La revista madrileña “La Semana Ilustrada”, en su número correspondiente al 1º de febrero de 1908, inserta en sus páginas esta viñeta en la que se observa a un apuesto Agente de Vigilancia, atendiendo a una joven en la Delegación de Vigilancia del Distrito, ante la atenta mirada de dos Guardias de Seguridad, que visten el nuevo uniforme con capota y casco de fieltro inglés.
La sección en la que aparece este dibujo, obra de Sancha, se titula “Cosas del otro jueves” y va firmada por el seudónimo “el Sastre del Campillo” y en esta edición de la que hablamos, glosa, con mucha gracia, el magnífico aspecto de la nueva Policía, organizada por el Ministro de la Gobernación, de la Cierva, días antes de publicarse la nueva Ley organizadora de la Policía Gubernativa de finales de ese mes de febrero.
En una Delegación de Vigilancia (La Semana Ilustrada) |
El articulista refiere, suponemos que, de forma imaginaria, el encuentro, frente a su casa, con un joven de buen porte, al que describe como “un pollo gallardo, con flor en el ojal y botines blancos”. Intrigado por la identidad del joven en cuestión, pregunta al sereno quien le informa que se trata de “un nuevo policía del Distrito que espera el relevo. ¡Un agente de 8.000 reales!
Como ya hemos señalado en otras ocasiones, y este suelto nos lo vuelve a confirmar, asistimos, por estos años, a un cambio total en la imagen policial, hasta el punto de que el articulista añade, “en cuanto a presencia -con relación al aspecto del Agente- hemos ganado. Ha desaparecido de las esquinas el tipo grotesco del antiguo Agente, recurso seguro de risa para caricaturistas y saineteros”.
El artículo, con mucho gracejo, que alude a los peligros que pueden generar, Agentes tan apuestos, ente la población femenina.
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