Fiesta de la Flor en Bilbao (1918)

Nuestro buen amigo y colaborador, Carlos Fernández Barallobre, nos remite esta interesante fotografía, tomada en las calles de Bilbao, con motivo de la celebración de la "Fiesta de la Flor" de 1918.

La "Fiesta de la Flor", era una cuestación benéfica, realizada por mujeres, de las clases alta y media de las ciudades españolas, con el fin de recaudar fondos para lo más necesitados, especialmente los niños y las niñas, sumidos en la miseria y el desamparo.

Guardias de Seguridad en la "Fiesta de la Flor" de Bilbao en 1918 

Parece que esta iniciativa, al menos la ciudad española que primero la puso en práctica, tuvo su origen en La Coruña, auspiciada por María Barbeito, una coruñesa que ejercía de maestra en las Escuelas da Guarda, sitas en la plaza de Pontevedra.

Fue en la mañana del domingo, 11 de agosto de 1912, cuando, en plenas fiestas de verano, 70 mujeres coruñesas tomaron pacíficamente las calles de la ciudad, provistas de sus canastillas llenas de flores de celuloide, con las que obsequiar a los viandantes a cambio de 10 cm. o la cantidad, superior a esa, que cada uno quisiese entregar.

La recaudación, en aquella jornada, alcanzó la nada desdeñable cantidad de 7.300 pts., tras haber repartido más de 25.000 flores.

A partir del año siguiente, la "Fiesta de Flor" se generalizó en todas las ciudades de España y, a partir de 1914, una orden gubernativa dispuso que todo lo recaudado con este motivo fuese dedicado íntegramente a la lucha contra la tuberculosis, grave enfermedad que estaba causando estragos entre la población.  

En cuanto a la fotografía, en ella se observa a tres postulantas colocando la flor a dos Guardias del Cuerpo de Seguridad, en una calle Bilbaina.

Los Guardias visten con el uniforme reglamentario de 1911, si bien, como se aprecia, utilizan como prenda de cabeza el primer modelo de casco de fieltro inglés, declarado reglamentario a partir de finales de 1907 y estrenado por el Escuadrón de Caballería de Madrid en 1904.

Esta imagen, nos ratifica más en la hipótesis de que el modelo de casco, rematado con una cabeza de león plateada, fue de uso tan solo en Madrid y en Barcelona, aunque en la ciudad condal convivió con el viejo modelo, no llegando al resto de las ciudades españolas.