jueves, 22 de diciembre de 2016

La muerte del Guardia Bruno López Ruíz

Hacía las 8,30 del jueves 6 de noviembre de 1924, dos funcionarios del Cuerpo de Vigilancia, que se hallaban de servicio en la barcelonesa Puerta de Santa Madrona, observaron la presencia de varios grupos de individuos que se dirigían hacia el Cuartel de Atarazanas y hacia la Delegación del Distrito. Aquella actitud les infundió sospechas por lo que procedieron a seguirlos dándoles el alto logrando la detención de dos de ellos y huyendo el resto sin poder alcanzarlos.


Al proceder al cacheo de los dos detenidos se les ocupó una granada de mano tipo “piña”, lo que alertó mucho más a los Policías actuantes, motivo por el cual requirieron el apoyo de tres Guardias de Seguridad para emprender la persecución de los individuos huidos, logrando, finalmente, la detención de otros tres.

Entierro del Guardia Bruno López Ruíz (Prensa de la época)

Posteriormente compareció en la Delegación de Atarazanas un Guardia de Seguridad portando una granada similar a la ocupada que había localizado en unos retretes públicos.

Esta situación provocó que se alertase todo el personal y así, en la Ronda de San Antonio, poco después de las nueve, otros Agentes de Vigilancia detectaron la presencia de otro grupo de individuos a los que dieron el alto por infundirles sospechas, respondiendo estos abriendo fuego contra los Agentes quienes repelieron la agresión cruzándose un centenar de disparos.

Acudió en apoyo una pareja de Seguridad compuesta por el Cabo José Ejarque Piñón y el Guardia Bruno López Ruíz que trataron de cortar la retirada a los perseguidos abriendo estos fuego sobre la pareja alcanzando a los dos componentes, resultando gravísimas las heridas sufridas por el Guardia que fue conducido al Hospital Militar donde falleció a las 19,00 horas del día siguiente, 7 de noviembre.

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