comandante de Infantería Jaime Gómez-Zamalloa y Menéndez, integrada por Escuadra de Gastadores, Banda y Música; una Compañía de la Academia Especial y un Escuadrón de Caballería de la 1ª Circunscripción, desfilaron portando uno de sus Tenientes la Bandera Nacional del Regimiento de Infantería Inmemorial nº 1.
La uniformidad dictada para aquella efemérides fue la siguiente:
En formación:
Jefes y Oficiales: La de gala con sable, guante blanco, condecoraciones, pantalón recto y sin capote.
Suboficiales, Cabos y Policías: La de gala, guante blanco, condecoraciones, pantalón recto y sin capote.
Fuera de formación:
Jefes y Oficiales: La de gala con sable, guante blanco, pantalón recto y capote.
Suboficiales, Cabos y Policías: La de gala, guante blanco, pantalón recto y capote.
Como era tradicional, en conmemoración de la festividad fueron puestos en libertad todos los miembros del Cuerpo que, por falta leve, se hallaban cumpliendo arresto y no estuviesen sujetos a procedimiento gubernativo o judicial.
El acto, al que asistió la esposa del Jefe del Estado, Sra. de Franco, contó con la presencia de los Ministros de la Gobernación y del Ejército; el Director General de Seguridad; el Inspector General de la Policía Armada, entre otras Autoridades y representaciones de los Cuerpos integrantes de la Policía Gubernativa.
Los honores de ordenanza fueron recibidos por el Ministro de la Gobernación, Teniente General del Aire Garicano Goñi, quien pasó la subsiguiente revista a las fuerzas formadas.
El motivo de que el solemne acto celebrado en San Francisco el Grande de Madrid tuviese lugar el lunes, día 2, en vez de en su fecha litúrgica, el día 1, quizás se encuentre en que en aquel año la festividad coincidió en domingo; pese a ello, el día 1º de marzo fue considerado de gala a todos los efectos, ordenando que en todos los acuartelamientos de las Fuerzas de la Policía Armada, y suponemos que en las dependencias del Cuerpo General de Policía también, ondease la Bandera Nacional y la fuerza vistiese de acuerdo con lo reglamentado para los días de gala.
En cuanto a que el personal fuera de formación no luciese condecoraciones se debe al hecho de que al fijar prenda de abrigo para su uniformidad, por ser en temporada invernal, sobre esta prenda no se portaban.
Como curiosidad señalar que en la Orden extraordinaria de la Inspección General de Policía Armada del día 1º de marzo de 1970 se ordena a los Jefes de las plantillas remitan, antes del día 4, relación nominal del personal al que le naciera un hijo en dicho día o, en su defecto, en el más próximo anterior o posterior a esta fecha y asimismo al que tenga mayor número de hijos a su cargo siempre que por ello no haya sido favorecido en años anteriores.
Bibliografía:
Revista "Policía Armada"
Orden General de la DGS
Historial del Regimiento de Infantería "Inmemorial del Rey nº 1"
Prensa de la época
José Eugenio Fernández Barallobre.
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