Nuestro gran amigo, compañero y colaborador José Luis Calvo Pérez, nos remite este interesante trabajo.
El origen del denominado Real Cuerpo Militar Literario[1] se remota al 1º de junio de 1808, cuando los estudiantes de la Real Universidad de Santiago, Víctor María de Silva y Gutiérrez, natural de Mondoñedo, y Juan Pérez Villaronte, de Ribadeo, se dirigen al Rector y Claustro de la expresada Universidad exponiendo que se hallan prontos para tomar las armas contra el Emperador de los franceses solicitando, a su vez, ser alistados bajo, entre otras, las siguientes premisas:
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Bandera del Real Cuerpo Militar Literario (dibujo del autor) |
1. Que se les señale la divisa, ya sean de sus armas u otra cualesquiera que sea del agrado del Claustro.
2. Que el Cuerpo ha de ser independiente y solo se pueda admitir en él a los que fuesen literatos y que, para su perfecto arreglo y distribución, se señale por jefe un militar hábil, prudente y adornado de todas las circunstancias necesarias.[2]
Con el objeto de hacer efectiva la propuesta anterior, así como el acuerdo adoptado por el Claustro de la Universidad de Santiago, se determina la formación de un batallón con todos los estudiantes literarios que voluntariamente se quisieran alistar. Así pues, para dar cumplimiento a lo anterior, el 20 de junio de 1808 D. Juan Ignacio de Armada Caamaño, marqués de Santa Cruz de Rivadulla, designado por los propios estudiantes para coronel del Cuerpo Militar Literario, presenta ante la Junta Suprema del Reino de Galicia un plan para la organización del expresado cuerpo.
Por resolución de la Junta Suprema del Reino de Galicia de 23 de junio de 1808, D. Juan Ignacio Armada, oficialmente es nombrado coronel del Cuerpo Militar Literario, quedando, asimismo, aprobado el plan por él presentado, cuyo Cuerpo deberá quedar constituido por un batallón de a 6 compañías y una fuerza efectiva de 1.200 hombres.
Aún sin constituir el batallón, D. Juan Larco y Silva es comisionado por la Universidad para gestionar la confección de la bandera del cuerpo que se pretendía crear. A tal efecto, el 7 de junio encarga al maestro bordador de Santiago D. Manuel Cantallops la realización de la misma, cuya entrega realiza el día 24 de mismo mes. El coste total de la enseña se elevó a 1.702 reales de vellón, de los cuales 1.400 reales corresponden a su manufactura, mientras que los 302 reales restantes responden al abono de los complementos[3].
La enseña, primorosamente bordada, responde a las características siguientes:
De tafetán de seda blanca, de 1,45 x 1,27 m., en cuyo centro figuran acolados, primorosamente bordados en hilos de seda de colores, dos escudos; uno con la Cruz de Santiago y el otro con las armas de la Real Universidad de Santiago de Compostela y, sobre los mismos, una filacteria con la leyenda: AUSPICE DEO: PRO LIBERTATE REGIS: ANNO M.DCCC.VIII y, en el medio de ambos escudos, el lema PALLAD. LEGIO. Remata todo el conjunto la corona real.
El 11 de julio de 1808 tiene lugar el acto de bendición de la bandera por el arzobispo de Santiago D. Rafael Múrquiz Aldunate. Formado el Batallón en orden de parada frente a la misma, el Rector de la Real Universidad hace entrega de la enseña a su coronel, quien acto seguido la pone en manos del abanderado D. José Dionisio Valladares, tras lo cual los 1.200 cadetes que forman el Batallón prestan, conforme con lo establecido por las Reales Ordenanzas, el juramento de fidelidad ante la misma.
El 18 de julio el batallón emprende la marcha para unirse al Ejército de Galicia que manda el teniente general D. Joaquín Blake. Con el citado ejército, más tarde denominado de la Izquierda, interviene en los distintos escenarios bélicos abiertos en nuestra Patria a lo largo de los años 1808 y 1809.
Tras la acción librada en Alba de Tormes (Salamanca) el día 28 de noviembre de 1809, el Cuerpo Militar Literario queda disuelto por falta de efectivos, por lo que, al no poder ser completado con más estudiantes, por orden del general Castaños se refunde en un nuevo cuerpo de infantería ligera denominado Batallón de Infantería Ligera Voluntarios de Santiago, por lo que la bandera del extinguido Cuerpo Militar Literario es retomada por los voluntarios santiagueses, pasando más tarde al Batallón de Voluntarios de Barcelona, 6º de Ligeros, en cuyo cuerpo queda ahora refundido el Batallón de Voluntarios de Santiago.
Cinco años después de terminada la Guerra de la Independencia la antigua enseña del Cuerpo Militar Literario se daba totalmente por perdida. Será en 1819 cuando D. Felipe Saavedra, antiguo cadete literario y ahora coronel 2º comandante del Batallón de Voluntarios de Barcelona, informa al Claustro de la Universidad de Santiago que la bandera se encuentra en Barcelona. Así pues, mediante oficio datado en Pamplona el 14 de mayo de 1819 el coronel Saavedra se dirige al Claustro de la Universidad de Santiago ofreciendo la bandera que se encuentra en su poder, al tiempo que les insta hagan la solicitud al rey, por lo cual el 23 de junio del mismo año el Claustro se da por enterado de la existencia de la bandera, tomando el acuerdo de acudir en suplica a S. M. el Rey para que conceda la gracia de colocarla en una de las salas del edificio universitario[4].
Por Real Orden de 28 de julio de 1819 el Rey accede a que se entregue la bandera a la Universidad de Santiago. El 10 de agosto el Claustro, en escrito remitido al Ministro de la Guerra y al Capitán General de Galicia, se da por enterado de la R. O. de 28 de julio anterior por la que S. M. el Rey accede a la entrega de la bandera del extinguido Batallón Literario.
Con dos años de retraso, el 3 de junio de 1821 D. Luis Granados, a la sazón coronel del Regimiento Provincial de Santiago, traslada al Rector y Claustro de la Universidad el escrito recibido del coronel de los Voluntarios de Barcelona, fechado en Pamplona el 6 de diciembre de 1819, mediante el cual le participa haber recibido la R. O. de 28 de julio de 1819 por la que se dispone la entrega de la bandera del extinguido Batallón Literario a la Universidad de Santiago, la cual será trasladada por D. Guillermo Chicheri, coronel del regimiento de la Victoria.
El 22 de abril de 1822 el Claustro de la Universidad de Santiago recibe la bandera, en donde actualmente se encuentra depositada, pudiendo ésta admirarse en la Sala de Juntas de la Facultad de Derecho. A pesar de estar resguardada dentro de un artístico y lujoso marco tallado, regalo del Rey Alfonso XIII durante el proceso de restauración a la que fue sometida en la Real Fábrica de Tapices de Aranjuez a finales de los años 20 del pasado siglo, su estado de conservación no es del todo bueno.
Ajada por la acción del tiempo y la dura campaña, ha perdido parte del bordado del escudo de la Universidad y la leyenda se encuentra incompleta, conservando sólo las letras: SPICE DEO RO LIBEI, hoy sus pliegues marchitos nos recuerdan los hechos memorables y heroicos protagonizados por el Cuerpo Militar Literario, en los que se cubrió de gloria en todas aquellas batallas y acciones de guerra en la que, con tanto valor, sacrificio y abnegación, ha participado.
Esta ha sido, aunque corta, la historia de la gloriosa bandera del Batallón organizado en 1808 por la Real Universidad de Santiago de Compostela.
ADDENDA
Cuando el autor de estas líneas acometió, allá por los años 80 del pasado siglo, dibujar la bandera que se incluye en este ensayo, al disponer solamente de una vieja y amarillenta fotografía, tropezó con alguna dificultad para una perfecta representación cromática, por eso el paño, erróneamente, aparece representado de color amarillo, cuando en realidad debería ser blanco, Asimismo, al desconocer por aquellas fechas de instrumento alguno que le pudiera ilustrar sobre la leyenda que figuraba en la cinta, optó por poner: SUSPICE DEO PRO LIBERTAS PATRIAE ET REGIS, lema este que, como podrá comprobarse por lo expresado en el texto precedente, no se corresponde con la realidad.
José Luis Calvo Pérez
Notas
[1] Nombre aprobado por Decreto de la Junta del Reino de Galicia.
[2] ARCHIVO HISTÓRICO UNIVERSIDAD DE SANTIAGO (AHUS). Signatura: F.U., S.H. legajo 341. Pieza 5
[3] Ibidem.
[4] Ibidem. Pieza 9.
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