jueves, 8 de abril de 2021

Hoy, sigue presente

Hoy recordamos al Policía Nacional José Manuel Cruz Martín, asesinado por la explosión de una bomba colocada en su vehículo por la banda terrorista ETA, el di 8 de abril de 1991 en Baracaldo (Vizcaya).

El día 8 de abril José Manuel Cruz Martín, agente de la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía, resultaba muerto al estallar una bomba péndulo colocada en su automóvil cuando circulaba, sobre las 19.30, por la calle Juan de Garay, en Baracaldo (Vizcaya), a unos 200 metros de distancia del cuartel de la Policía Nacional. Su mujer, Catalina Rebollo Samaniego, que le acompañaba, resultó herida grave en las piernas y tuvo que ser trasladada al Hospital de Cruces. Estuvo incapacitada 270 días. Catalina, además, sufrió una fuerte crisis nerviosa al ver el cuerpo de su marido completamente destrozado dentro del coche. Varios transeúntes tuvieron que sacarla del amasijo de hierros en que había quedado convertido el vehículo propiedad del Policía Nacional, y la introdujeron en una furgoneta para trasladarla al hospital de Cruces.


Policía Juan Manuel Cruz Martín


La explosión se produjo en la confluencia de las calles Juan de Garay con Felicidad, instantes después de que el policía hubiera puesto en marcha el vehículo con el que se disponía a partir, acompañado por su esposa. Según el Gobierno Civil de Vizcaya la explosión del Seat Ibiza, matrícula BI-5403-AZ, propiedad del policía Nacional, se produjo en una zona céntrica de Baracaldo, frecuentada por jóvenes y en la que había numerosos bares y cafeterías. En el momento de la explosión no transitaba mucha gente y esta afectó a los cristales de las viviendas cercanas y toda la calzada

La bomba, compuesta por varios kilos de explosivo, se dijo en primer término que se encontraba adosada a los bajos del vehículo del agente. La policía explicó con posterioridad que la víctima había inspeccionado los bajos de su coche antes de montar, pero que no observó nada porque el artefacto estaba debajo del asiento del conductor.

El funeral se celebró al día siguiente en Bilbao en la Iglesia de los Padres Agustinos con la asistencia de los padres del malogrado servidor del orden, el ministro del Interior, José Luís Corcuera y otras autoridades civiles y Militares, así como comisiones de la Guardia Civil, Ejercito, gran número de compañeros de la víctima y numerosos ciudadanos anónimos bilbaínos que llenaron el templo y sus alrededores, fuertemente custodiados por efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil.

Una vez finalizada la Misa funeral, el féretro que contenía los restos de José Manuel Cruz Martin, envuelto en una Bandera Nacional, fue sacado al atrio de la Iglesia a hombros de sus compañeros mientras la unidad de música de la Policía Nacional de Madrid, interpretaba la marcha la Muerte no es el Final y el toque de Oración. Las más de dos mil personas presentes prorrumpieron en una cerrada ovación como homenaje al Policía Nacional asesinado,

José Manuel Cruz Martín de 27 años de edad era natural de Huelva y estaba destinado en el País Vasco desde el 1 de febrero de 1989. Casado y sin hijos, había ingresado en la Policía Nacional en 1988. Fuentes del Gobierno Civil manifestaron que el agente había regresado el domingo anterior a su asesinato de disfrutar su permiso de vacaciones.

¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!!

1 comentario:

  1. Los etarras Raúl Alonso Álvarez y Germán Urízar de Paz fueron condenados como autores de este crimen a 50 años de Prisión.
    Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, y Jesús María Mendinueta Flores, alias Manuel también fueron condenados por la fabricación del artefacto que entregaron a los dos primeros con los datos de la víctima.

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