sábado, 9 de diciembre de 2017

Nuevos Delegados de Vigilancia (1903)

La Gaceta de fecha 17 de septiembre de 1903 inserta una Real Orden del Ministerio de la Gobernación, fechada el día anterior, en la que determina el cese en sus funciones de los Delegados de Vigilancia de los doce Distritos en los que estaba dividida la Capital, siendo reemplazados, con carácter provisional, por Capitanes del Cuerpo de Seguridad u otros Oficiales caracterizados de este mismo Cuerpo.

La Capital de España, por estas fechas, se dividía policialmente en doce Delegaciones de Vigilancia correspondientes a los distritos de Latina, Congreso, Centro, Buenavista, Universidad, Palacio, Inclusa, Hospital, Hospicio, Audiencia, Norte y Este; en cada uno de ellos se encontraban destinados efectivos del Cuerpo de Vigilancia y una Compañía del de Seguridad para prestar servicio en sus correspondientes demarcaciones.

Oficiales del Cuerpo de Seguridad que asumieron la jefatura de los Distritos madrileños (Nuevo Mundo)

La Real Orden hace referencia en su exposición de motivos a que la grave medida de cese de funciones de los implicados se adopta "hasta depurar la conducta de los mismos (en referencia a los Delegados) y comprobar la certeza o falsedad de las acusaciones de que públicamente están siendo objeto"; más adelante puntualiza que la medida pretende salvaguardar la honra y prestigio de los funcionarios, así como evitar que las investigaciones se puedan ver mediatizadas por los propios interesados. 

La Real Orden se articula en cuatro apartados, el primero establece la suspensión de funciones de los Delegados de Vigilancia de los doce Distritos de Madrid hasta la sustanciación de las denuncias presentadas; el segundo ordena al Secretario del Gobierno Civil de Madrid que instruya el correspondiente expediente informativo sobre los hechos y personas del Cuerpo de Vigilancia objeto de las denuncias referidas; el tercero establece que en tanto no se por concluidas las investigaciones y depuradas las responsabilidades, si las hubiera, se hagan cargo del mando de las Delegaciones los Capitanes del Cuerpo de Seguridad y caso de no ser suficientes se asigne este mando a los Oficiales más caracterizados y, por último, el cuarto apartado determina que una vez concluido el expediente informativo, caso de resultar algún hecho constitutivo de delito se traslade a los Tribunales de Justicia el correspondiente tanto de culpa, sin perjuicio de los que estos realicen por sus propias y peculiares funciones.

Consecuencia de esta Orden, ese mismo día, la prensa madrileña recoge el nombramiento de los nuevos Delegados; así, "El Día", en la primera página de la edición del 17 de septiembre, hace pública la siguiente lista: Distrito de Palacio, Capitán Manuel Goyri Barrios; Distrito de Centro, Teniente Elías Luis Canora; Distrito de Universidad, Capitán Guillermo Bañares Díaz; Distrito de Hospicio, Teniente Ruperto Jiménez Moreno; Distrito de Buenavista, Capitán Salvador Echenique Torres; Distrito de Congreso, Teniente Antonio Bó Sebastián; Distrito de Hospital, Capitán Benito Zabaleta García; Distrito de Inclusa, Teniente Juan Izquierdo Peña; Distrito de Audiencia, Capitán Antonio Araguas Salinas; Distrito de Latina, Teniente Paulino Méndez Villalba; Distrito Norte, Teniente Escolástico Pangua García y Distrito Este, Teniente Juan Alastuey Marías.

El motivo de estos ceses y el relevo por Oficiales de Seguridad está relacionado con un caso que bajo el nombre de "la estafa del millón" causó gran alarma social en el Madrid de la época y en el que, al parecer, había algunos miembros del Cuerpo de Vigilancia implicados. 

     

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