lunes, 3 de enero de 2022

La derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana (II)

También del boletín "Emblema" tomamos este artículo de nuestro buen amigo, compañero y colaborador, el Subinspector Jesús Longueira Alvarez.

Les decía el mes pasado que por asuntos de espacio veríamos en una segunda parte de este artículo los cambios a partir del punto tres en adelante, les vuelvo a poner la tabla para que puedan observar los principales cambios y les comento que los días previos a nuestra Navidad fue sometida a debate en el Congreso, lo que seguimos de cerca, resultando cuando menos bochornoso los argumentos a favor de esta nueva ley, y muy jugosos los que prefieren dejarla tal cual está.

Principales cambios que se piensan introducir

Han visto además que en el punto tercero se establece que las manifestaciones no tendrán que ser comunicadas previamente, como si estuviera hecho aposta para ese público habitual de las mismas que destroza de forma insistente y sistemática las propiedades de otros ciudadanos que de forma honrada y anónima madrugan y contribuyen al sostenimiento de esos subsidios que precisamente subvencionan a quienes les sabotean salvajemente sus negocios, (por favor dicen, no pongáis ningún evento antes de las 13:00 horas). Por si acaso hubiera alguna duda de que con eso se busca la impunidad de las mismas nos desplazamos al punto quinto y ya vemos lo que dice de la cuantía de las multas, pero incidimos de nuevo en lo que dijimos, al no ser comunicadas previamente ni se establece una responsabilidad para quien convoca, (será inexistente a nivel gubernativo y procesal), ni para quien causa los daños. Si será un gran inconveniente para las fuerzas del orden que nunca podrán establecer con la correspondiente antelación el dispositivo de seguridad conveniente. Otra vez nos encontraremos con ese párrafo que más arriba responsabilizaba de forma deshonesta a las FCSE.

Señores, con esfuerzo personal he conseguido uno de los medios antidisturbios que se nombran en el punto número siete, me refiero a las pelotas que lanzamos en las manifestaciones, bueno… (lanzábamos)… He tenido que justificar delante de muchos veteranos que realmente es el nuevo medio que se quiere introducir como “antidisturbios”, y muchos me acusaron de ser un cachondo y un jugador de pin-pon… ya saben de lo que va esto. La finalidad de los medios antidisturbios es siempre la disolución de la masa turba y descontrolada sea cual sea el motivo y lugar de la protesta cuando se separe el fondo de la misma de las formas y que con ello se desvirtúe y se prostituya de forma clara el fin inicial, es cierto que para ello hay que utilizar de forma coercitiva y profesional unos medios que surtan el efecto necesario, pero a nivel personal pienso que arrasaremos en las próximas olimpiadas de este deporte que les menciono, les dejo una foto en la que se ve de forma clara la “entidad” de esa nueva forma de “disuasión”…

Por rubor, he cubierto la marca de la balanza que nos muestra este valor

En cuanto a lo que se dice en el punto número nueve, creo que el atestado policial debe tener siempre, por interés general, el concepto de prueba pericial, toda vez que no se haya sujeto a ningún tipo de filiación subjetiva, como parte independiente y ajena a los actores activos que en un proceso judicial se enfrentan el mismo debe mantenerse como siempre, salvo que se quiera poner con ello en duda a la institución más valorada por la ciudadanía, a la Policía más respetada del mundo e intentar a partir de aquí su derribo.

¿Han pensado en lo qué ocurre en otros países de Europa?

Lo que se establece en el punto número seis me parece una barbaridad, por lo visto nos olvidamos de aquel nombre que en los años ochenta se le dio por este mismo partido que nos desgobierna a aquel numeroso grupo de jóvenes que se acabó denominando “Generación Perdida”, y entre otras personas de aquella mujer que se llamaba Carmen Avendaño, que con pérdidas personales incluídas luchó hasta la extenuación para que al final fuera conocida como “Madre Coraje”

Me rebelo directamente contra lo que dice en el punto número ocho, y por varios motivos, la primera de ellas es que cuando mínimo deberíamos gozar de lo que la ley establece y garantiza para el resto de la población, ¿Por qué no podemos difundir en las redes unas imágenes captadas al azar en vía pública dónde salgan personas anónimas y si se podrá hacer con los componentes de las fuerzas del orden? ¿Pero es que acaso nos quieren hacer inferiores? ¿Y por qué no vamos a tener en el ejercicio de nuestra profesión una garantía de anonimato que nos proteja en nuestra vida privada tal por cual estamos tratando precisamente con la parte de nuestra sociedad que más busca derribar nuestro estado de derecho?

¿Y si nuestra Policía les graba a ellos y lo difunde en las redes?... ¿No se mosquearán?... ya no digo nada más…

Yo, ya no estoy en activo, pero si lo estuviera, es probable que acudiera al trabajo con desinterés, aunque sin faltar nunca al cumplimiento del deber, pero al tiempo que veo a policías que ejercen su trabajo cotidiano con vocación y verdadera profesionalidad también veo cada vez más, que más que prestar un servicio a la sociedad, es esta la que trata de arrinconarte. Bien es cierto, que no solo por devoción, sino también por lo que considero obligación acudí el pasado día 24 a las concentraciones que en rechazo a esta nueva ley se celebraron frente a las Delegaciones del Gobierno, y también a la manifestación de este sábado día 27 en Madrid, donde sentí el apoyo de mucha gente que sin saber siquiera de que iba la concentración, aplaudía y se unía al grito de “Esta es nuestra policía”, lo que es de agradecer y da fuerzas para seguir adelante. Esas cifras que han oído de más de cien mil asistentes fueron ciertas. Se lo Garantizo, y si no miren las fotos aéreas del Paseo del Prado y Recoletos.

Acabo este artículo comentando que más que mermar las atribuciones y la credibilidad de las FCSE, más les valía pensar en incrementar su número, son la garantía de nuestro estado de bienestar, y cuando escuchen que esto es lo que nos manda Europa, no hagan caso, el falso y espurio, en todo caso ya sabemos vigilando que casa se encuentran treinta de ellos.

“Hurtando”, con licencia y sin responsabilidad, es cierto, una frase de un escritor de renombre que conocí hace varias fechas y que me agradó en cantidad, les pido que vean la imagen que sigue y que él mismo, a la vez que la calificaba como “La fina y delgada línea Azul”, también pedía que entre todos hagamos que esa línea sea cada vez más ancha, el evento en el que se tomó la fotografía está en la mente de todos.

La fina y delgada línea azul

Jesús Longueira Alvarez.

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