Una de las festividades de más honda tradición religiosa en España ha sido siempre la celebración del Corpus Christi (1); una tradición que se vio interrumpida por el anticlericalismo de la II República pero que se recuperó a la conclusión de la Guerra Civil.
Una celebración que se vivía con auténtico regocijo en toda España, constituyendo un día de fiesta por antonomasia en el que participaban la totalidad de los poderes públicos.
El jueves 8 de junio de 1944 se celebró, con toda pompa, esta festividad religiosa. En Barcelona, por ejemplo, una ciudad con una tradición muy arraigada desde antiguo, tanto la procesión como los prolegómenos de la misma revistieron toda la solemnidad que una fecha tan señalada requiere.
Desde el día anterior se encontraba en la ciudad condal el Ministro de Justicia, encargado de ostentar la representación del Jefe del Estado en estos actos.
También, en esa fecha previa, los Gigantes de la ciudad, acompañados de tamboriles, salieron a las calles para anunciar la magna procesión del Corpus.
Como era preceptivo, el día de Corpus, por ser día de gala (2), se izaron los pabellones nacionales en todos los edificios (3) y la guarnición vistió de gala, además de dispararse las salvas de Ordenanza desde la Batería de Costa de Montjuich.
Con motivo de la procesión, las fuerzas de la guarnición barcelonesa se encargaron, además de acompañar a la comitiva religiosa, de cubrir la carrera oficial de la procesión. Unidades de los Regimientos de Infantería, de Caballería, de Artillería, de Ingenieros, de Transmisiones y de Intendencia, además de fuerzas de la Policía Armada y Guardia Civil, se apostaron a lo largo del recorrido para rendir honores al Santísimo.
La Policía Armada barcelonesa aportó una Bandera para asumir el tramo del itinerario cuya cobertura le había sido asignado y la seguridad en el resto. Este tramo fue el siguiente: calzada oeste de la Plaza de Cataluña y Ramblas hasta la calle Tallers y Santa Ana.
La uniformidad prevista para las comisiones consistió en gorra; banda o cordón militar; guantes blancos; sable y condecoraciones; mientras que la fuerza en formación vistió con casco; banda o cordón; cinturón de gala; guantes blancos; sable; condecoraciones y bota alta, los Jefes y Oficiales, y guerrera o similar, pero sin prenda de abrigo; casco (4); guantes blancos y correaje completo, los Suboficiales, Clases y Tropa.
1.- Quizás sea Valencia la ciudad que desde más antiguo celebra el Corpus, haciéndolo desde 1355; por su parte, Toledo, celebra su magna procesión desde 1595. La instauración de esta importante fiesta católica se produjo en Lieja (Bélgica) en 1246.
2.- La fuerza vestía de gala con motivo de diferentes festividades anuales. Se consideraban fiestas nacionales los días 19 de abril, unificación de F.E. de las J.O.N.S. con la Tradición; el 18 de julio, fecha del alzamiento nacional; 1 de octubre, exaltación de Franco a la Jefatura del Estado y 12 de octubre, día de la Raza; tenían consideración de fiestas oficiales el 2 de mayo, día de la Independencia y 20 de noviembre, día del Dolor y de homenaje a los caídos; igualmente se celebraba, con toda solemnidad y con un gran desfile militar, el 1º de abril día de la Victoria. La tropa vestía, en su caso, de gala con motivo de la celebración de los patronazgos de sus respectivas Armas y Cuerpos; de igual modo, se consideraban festivos, además de las correspondientes fiestas locales, los día 1º de enero, 6 de enero, Jueves y Viernes Santos, Ascensión, Corpus, San Pedro y San Pablo, Santiago, la Asunción de la Virgen, Todos los Santos, la Inmaculada Concepción y Navidad, todas ellas de carácter religioso.
3.- Durante estos años, la Bandera nacional, se izaba en los centros oficiales con motivo de las grandes solemnidades o durante la estancia del Jefe del Estado en una ciudad. No sucedía lo mismo en los establecimientos militares donde ondeaba diariamente desde la salida del sol hasta el ocaso como recuerda una instrucción publicada en el BOE con fecha 14 de enero de 1937.
4.- En esta época, la Policía Armada, utilizaba reglamentariamente, como el resto de los Ejércitos, el casco modelo Z-42, de clara inspiración germánica, y que estuvo vigente en el Ejército hasta la década de los 80. Este casco, cuya fabricación corresponde al año 1942, se utilizaba, en el caso de la Policía Armada, en color gris, llevando en el frontis el emblema del Cuerpo en latón dorado.
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