Esta mañana, tuvimos conocimiento del desgraciado accidente aéreo, que costó la vida al Comandante del Ejército del Aire, Francisco Marín Núñez, un hombre honesto, un servidor de la Patria que se sentía orgulloso cada vez que dibujaba, con sus compañeros de la Patrulla Aguila, la enseña nacional por los cielos de España; un compañero nuestro, en este caso del Ejército del Aire, que entregó, como muchos Policías, muchos Guardias Civiles y muchos Militares, la vida por nuestra amada España. Por ello, recé un Padrenuestro por su eterno descanso.
Luego, se me revolvieron las tripas, cuando leí los comentarios dejados en las redes sociales por esos miserables canallas, esa patulea de independentistas y mal nacidos, que se mofaban del sacrificio de este buen español que murió sirviendo a España.
Que tristeza y que asco me produce leer los penosos comentarios de estos mal nacidos que, amparados en el anonimato de las redes sociales, tratan de hacer el mal, de sembrar su corrupta basura, cada vez que tienen ocasión para ello. Malditos cobardes, miserable ralea.
Perdónales, amigo Marín, tu, desde hoy, seguirás para siempre dibujando la gloriosa Bandera de España en lo más alto de los cielos y de esos malditos miserables nadie se acordará nunca, pues ni siquiera eso merecen.
Descansa para siempre en paz y que tu luz brille en el infinito.
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