lunes, 5 de abril de 2021

La Compañía de Moros Mogataces

Tomamos del boletín "Emblema" de la Orden de la Placa y el Mérito, este interesante artículo firmado por nuestro gran amigo Carlos Lozano Liarte.

Hoy traemos a estas páginas una curiosa historia militar, la de los Mogataces de Ceuta, unidad nacida en la plaza de Oran, trasladada a Ceuta y que con el paso del tiempo originaria y sería el embrión de las “Fuerzas Regulares Indígenas” del Protectorado de España en Marruecos.

LA CONQUISTA DE ORAN 

En el año 1509 el Cardenal Cisneros siguiendo la política española sobre el norte de África que llevaría a la conquista de diferentes plazas y enclaves costeros africanos como forma de prevenir incursiones sobre la península, organizaría una expedición que haría para España las plazas de Mazalquivir y Orán, que permanecerían bajo la Corona de Castilla durante más de 200 años. Perdida para España, serían recuperadas. Tras su reconquista el ejército retornó a la Península dejando unos efectivos de varios miles de soldados.

Conquista de Oran – Fresco Capilla Mozárabe de Catedral de Toledo


Tras la conquista las autoridades procederían a la formación de un Cuerpo Militar que debería proteger la ciudad en lo sucesivo, naciendo el Regimiento llamado Fijo de Orán, a la vez que se creaba una compañía formada exclusivamente por naturales de las tribus circunvecinas adictas a España desde antes de 1708, unidad que recibiría el nombre de “Compañía de Mogataces” o “Moros de Paz”, actuando tanto a pie como a caballo, unidad en permanente estado de guerra a lo largo de los años de permanencia de España en Orán, en sus dos etapas tras la conquista y luego durante su recuperación, distinguiéndose por su valor, realizando trabajos de espionaje, razias en busca de ganado, o como fuerza de choque ante incursiones enemigas o en acciones defensivas en diferentes asedios.

Mogataz de Oran en 1737 – Biblioteca Pública de New-York

Los contingentes militares de Oran sufrieron los prolongados terremotos de 1790 que dejaron prácticamente destruida la ciudad así como sus defensas, en la que la “Compañía de Mogataces” demostraría su fidelidad a las banderas que habían jurado. España llegaría a un convenio con el Bey y acabó entregando Orán y Mazalquivir.

A pesar del abandono de estas plazas, los integrantes de esta Compañía de Moros, por su fidelidad a España, eran considerados por las tribus colindantes a las plazas, como renegados o traidores, aun a pesar de no haber sido bautizados, por lo que los integrantes de la Compañía de Mogataces, en 1791, partieron de aquellos lugares, embarcando en la fragata Santa María, rumbo a Ceuta donde cambiaron su nombre por el de "Compañía Fija de Moros Mogataces de Ceuta" continuando prestando sus servicios.

La palabra “mogataces” significa en la lengua de Oran, con un tanto de ironía, “bautizado” a pesar que se les ha significado también como “guerreros”, siendo estos los más primitivos soldados moros de España en África formando parte del Historia del Ejército Colonial Español, estando presentes en nuestra historia militar en Orán, como fuerza de guerra, desde los primeros tiempos de la conquista dedicándose a la protección de los huertos circundantes a la plaza, facilitaban información, ayudaban a las negociaciones pacíficas, servían de intérpretes, sirviendo de guías y participando en las cabalgadas y presas, es decir, ir a castigar a las tribus circundantes levantiscas. Tras su trayectoria militar y hasta el abandono de Orán por renunciar España a sus dominios en Argel, “mogataz” ya no sería una palabra mortificante. Quería decir, como un orgullo, Soldados de España.

Estos moros de la “Compañía de Mogataces”, y las moras pensionadas, se embarcaron para España, llegando a Ceuta, donde fueron inicialmente maltratados, llegando a la indigencia tras su llegada a la plaza (trece años dicen las crónicas), permaneciendo residiendo en la plaza, a pesar de la existencia de leyes que prohibían la permanencia de musulmanes en la ciudad más allá de lo que el comercio justificaba, continuaron prestando sus servicios en la plaza durante todo el siglo XIX, formando parte en la compañía de "Tiradores de Ceuta" y en 1911 terminaron por integrarse en el recién creado Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas, el cuerpo más laureado del Ejército español. En esta ciudad prácticamente la unidad se extinguiría pasando nuestros moros amigos a realizar labores de intérpretes.

Mogataz de Oran en 1797 – Biblioteca Pública de New-York


En 1859 se pensó en la organización de fuerzas indígenas creándose la “Sección de Moros Tiradores del Rif”.

La Guerra de África de 1859 puso de relieve la eficacia de los Mogataces de Ceuta, sirviendo como guías y peleando bravamente en los combates codo a codo con las tropas peninsulares, haciendo patente su fidelidad a España. En este mismo año el gobernador de Melilla decide crear una unidad indígena “Sección de Moros Mogataces” con moros amigos que se refugian en dicha plaza, pues sus compatriotas (al igual que con los Mogataces en Oran) los acusan de bautizados, traidores, come cerdos y demás insultos morunos, naciendo la “Sección de Moros Tiradores del Rif”.

Sus componentes viajarían a Ceuta, integrándose en la similar unidad de esta plaza. Refundidas ambas pequeñas unidades, constituirían la “Sección de Tiradores del Rif”. No obstante la superioridad decretaría su desaparición en 1863, restando un pequeño grupo de 10 individuos, como “interpretes”.

En 1887 la unidad mora variaría su denominación, ahora conocida como “Compañía de Moros Tiradores” de Ceuta que, con la Compañía de Mar, constituyeron lo que se denominaría como “Milicia Voluntaria de Ceuta”, organizándose y uniformándoles como los zuavos argelinos. Como guías acompañaron a las comisiones militares científicas en Rio de Oro, Sahara e interior de Marruecos. Por voluntad de Alfonso XIII viajaron a Madrid, siendo revistados y felicitados por su marcialidad. El trágico día de la boda del Rey formaron parte de las unidades que cubrieron carrera. Regresaron a Ceuta participando en diferentes acciones policiales armadas, siendo felicitados. Una Sección apoyaría las fuerzas españolas destacadas a Casablanca en 1907 para controlar los sangrientos episodios ocurridos en la plaza para sofocar la rebelión prestando servicios de policía.

Milicia Voluntaria de Ceuta 1892 – Moro en Uniforme de Gala 

Milicia Voluntaria de Ceuta 1906 – Compañía de Moros Tiradores - Moro en Uniforme de Campaña

Finalmente en 1914 se crearían las “Fuerzas Regulares Indígenas” constituidas por cuatro Grupos con dos Tábores de Infantería y uno de Caballería cada uno de ellos, estando formados por personal europeo y personal indígena. En las imágenes adjuntas se observa la gran similitud entre el actual distintivo de los Regulares con el anterior de la “Compañía de Moros Tiradores”.

Tarbuch y Distintivo de Moros Tiradores (col. Sergio López)

Distintivo de Fuerzas Regulares Indígenas


Carlos Lozano Liarte.

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