viernes, 13 de septiembre de 2024

Episodios policiales. Aquellos barros estos lodos

Del boletín "Emblema" de septiembre, tomamos este artículo de nuestro buen amigo Silvestre Barquero Baños.

Era prácticamente imposible que no llegara este momento, tratar desde la perspectiva de los Cuerpos Policiales., el regionalismo. Hoy en día lo llamamos de otra forma, quizás más despectiva, pero en el fondo sigue siendo lo mismo. No me remontaré a la Semana Trágica de Barcelona, sino, a un año concreto., 1.917. Tres años llevaba Europa sumergida en la Gran Guerra. Una año antes ya surgieron esos movimientos obreros, anarquistas y sindicalistas en la ciudad condal, (dirán los mas avezados,., eso viene de mas atrás) todos o la mayoría terminaron en atentados de mayor o menor medida asesina, pero todos encaminados a los mismo. Llevo unos meses leyendo y releyendo sobre el asunto, recortes de prensa, anotaciones a pie de pagina, reseñas, toma de notas, recortes de prensa, y sobre todo unas reflexiones realizadas por un Inspector del Cuerpo de Vigilancia destinado en la ciudad Condal. Esas reflexiones van desde 1.915-1.921. Anteriormente ya trate este tema en un articulo, titulado, El pistolerismo sindical. Entonces reseñe lo acontecido con el Comisario Bravo Portillo. Puede pues, el presente considerarse como continuador de aquel.


Las consecuencias del caso Bravo Portillo, con su asesinato anunciado, y en la practica solicitado para acallar cierto vocerío regional, creían algunos que amansaría a la fiera, claro esta, erraron.

Nos encontramos pues en un claro “Saturno devorando a su hijo”.

Antes de meternos en los barros, veamos lo publicado antes de finalizar el año 1.918, en uno de esos recortes de prensa, de lo tratado en una de las cámaras representativas del pueblo.

Recorte periodístico; “ En cambio, en el Senado se habló pocas tardes ha, de la repetición de los atentados socialistas contra patronos, y al señor Ministro de Gracia y Justicia se le ocurrió decir que ello obedece a la mala organización de la Policia”.

En la actualidad son normales estas declaraciones de componentes del gabinete Gobernante, pero a inicios del siglo XX, eran más que discutibles. Resulta del todo, tanto ayer como hoy, que un Ministro culpe de mala organización a un Cuerpo de funcionarios del Estado, por qué claro esta, que si un cuerpo del Estado necesita reorganizarse para ello están los componentes del Gobierno. Recorte periodístico; “Además nada tan injusto como atribuir los excesos del socialismo en Barcelona a la Policía, porque todos sabemos que la causa es que los recortes de la autoridad están allí demasiado flojos, merced a las contemplaciones y timideces de los Gobiernos, que siempre tienen el criterio de ceder ante las exigencias de los unos y los desmanes de los otros”.

Prosigo en los barros, porque de eso trata este mal borrón. Si los cuerpos policiales se hallarán protegidos, robustecidos, amparados etc, por los de arriba, serian mucho más eficaces en su acción. Pero cierta política mediocre, vomitiva y caciquil prefiere un funcionario sometido y carente de autoridad.

En Enero de 1.919, siguen los disturbios en Barcelona, como terminaron el año anterior. Relata un Sargento de Seguridad, [del cual omitió el nombre]., sobre la situación social; “Continua la agitación en las calles de Barcelona, y continua el martirio de los encargados de restablecer el orden. Se ha mencionado en medios que los Guardias de Seguridad habían disparado sin que se lo ordenara el Oficial que les mandaba, y solo porque un compañero cayó al suelo mareado y creyeron sus compañeros que había sido disparado. Aceptémoslo así y, sin embargo, tendremos que convenir en qué el incidente, por desgraciado que fue, puesto que murió una infeliz señora, no dejó de ser natural. Hay que hacerse cargo que esos hombres son seres humanos, con músculos que se rinden y con nervios que se excitan. Para juzgar hay que pensar en que en eso días de revuelta no tienen descanso los Guardias de Seguridad; todos son pocos y continuamente están sometidos, ademas de a la atenta y permanente vigilancia, al ajetreo de disolver las manifestaciones. No hay cuerpo que resista; el cansancio tiene que rendir al mas fuerte, y la mejor salud, resentirse”.

En el contexto referido por nuestro Sargento de Seguridad, debemos recordar que la ciudad Condal se hallaba en reorganización de personal, todo derivado del caso Bravo Portillo. Continuaban los traslados entre la Capital de la nación y Barcelona. El Sr Ministro de la Gobernación, personalmente trataba esta cuestión, creyó el Marqués de Alhucemas que cruzando al personal, podría quedar resuelto el problema., nada más lejos de la realidad, reflexiona nuestro Inspector sobre unos recortes de “La Vanguardia”., que mas parecen propaganda socialista que otra cosa.

“ Continua siendo tema muy preferido el de la Policía de Barcelona, sobre la que suelen descargar, como en cabeza de turco, las responsabilidades de cuanto ocurre en la ciudad condal. [ trata “La Vanguardia” sobre lo atribuido a Bravo Portillo, lo cual obvio por indeseable ] Aquí, lo interesante es que se vengan cometiendo en Barcelona numerosos atentados sindicalistas; que en los pocos casos en que los autores fueron habidos, parece que el jurado los absolvió, y que entre éstos y los en que no fueron hallados los autores, casi todos los crímenes quedaron impunes. [ con riesgo propio…] Mi mas ligera observación me hace ver que en Barcelona sucede algo mas que una defección policíaca. Mis consideraciones y no pocos indicios pueden hacerme creer que hay algo maquiavélico que impide a la Policía de Barcelona obrar con libertad ”.



La alarma proseguirá en la Dirección general de Seguridad en Madrid, donde simplemente se referían como “ a lo de Barcelona “. El indice elevado a la enésima potencia, trajo al Gobernador Civil de la ciudad Condal a Madrid, a conferenciar con el Ministro de la Gobernación. [ La situación caballeros, sí, era más grave de lo aparente ]. La conferencia quedo establecida en que era

necesario un cambio radical. No podía sostenerse la imposibilidad de que la policía y la autoridad no fueran en Barcelona lo que en las demás ciudades españolas. [ a mi esto me suena ]

A continuación transcribiré letra por letra lo que podría ser una entrada de editorial, una carta al director o simplemente una reflexión personal, no esta firmado y no podría llegar a asegurar si esta escrito por un funcionario policial, político o simplemente un espectador. Me parece un articulo completo, demoledor, y fiel reflejo de la sociedad y el regionalismo salvaje contra policial.

“ Los alborotos en Barcelona, no cesan, antes bien, han tenido periodos de agudización; las cargas de la fuerza pública han tenido que menudear para imponer el orden, y el desasosiego ha continuado creciendo.

A nadie puede ocultarse cómo y por qué se desarrollan así las cosas en la ciudad condal.

Unos cuantos señores que se denominan regionalistas y que han soñado con ser ministros y soberanos de un estadio formado por Cataluña, para caciquear en él a sus anchas, han venido predicando insistentemente que la autonomía será la felicidad de todos los catalanes, consiguiendo que les crean uno millares de ellos.

Al mismo tiempo, han sabido asociar a su política actual a los caciques mal avenidos con el orden, como los señores Lerroux, Marcelino Domingo, Largo Caballero y Dalmacio Iglesias, los cuales consideran que en este rió revuelto ganarán algo. Con esta base, pagan o azuzan gentes que salen a diario a gritar por las calles, otras que se niegan a vender a los que no piden la mercancía en catalán, y aquellas por otras causas, es el caso que los alborotos, las carreras, los estacazos y los tiros, son frecuentísimos e incurables en la ciudad.

Sin duda es una táctica para coaccionar al Gobierno y al Parlamento y conseguir por la tremenda lo que por derecho no les corresponde.

Quieren hacer creer que eso que se pide con escándalo en las calles es la voluntad de Cataluña, y los pueblos trabaja- dores como ese, son mas serios y no usan tales maneras de solicitar.

De todos modos, la víctima es la Policía. Constantemente, las fuerzas de la Guardia civil, de Seguridad y de Vigilancia, vienen estando sin descansar al tope de estos manejos que perturban y a veces ensangrientan las calles de la capital, como si no tuviesen derecho al reposo, si siquiera a la vida.

Y después de esto, un día y otro, los mismos que probablemente son quieres originan, con sus dineros o sus consejos, si son escandalosos pagados, las perturbaciones, protestan airadamente de los procedimientos que usa la Policía. Repetiremos lo que en otras veces hemos manifestado; que si los gobernantes no fueran tan miedosos, habría acabado, mediante una saludable energía, con este vergonzoso estado de cosas.

Pero aún hay mas; los regionalistas, que quieren acaparar en sus manos todo el poder catalán y tiranizar ellos a Cataluña, pretenden que los servicios de Policía y Seguridad queden afectos al proyectado Gobierno regional. Por los desórdenes que se promueven, se puede colegir lo quesería la tranquilidad en Cataluña mañana, como por la administración de la Mancomunidad se viene en conocimiento de lo que ha de ser la Hacienda catalana. En cuanto a lo que atañe al personal propiamente dicho, no hay que decir que ninguno, absolutamente ninguno de los que forman en la Policía, consentirá en pasar a la férula de los regionalistas. Son funcionarios del Estado, del Estado español, y a él segura perteneciendo.

Toda otra pretensión nos parecerá siempre una necedad. Han llegado estas cuestiones catalanas a un punto tal, que esperamos que para el próximo número se habrá despejado, y lo que haya de ser será, qué es lo que conviene y deseamos todos los españoles“.

No pasaría mucho tiempo, hasta que de nuevo el Ministro de la Gobernación se viera contra las cuerdas, y sucedió quizás una de las huelgas más importantes de la historia de nuestro país, la llamada “La canadiense”. Con los hechos sucedidos durante cuarenta y cuatro dias entre Febrero y Marzo de 1.919. El motivo sindical; la petición de las 8 horas de trabajo diario, al final en el mes de Octubre el Gobierno aprobó dicha jornada laboral que rige desde entonces. Los efectos fueron demoledores para la industria de Cataluña, dejando sin suministro eléctrico, materialmente, a casi a toda la región.

El Gobierno se vio forzado a movilizar a los militares, se movilizaron igualmente a reservistas, estos se vieron en la necesidad de conducir tranvías y vehículos de todas clases, además custodiados por las fuerzas del orden. Según declaraciones del Ministro, tanto el Gobernador civil Sr. Gonzalez Rotwos y el Jefe Superior de Policia Sr. Martorell estuvieron muy desafortunados y fueron cesados. Dejó aqui la cuestión que da para mucho, pero por benevolencia hacia el lector y que todo esto en mayor o menor medida, nos suena. Aquellos barros, estos lodos.

Silvestre Barquero Baños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario