En este año de 1944, se comienza a barajar la posibilidad, como proyecto, de construir viviendas donde poder alojar a los Policías y a sus familias. De un lado, los bajos sueldos sumados a la carestía de la vida y de otro, el agravio comparativo con el Cuerpo hermano de la Guardia Civil, obligó, al mando, a recapacitar sobre este proyecto.
El hecho de la falta contumaz de recursos, debido a lo modesto de los salarios, obligaba, la mayoría de las veces, a que los Policías tuviesen que vivir en condiciones poco favorables para mantener tanto su dignidad personal como la del del Cuerpo o en zonas marginales de la ciudades, cerca de personas indeseables que no favorecían el desempeño de la función asignada a los Policías.
Distintivo del Patronato San Angel de la Policía Nacional |
En esta circunstancia se comenzó a trabajar en la posibilidad - de ahí surge posteriormente el patronato de viviendas del Santo Angel - no de alojar a los Policías en Casas-cuartel como la Guardia Civil, sino de construir pabellones o viviendas, como en el caso del Ejército, cerca de los acuartelamientos con el fin de ofertarles, a bajo precio, una vivienda digna.
Este proyecto, al menos con ciertas similitudes, se había operado ya, en los años 20, con el Cuerpo de Seguridad en algunas ciudades de España donde se construyeron y entregaron grupos de viviendas de protección oficial para personal del Cuerpo.
A partir de entonces, en ciudades como Barcelona, Granada, Córdoba, Málaga, Zaragoza, Cáceres, por citar algunos ejemplos, se comienzan a construir grupos de viviendas para alojar al personal del Cuerpo y a sus familias.
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