domingo, 3 de mayo de 2020

La deshonra de la Policía

Corre por la red un audio en el que un Policía, ignoramos si es Policía Nacional o Policía Municipal, ordena detenerse a un vehículo por transitar por las calles de Madrid, mostrando la Bandera de España y comunica a la conductora que va a proponerla para sanción por tal motivo.


Es el colmo llegar a una situación como esta, en la que un individuo, por mucha Placa y uniforme que luzca, sea cual sea, Policía Nacional, Policía Municipal o Guardia Civil, cometa la indignidad de conminar a un ciudadano a impedir a que realice un acto a todas luces justo.


¿Dónde está tipificado como merecedor, siquiera de sanción administrativa, lucir por la calle la gloriosa Bandera Nacional?, ¿qué la que la portaba iba a una manifestación?, ¿cómo sabe usted eso?

Es indignante que un tipo como usted, sea del Cuerpo que sea repito, trate de impedir que alguien, en el ejercicio de su libertad, muestre con orgullo la Bandera de España. Un tipo así no puede ser considerado Policía y da igual si recibió la orden del jefecillo de turno, otro personaje indigno que no merece vestir el mismo uniforme que he vestido y todavía visto yo.

Supongo que usted no se atrevería a exigirle al inhabilitado de Torra, por ejemplo, que retire de su solapa ese insultante lazo amarillo con el que se atrevió a visitar al Presidente del gobierno socio-comunista en el Palacio de la Moncloa. Eso no, la emprende con una mujer que su gran delito era viajar luciendo la Bandera de España y da igual que argumente que pretendía ir a una manifestación prohibida, ¿quien es usted, repito, para suponer nada? 

Yo, al igual que esa mujer, me muevo por donde me da la gana y llevo en mi coche lo que me apetece, teniendo como único límite el marco legal, lo diga el dictador de Sánchez o la inmundicia de su Vicepresidente II. 

Una cosa es que me prohíban circular por tal o cual calle y otra, muy distinta, es que alguien me impida lucir la Bandera de mi Patria.

Mi libertad es mía y un estado de alarma sanitaria no justifica, hasta ese extremo, que me la puedan coartar y menos impedirme que luzca la sagrada Bandera de mi Patria. Es vergonzoso.

Mire Vd., mal Policía, ha mancillado el honor de un glorioso Cuerpo cargado de historia, en el que muchos de sus integrantes dieron la vida precisamente por esa Bandera que usted, con tanto desprecio, en un ejercicio de arbitrariedad y de prepotencia le ha mandado retirar a ese mujer.

Es usted indigno de recibir el apelativo de Policía, será usted otra cosa, un esbirro, un títere o lo que sea, pero jamás un Policía y le repito, no me venga con que cumplía órdenes recibidas, pues quien se las dio es todavía más indigno que usted.

Siempre he tenido a timbre de honor decir, con mucho orgullo, que he mandado Policías, pero aquellos lo eran de verdad, no como usted que, por cobardía, ha osado prohibir lo único que no se puede prohibir y menos en estos tiempos: sentirse orgulloso de la nación en la que se ha nacido.

No merece la pena molestarse en añadir nada más sobre su conducta injusta y servil, propia de un cipayo al servicio de este maligno poder que trata de eliminar nuestras libertades. Si es usted Policía Nacional, lease Vd. el código ético de nuestro Cuerpo para que no se olvide nunca, sea cual sea su empleo y su destino, que las órdenes si son ilegales e injustas, está exento de darles cumplimiento. 


Le recuerdo algunos de los apartados de nuestro código:

Artc. 16º del Código ético.

1º.- Cada policía, en el ejercicio de sus funciones, respetará los derechos fundamentales y las libertades recogidos en la Constitución. Siempre actuará de conformidad al principio de legalidad y valorará la legitimidad de sus actuaciones. 

4. No podrá justificarse cualquier conducta que suponga una violación de las leyes o del código deontológico. La solidaridad ciega, que consiste en encubrir este tipo de acciones no éticas o ilegales, generará en el policía que la practique el mismo nivel de rechazo que en quien la haya realizado. 

Artc. 18º del mismo código.

1. La policía debe actuar con la suficiente independencia respecto del poder político conforme a criterios profesionales y no de mera oportunidad política. 

3. Cada policía debe ser personalmente responsable de sus actos, de sus omisiones y, en su caso, de las órdenes dadas a sus subordinados. No incurrirá en responsabilidad el policía que incumpla una orden cuyo contenido sea ilegal.

Por cierto, espero que Vd. sea tan valiente para ordenar a un podemita, esos mismos que provocaron la emoción del malvado Vicepresidente II, cuando su canalla marxista propinó una paliza a uno de los nuestros, que retire, en sus manifestaciones, la bandera de la República que es ilegal o a un separatista que oculte sus insultantes lazos amarillos o sus banderas independentistas.

Ha manchado usted el honor de un Cuerpo que lo ha demostrado de forma acrisolada y yo le recomendaría a la ciudadana que lo ha tenido que aguantar, que denuncie su comportamiento en la Comisaría más próxima o en el Juzgado de Guardia.

Por cierto, aprovecho para decirle que en el balcón de mi casa cuelgo una Bandera de España con un crespón negro, lo invito, si tiene usted lo que hay que tener, a que venga a retirármela, aquí lo espero.

Eugenio Fernández Barallobre,
Inspector (R) de la Policía Nacional.

3 comentarios:

  1. Bien dicho... lo suscribo al 100% ¡Lucir nuestra bandera es un Honor!

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  2. Tarde me entero de este tu magnífico comentario, y suscribo lo que dices querido Cheché. Un abrazo. Valentín (vaferpe)

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