El asesinato, pues no tiene otro calificativo a tenor de como se desarrollaron los hechos, del Guardia de Seguridad, destinado en Barcelona, Ramón Lombera Azagal, se produjo alrededor de las nueve y cuarto de la mañana del 23 de octubre de 1931, en la sucursal del Banco de Bilbao, sita en el inmueble nº 46, de la barcelonesa calle de Bailén.
A esa hora, el citado Guardia se encontraba prestando servicio en la mencionada entidad bancaria, habida cuenta de la ola de atracos que estaba sufriendo la ciudad condal por aquellas fechas. En ese instante hizo entrada en la oficina un individuo con la intención de realizar una operación bancaria, entrando tras él otros tres más.
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| El entierro del Guardia Lombera (internet) |
En un instante, mientras el primero de los individuos hablaba con el director de la entidad, gritó “manos arriba”, momento en el que los otros tres individuos, esgrimiendo sus armas de fuego, intimidaron tanto a los empleados como el Guardia Lombera a quien pusieron de cara a la pared.
Como el director de la entidad se parapetase tras un mostrador y comenzase a disparar contra los asaltantes, estos hicieron fuego indiscriminado sobre los empleados del banco. En el medio de la confusión, el Guardia Lombera, cumpliendo con su deber, trató de desenfundar su arma sin que le diese tiempo a ello, siendo alcanzado por nueve proyectiles, recibidos muchos de ellos cuando aun se encontraba de cara a la pared.
Pese a todo, los atracadores huyeron de la entidad bancaria, sin lograr su propósito, en un taxi que previamente habían sustraído.
El Guardia de Seguridad, Ramón Lombera fue trasladado de urgencia a la Casa de Socorro de la Ronda de San Pedro y de allí a la clínica “La Alianza”, donde le apreciaron ocho heridas de bala, la mayoría en la región dorsal, siendo el pronóstico muy grave.
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| Otra imagen del sepelio (La Vanguardia) |
Tras las primeras gestione se determinó que la autoría del hecho podía haber sido responsabilidad del checoslovaco Ladislao Musial, responsable de otros atracos anterior y que se había fugado del barco en el que se hallaba preso.
El Guardia Ramón Lombera, falleció en la madrugada del día 26, de resultas las heridas sufridas en el atraco frustrado.
El sepelio del Guardia se verificó a las tres de la tarde del 27 de octubre y a él asistieron numerosas Autoridades y representaciones, así como público en general que quiso manifestar así su adhesión a las fuerzas del orden que tanto han contribuido a garantizar la paz ciudadana en toda Cataluña desde siempre.
El cortejo fúnebre lo abrían cuatro Guardias de Seguridad de Caballería al mando de un Sargento; le seguía la carroza mortuoria escoltada por Guardias, tras la cual las presidencias oficial y familiar; los jefes y oficiales de Seguridad francos de servicio; una representación de la Guardia Civil, Carabineros y del Banco de Bilbao y numeroso público que con su presencia quiso rendir un homenaje de respeto y cariño al Guardia muerto en acto de servicio.
Con relación a este luctuoso hecho, señalar que finalmente se logró la detención de los presuntos autores del atraco frustrado.
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