Del boletín "Emblema" de enero, tomamos esta artículo de nuestro gran amigo y compañero el Comisario (R) Ángel J. Alcázar Sempere.
En el editorial del número anterior de este boletín se dice que en relación con la celebración del Bicentenario se han quedado en el tintero varias cosas por hacer, a saber:
· Crear un auténtico Museo Nacional de la Policía
· Hacer e instalar un monumento en una calle céntrica de Madrid, y
· Crear un Servicio Histórico donde conservar documentos, estudios, informes y todo aquello que forma parte de nuestro legado como Institución.
Pues bien, estoy totalmente de acuerdo. Vamos a realizar algunas consideraciones al respecto.
Con respecto al Museo Nacional de la Policía, decir que lo más razonable sería, desde mi punto de vista, ubicarlo en la capital de la nación. Por ser el centro geográfico peninsular y además capital del Reino, esto previsiblemente atraería un gran número de visitas, dando más y mejor proyección pública tanto al espacio museístico como a la propia Institución Policial.
Algunos pueden decir que Madrid ya cuenta con muchos lugares culturares y que bien pudiera entonces tratarse de uno más. Bien, puede ser. Se debe tener en consideración.
En el artículo editorial referido se dice que la ciudad de Ávila sería un lugar idóneo. Es posible, pero la bonita ciudad castellana ya cuenta con la Escuela Nacional de Policía, circunstancia que le proporciona innumerables beneficios económicos, además cuenta con una riqueza patrimonial de primer orden.
A mi parecer, si ulteriormente el lugar elegido no fuera Madrid, el lugar más adecuado sería la ciudad de Guadalajara. Voy a decir el porqué:
· Guadalajara es la capital de provincia más cercana a la Madrid. Solo la separan 52 kilómetros, o 45 minutos si no existe ninguna incidencia que lo impida.
· Guadalajara cuenta con dos unidades policiales, la Comisaría Provincial y el Grupo Especial de Operaciones (G.E.O). Esta última recibe multitud de visitas de carácter internacional, generalmente relacionadas con cuestiones de carácter técnico-operativo. Estas personas pasarían eventualmente a conocer el Museo policial, alargando su estancia en la ciudad y por consiguiente haciendo más indeleble su recuerdo y previsiblemente dándole una mayor proyección allende nuestras fronteras.
· Guadalajara cuenta con un gran número de edificios propiedad del Estado. Si a estos no se les otorga alguna utilidad, acabarán por dañarse irremediablemente y muy posiblemente con el paso de tiempo, serán objeto de la inmisericorde piqueta.
Cuando tuve el mando y dirección de la Comisaría Provincial de Policía de Guadalajara hice cuanto estuvo en mi mano para que la ciudad fuese una opción verosímil para albergar este deseado Museo Nacional. Esta pretensión se la expuse a todo político que se cruzara en mi camino y tuviera alguna responsabilidad de gestión o ejercicio de representación pública, tanto en la administración local, como provincial (aunque en menor grado), en la autonómica o en la nacional. A todos les pareció bien, y no creo que fuera por seguirme la corriente; incluso alguna autoridad muy importante -aunque efímera- me dijo que lo había tratado con el director general de la Policía. Por aquellos días todas las administraciones estaban ocupadas por personas adscritas al PSOE o próximas al mismo, por lo que el camino debería ser menos complicado.
Mi propuesta era muy concreta: Establecerlo en las dependencias de la antigua Prisión Provincial. Esa edificación reúne muchas y buenas condiciones para ello. Así lo manifesté con plena convicción, argumentos y sentimiento en algunas de las entrevistas que con ocasión de mi cargo me hicieron los medios de comunicación social de ámbito local.
El que fuera anterior alcalde de Guadalajara Alberto Rojo, lo incluyó en el programa electoral del PSOE para las últimas elecciones locales. No salió elegido.
En otro orden de cosas, pero sin salir del plano cultural, tengo que decir que presenté en el mes de noviembre de 2022 a la Dirección General de la Policía, mediante el preceptivo informe, la candidatura de la ciudad de Guadalajara para constituirse en sede de la Exposición Itinerante denominada “200 años de historia de la POLICÍA ESPAÑOLA 1824-2024”. Tenía el permiso de cesión y el compromiso por parte de un gran establecimiento comercial establecido en la ciudad para hacerlo en un lugar de su propiedad de más de 4000 metros cuadrados. No pudo ser. A la Dirección General no le debió parecer adecuado o, tal vez, se ofrecieron sitios más interesantes.
Para finalizar, debo decir que es una contrariedad, una pena y una ocasión perdida tanto para la ciudad de Guadalajara como para la Policía Nacional el no contar con un Museo “en condiciones” como si tienen otras Instituciones Armadas.
Habrá que esperar a que vengan las personas adecuadas y a que la constelación de astros y estrellas ocupen el lugar necesario en el universo para que esto suceda y sea una realidad algún día. Al respecto, tengo serias y justificadas dudas.
Por mi parte, me cabe la satisfacción de haberlo intentado y haber hecho todo lo que he podido en orden a mis limitadas posibilidades.
Ángel J. Alcázar Sempere.
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