¡Asesino!

Hemos vuelto a asistir impasibles a la ignominia. Cuando se cumplían treinta y tres años de la perpetración del brutal y cobarde atentado, cometido el 11 de diciembre de 1987, por la organización terrorista vasca ETA, contra el Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, la Audiencia Nacional ponía en libertad a uno de los miserables canallas que lo perpetraron: Francisco Múgica Garmendia, alias "Pakito".

En aquella triste jornada, el miserable "pakito" y otros asesinos malnacidos de la misma calaña, por medio de la colocación de un coche bomba, segaron la vida de 11 personas, entre ellos 5 niños, por el mero hecho de ser Guardias Civiles o hijos de ellos.

El Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, tras el atentado (internet)

Una vez detenida la rata de "pakito", el 29 de marzo de 1992, una vez extraditado desde Francia, fue condenado en 2003 a 2.354 años de prisión, de los que ha cumplido poco más de 28, teniendo en cuenta los cumplidos en Francia, es decir menos de tres años por cada una de las víctimas que asesinó a sangre fría, con alevosía y premeditación este miserable canalla vasco.

Este miserable individuo, dentro de unos días será, a buen seguro, homenajeado por la canalla de Bildu, con la más absoluta pasividad del Gobierno de España del que los proetarras son socios preferentes. ¡Vergonzoso!

El perro sarnoso de "pakito", pasará las próximas Navidades en su casa, algo de lo que privó, de forma intencionada y con alevosía, a los Guardias Civiles y a sus familias que en aquella luctuosa jornada vivían en el Cuartel zaragozano. 

Dios Todopoderoso, en su infinita misericordia, ha dado ya el descanso eterno a aquellas 11 personas, entre ellos 5 niños, que la miserable rata de "pakito" de llevó por delante, Sin embargo, estamos seguros y, por ello rogaremos con fe, que se lo negará a esta miserable escoria humana de "pakito", el día que la muerte se lo lleve para siempre.

Los asesinados por el malnacido de "paquito", siguen presentes en nuestros corazones.

¡Dulce et decorum pro Patria mori! Asesinados en el Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, ¡presentes!