sábado, 27 de abril de 2024

Partido Comunista de España (Reconstituido) - GRAPO. Los inicios

Del boletín "Emblema" de abril, tomamos este artículo de nuestro buen amigo y compañero el Inspector Jefe Eloy Ramos Martínez.

El pasado 6 de febrero se han cumplido 18 años desde que fuera asesinada doña Ana Isabel Herrero Izquierdo, empresaria zaragozana, por el autotitulado GRAPO (Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre). Fue la última víctima a manos de estos terroristas, que no eran más que una banda de atracadores y asesinos bajo la capa de una ideología comunista.

Diego del Río Martín, primer Policía Armada asesinado por el GRAPO

Desde la década de los setenta los grupos en cuestión constituían el brazo armado del llamado Partido Comunista de España (reconstituido), si bien la diferencia entre unos y otros era mínima, tan solo consistía en asumir o no el riesgo de asesinar.

Antecedentes: En noviembre de 1968 se gestó en Bruselas la llamada OMLE (Organización de marxistas leninistas de España). A la Conferencia Constitutiva asistieron un par de docenas de diferentes grupos escindidos del Partido Comunista de España, liderado por Santiago Carrillo Solares. Otros provenían de nuevos movimientos de izquierdas nacidos en los sesenta, entre los que destacaban dos grupos: uno que giraba en torno al panfleto “Mundo Obrero Revolucionario”, dirigido por “Suré” (Marcelino Fernández Sevillano), y que fue resultado de una escisión en Suiza, y otro, al frente del que estaba Francisco Javier Martín Eizaguirre.

Casimiro Sánchez García, primer Guardia Civil asesinado por el GRAPO

Militantes de esta primera ola de la organización bajo la dirección de este último fueron Enrique Cerdán Calixto, Josefa Alarcón Lapuente, Olegario Sánchez Corrales, José María Sánchez Casas, Juan Carlos Delgado de Códex, Manuel Pérez Martínez, entre otros.

Siete años más tarde nacieron de ellos los ya citados GRAPO.

Comienzo de las actividades subversivas

Antes, ya en 1974, la Organización se había extendido por muchos puntos de España, especialmente en Andalucía y Madrid, sin olvidar los primeros focos habidos en el barrio de Teis (Vigo), Cádiz, Villaseca de Laciana (León), Barcelona, etc.

Pero en ese año la Policía ya practicó la primera desarticulación de la banda, que se llevó a cabo precisamente en Andalucía y Madrid. Policialmente se estimó que por entonces la OMLE contaba con unos 93 militantes en toda España, distribuidos así: 45 en Madrid, más 8 del Comité de Dirección, 15 en Cádiz, 8 en Galicia, 3 en Sevilla, 6 en el exterior y 8 en la Comisión de Propaganda..

En 1975 consideran que ya han cobrado entidad suficiente para dar el salto de organización a partido (entre los grupos clandestinos a la primera se le considera más débil, como un embrión del futuro partido) y así celebran su I Congreso, en un chalé del pueblo cántabro de La Cabada, propiedad de la familia de un militante. Ocurrió en el mes de julio y en él adoptaron el nombre de Partido Comunista de España (reconstituido), y le llamarán así porque no creen en el Partido Comunista de España, a la sazón dirigido por Santiago Carrillo. Estiman que este partido ha sido traidor para con el auténtico PCE de José Díaz Ramos (Secretario General en la Guerra Civil), traicionando por tanto al comunismo español.

De este Congreso salió un documento, titulado Línea Programática y Estatutos del PCE (r), y del que, para mayor claridad sobre la ideología del grupo, extracto algunos párrafos:

Esta era la línea programática: “La OMLE se señaló como principal objetivo la reconstrucción del Partido Comunista de España que encabezó José Díaz Ramos, por tanto, el PCE (r) se considera heredero y continuador del citado partido… no cabe duda de que el campesinado es el principal y más seguro aliado de la clase obrera en la lucha contra el régimen fascista y monopolista … los últimos objetivos de nuestra revolución son: la supresión de las clases y la edificación del comunismo, de una sociedad sin explotadores y explotados, sin ningún órgano especial de represión, basada en la libre asociación de productores en la que flamee la bandera: “cada uno aporta según su capacidad, cada uno recibe según su necesidad” … para llegar a esta sociedad es preciso derrocar por la violencia revolucionaria de las masas al Estado burgués e implantar un nuevo Estado de Dictadura del Proletariado sobre los explotadores; llevar a cabo la economía planificada socialista, suprimir la propiedad privada sobre los medios de producción y de cambio y erradicar la ideología reaccionaria”.

Conviene recordar que José Díaz Ramos, Secretario General del PCE en la guerra civil en España, huyó a la URSS, donde murió “suicidado” al mejor estilo soviético. Le sucedió Dolores Ibárruri Gómez, “La Pasionaria”.

El programa político del partido quedaba recogido en ocho puntos, a saber:

1º) Formación de un Gobierno provisional; 2º) Creación de Consejos Obreros y Populares, disolviendo los Cuerpos policiales, militares, judiciales, etc. 3º) Nacionalización de los monopolios y confiscación sin indemnización a los terratenientes y contrarrevolucionarios; 4º) Libertad de expresión, organización y manifestación para el pueblo; 5º) Organización de la clase obrera en un sindicato único; 6º)Derecho a la autodeterminación de los pueblos gallego, vasco y catalán, con derecho a separarse para fundar un Estado aparte o unirse en plan de igualdad económica, política y cultural con el resto de los pueblos de España. Independencia de la colonia africana de Canarias, devolución de Ceuta y Melilla a Marruecos; 7º) Separación de la Iglesia y el estado; 8º) Desmantelamiento de las bases extranjeras.

A la vista de esta declaración de principios y con el programa político, pocas dudas pueden caber sobre cuál era la ideología de este grupo, no obstante, muchos medios de comunicación la pusieron en entredicho, suponiéndoles de extrema derecha, ficción policial, etc.

Se señalaron las diferencias con otros grupos marxistas leninistas; al que más se asemejaba era al PCE (m-) de quien discrepaban por su concepción colonialista del Estado español y por sus excesivos furores antiyanquis. El PCE (r) estimaba que el problema no era proletariado y pueblo español oprimido y explotado /imperialismo yanqui opresor y explotador, sino que era monopolio fascista español, no colonizado, sino fascista “per se” el que aherrojaba y explotaba a la clase trabajadora.

Con la ORT (Organización Revolucionaria de Trabajadores) estaban enemistadísimos porque los orteros también querían rehacer el PCE, y del Movimiento Comunista lo separaba su política independiente y su opción por una revolución con ingredientes pequeño burgueses.

Comienzo de la carrera de sangre: Ya en 1974, el miembro de los GRAPO (entonces Sección Técnica), Delgado de Códex recelaba de uno de sus compañeros, Marcial Fournier Álvarez de Castro creyendo que era un confidente policial y así se lo manifestó a una compañera, Guadalupe Siles Lucas, quien no dio demasiada importancia al hecho. Pero en enero de 1975 la banda pasa de la sospecha a la acción criminal.

Efectivamente, como reconocería posteriormente ante la Policía Abelardo Collazo Araújo, el 14 de enero recibió la orden de Cerdán de matar al citado Marcial. Dijo que “Como miembro ya de la Sección Técnica, y por orden de Cerdán, una de las primeras acciones que realicé directamente fue el atentado que por acuerdo de la Organización se llevó a cabo en la persona de un antiguo dirigente de la OMLE, Marcial Fournier Álvarez de Castro, que había abandonado su actividad en la misma”. A tal fin, Delgado de Códex, Abelardo Collazo y Agustín Moreno González lo vigilaron pero no consiguieron situarlo en su domicilio por haberse cambiado de casa.

Pero, pasado algún tiempo, lograron saber su nueva dirección y Abelardo y Luis González Zazo, “Caballo” una mañana lo siguieron al salir de su casa, en la calle Virgen de Lourdes, en Madrid, y cuando entraba en la boca del metro en la parada de Carmen, Abelardo le disparó un tiro por la espalda a la altura de los riñones, huyendo rápidamente mientras el otro caía al suelo. Luego supo que no había muerto, sí había quedado cojo. Ocurrió el 4 de enero de 1975.

Abelardo dijo que había querido dispararle de frente, pero en ese momento salía un guardia civil de la estación; ello le obligó a esperar, y como la víctima se le adelantó demasiado, optó por dispararle por la espalda.

El citado Marcial Fournier había sido detenido en 1974 con ocasión de la desarticulación policial de la OMLE en Andalucía y Madrid, como hemos señalado antes, y, ya entonces, había manifestado que en marzo de 1973 se había desligado de la OMLE por no aceptar algunas normas de la Organización, que le exigía que su esposa (estaba recién casado) se integrara también en el grupo o, en caso contrario, se separara de ella. Optó por dejar el partido, si bien lo hizo con algún temor pues recibió amenazas por parte del Comité Ejecutivo.

La prensa recogió este intento de asesinato añadiendo que fue a las ocho de la mañana y que la víctima, alcanzado en la columna vertebral – lo que le ocasionaría la cojera – fue trasladado a la Residencia Sanitaria Francisco Franco.

A partir de aquí siguieron con su trayectoria criminal, y así el 17 de mayo de 1975, Abelardo Collazo Araújo, José Luis González Zazo y un tercero no identificado, atracaron la Caja de Crédito y Ahorro en la Avenida del General Fanjul en Aluche (Madrid). Usaron dos pistolas y una escopeta recortada. Iban provistos de pasamontañas y consiguieron un botín de un millón de pesetas, pese a la heroica actitud del director de la sucursal, don Camilo González Sosa que los persiguió con su coche, pero no pudo alcanzarlos.

Este golpe les animó sobremanera, pues el 26 de junio atracaron otro banco, este en Gijón, donde obtuvieron otra cifra cercana también al millón de pesetas. Lo hicieron Abelardo Collazo, Enrique Cerdán Calixto, González Zazo y Fernando Hierro Chomón. El botín se lo repartieron y una parte la destinaron para el mantenimiento de la Sección Técnica (futuro GRAPO).

Recordemos que en este tiempo no reivindicaban ninguna acción, pues no se consideraban lo suficientemente fuertes para eludir la acción policial. Estimaban que aún eran una organización, no todavía un partido, como hemos dicho.

Por este mismo motivo tampoco reivindicaron el primer asesinato cometido por la banda, que perpetraron en el Canódromo de Madrid.

Fue el 2 de agosto y estuvieron en el hecho Cerdán Calixto, Abelardo Collazo y González Zazo. Este último robó un coche Simca 1000 en el que fueron al Canódromo madrileño. Presenciaron las carreras y al finalizar esperaron a la pareja de la Benemérita que prestaba servicio en aquel recinto y cuando llegaron a la calle Juan José Bautista les dispararon por la espalda.

Los guardias civiles eran Casimiro Sánchez García, que resultó muerto, e Inocencio Cabezón Sánchez. Este último pudo repeler la agresión y disparó sobre los asesinos, logrando ponerlos en fuga.

Abelardo Collazo fue el autor de las heridas que recibió Inocencio Cabezón, y González Zazo fue el autor del asesinato de Casimiro Sánchez García. Cerdán se quedó en el interior del coche con el motor encendido.

Los guardias fueron trasladados al Hospital Gómez Ulla donde sólo pudieron certificar la muerte del primero de ellos, que presentaba nueve impactos de bala, uno de ellos en la boca. Era natural de Herreros de Suso (Ávila), contaba 44 años y dejó viuda y cuatro hijos.

Inocencio Cabezón, que tenía 48 años, fue herido en el hombro izquierdo y en el tórax.

También en agosto, el 21, Abelardo Collazo, Enrique Cerdán, Enrique Bueno de Pablos y Fernando Hierro Chomón, disfrazados con uniformes militares (que habían comprado en el Rastro madrileño), asaltaron el cuartel de Ingenieros de Armamento y Construcción, sito en la calle de la Princesa, y acompañados por José López Ragel, Olegario Sánchez Corrales y Manuel Quesada Jiménez que iban de paisano, amordazaron a un teniente y dos soldados, pero no pudieron conseguir su propósito porque el armamento ya había sido trasladado a otras dependencias militares.

Compensaron este fracaso porque Abelardo Collazo, esta vez al mando de Pedro María Martínez de Ilarduya Aguirre y Joaquín Calero Arcones, robó una máquina componedora IBM en la empresa Cista, de Bilbao, cinco días después. Ilarduya se quedó con la máquina, pues el sería el responsable de propaganda del partido.

Y el 29 de septiembre de 1975 perpetraron un atraco en la Residencia Sanitaria del Valle de Hebrón en Barcelona, que les supuso un botín de unos diecisiete millones de pesetas (aunque en principio se estimó en treinta y dos) de las nóminas del establecimiento. Con ocasión de este atraco, dispararon a dos policías armadas que allí prestaban servicio, acribillándoles con fuego de metralleta, robándoles luego sus armas. Eran los policías Diego del Río Martín, que resultó muerto en el acto y su compañero Enrique Camacho Jiménez, quien quedó inválido a causa de las heridas recibidas necesitando asistencia médica y psiquiátrica durante mucho tiempo.

Un antiguo miembro de la OMLE, detenido tiempo después en Madrid, Francisco Fossoul de la Sierra, aclaró las circunstancias del mencionado atraco protagonizado por el PCE (r) que fue, en este época, el más importante de los perpetrados en España. Esta provisión de fondos puede explicar bien la calidad de la propaganda el partido y la cobertura que les permitió montar una infraestructura (pisos, etc) capaz para desarrollar su labor y liberar a varios militantes.

Diego del Río estaba casado y tenía un hijo e un año. Había ingresado en el Cuerpo en 1974.

El día antes, 28 de septiembre, se reunieron en el domicilio de Delgado de Códex, Manuel Pérez Martínez, Pío Moa Rodríguez y Enrique Cerdán Calixto como responsable de la Sección Técnica. Acordaron matar a varios policías el siguiente 1 de octubre. (Véase “Emblema” de febrero de 2024).

Eloy Ramos Martínez.

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