Todavía hoy recordamos aquella frase "ellos tienen todo, menos la razón", una frase dedicada, precisamente, al odioso y criminal frente popular del que son herederos directos estos socio-comunistas que nos mal gobiernan.
La razón, trae aparejada la fuerza moral y esa fuerza permite la adopción de decisiones con la seguridad de poseer el respaldo necesario para sacarlas adelante.
No nos referimos, lógicamente, a esa cínica y falsa "superioridad moral" que, hasta la saciedad, nos han tratando de inocular los elementos de la izquierda desde hace muchos años. Jamás tuvieron ni superioridad, ni tan siquiera moral y eso es más grave.
Todo esto viene a colación de que si el algún momento, cosa que dudamos, el gobierno socio-comunista tuvo un resquicio de fuerza moral para impedir o coartar las manifestaciones que, contra su nefasta gestión, se desarrollan en toda España, aduciendo un grave riesgo para la salud pública, algo que no tuvieron en cuenta aquel 8 de marzo en que invitaron a que miles de personas salieran a las calles a manifestarse contra la mitad de la población -mujeres vs hombres-, aun a sabiendas del grave riesgo que se corría, circunstancia esta de la que eran sobradamente conocedores; ahora ya, definitivamente, han perdido la mínima sombra de esa fuerza.
Se prohíben y se coartan manifestaciones, en Madrid, sobre vehículo enarbolando Banderas de España y, sin embargo, no ocurrió los mismo el 1º de mayo en Zaragoza donde, los sindicatos afines, todos ellos subsidiados para que permanezcan fieles a sus amos, pudieron manifestarse libremente con sus banderas republicanas o con los trapos de color rojo que suelen enarbolar.
Se prohíben y se coartan concentraciones de españoles en Madrid, en Sevilla y en otros rincones de España y, sin embrago, se permite que en Navarra los asesinos proetarras se enseñoreen de las calles homenajeando a un miserable criminal.
Se prohíben y se coartan concentraciones de españoles en cualquier parte de España, para, haciendo ondear la Enseña Patria, protestar contra este gobierno indigno y miserable y, sin embargo, se permite la concentración en Córdoba para despedir a su ex Alcalde Anguita, aunque claro, bien mirado, pertenecía al partido comunista y eso, a lo que se ve, es un aval.
Carecen de fuerza moral de tipo alguno y, al igual que la otra vez, vosotros, miserables socio-comunistas, tenéis todo menos la razón y esa mueve montañas.
Iros ya de una vez, canallas, hasta de que destrocéis España.
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