Hoy recordamos al Policía Nacional Mohamed Ahmed Abderramán, asesinado en Irún (Guipúzcoa) por la banda terrorista ETA, el 23 de noviembre de 1984.
A las once y media de la noche del 23 de noviembre la banda terrorista ETA asesinaba en Irún (Guipúzcoa) con una granada al Policía Nacional Mohamed Ahmed Abderramán, y hería de gravedad a su compañero, Carlos Mota Organero, que resultó alcanzado por impactos de bala en la pierna y el abdomen.
Policía Mohamed Ahmed Abderramán |
El Policía Nacional Abderramán, junto a otros dos compañeros, fue atacado por un comando terrorista de ETA minutos antes de la medianoche en la autopista Bilbao-Behovia, a la altura del peaje de Irún. Dos individuos, que iban encapuchados, lanzaron una granada y varias ráfagas con armas automáticas contra los miembros de la dotaciones de dos furgonetas de la Policía Nacional que se encontraban de patrulla en la zona de la frontera del puente internacional de Irún y cuya misión era la protección de los camiones de matrícula francesa que cruzaban la frontera. Esa noche Mohamed no tenía servicio, pero había pedido voluntariamente hacer el turno para poder llegar a tiempo a su domicilio y llevar al médico a su segunda hija, que había nacido con parálisis cerebral. En un momento determinado Mohamed se apeó de su vehículo y se acercó al otro coche policial para fumar un cigarrillo con otros compañeros. Varios miembros de la banda, apostados en un monte cercano y armados con fusiles de asalto y un lanzagranadas, atacaron la patrulla policial. Mohamed fue alcanzado de lleno por una granada que le causó la muerte en el acto, al destrozarle completamente la espalda.
Fuentes oficiales de la Policía señalaron que los terroristas, tras el atentado, huyeron hacia el monte por la zona del Castillo del Inglés, en las proximidades de Peña Aya, dentro del término municipal de Oyarzun.
Inmediatamente después de conocerse la noticia del atentado, la Policía Nacional y la Guardia Civil montaron controles en todas las carreteras de la zona y comenzaron las tareas de rastreo por los montes de Irún y de la vecina localidad de Rentería. Los tres policías nacionales heridos fueron trasladados urgentemente, en ambulancias de la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA), a la Residencia Sanitaria de San Sebastián, y uno de ellos Mohamed Ahmed Abderramán falleció durante e! trayecto pues tenía la espalda destrozada al recibir de lleno el impacto de la granada de carga hueca. Otro de los dos agentes heridos, Carlos Mota Organero, se encontraba en estado muy grave y, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Sufría una herida en la pierna derecha y otra en el tórax. El otro policía herido, del que se desconoció la identidad, tenía heridas leves y a la una de la madrugada fue trasladado a su acuartelamiento.
En un ambiente de tensa serenidad, Irún ofreció un homenaje en memoria del policía nacional asesinado el viernes, Mohamed Ahmed Abderramán. El ayuntamiento acordó, en un pleno extraordinario, condenar el atentado y mostró su repulsa ante “la violencia, sus causas y los que con sus posturas la fomentan”.
El acto de homenaje al Policía Nacional asesinado se desarrolló ante la comisaría de Policía de Irún y al mismo asistieron, además del ministro del Interior José Barrionuevo y familiares del policía asesinado, el inspector general de la Policía Nacional, Félix Alcalá Galiano, el director general de la Policía, Rafael del Río, otras autoridades y compañeros de la víctima. Una compañía de la Policía Nacional y dos secciones de la Guardia Civil rindieron honores, mientras la Unidad de Música del Gobierno Militar de San Sebastián interpretaba el himno de la Policía Nacional y el Ministro del Interior cubría el féretro del infortunado servidor del orden con la Bandera Nacional.
Entre los asistentes al acto se escucharon vivas a España, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, aunque en todo momento reinó un ambiente de serenidad.
Los restos mortales de Mohamed Amed Abderramán fueron conducidos al aeropuerto de Fuenterrabía para ser enviados al aeropuerto de Málaga, desde el cual continuaría viaje a Ceuta, de donde era natural y donde sería enterrado.
La llegada a Ceuta a bordo de un barco proveniente de Algeciras de los restos mortales del Policía Abderramán, fue recibida por centenares de personas y por las primeras autoridades de la Ciudad. Según la liturgia musulmana, el féretro de Mohammed fue trasladado hasta el gimnasio del cuartel de la Policía Nacional de Ceuta acompañado por un grupo de muecines, y las oraciones se rezaron en árabe.
Debido a que el ritual musulmán exigía lavar y amortajar el cadáver, Aisha la esposa del policía asesinado pidió ver a su marido por última vez, pese a que los mandos y compañeros del policía asesinado le insistieron en que el cuerpo estaba en muy mal estado. Cuando le abrieron el féretro, Aisha se desmayó ante la dantesca imagen de su marido. Los muecines decidieron que, dadas las circunstancias en las que se encontraba el cadáver, no era necesario cumplir con el ritual del lavado y amortajado.
Mohamed Ahmed Abderrahmán tenía 33 años cuando fue asesinado. Era natural de Ceuta y estaba casado con Aisha Mohamed, de 26 años. El matrimonio tenía tres hijos Aisha estaba embarazada del cuarto, que sería chico y nacería dos meses y medio después del asesinato del padre. Carlos Mota Organero de 30 años, el Policía Nacional herido era natural de Villafranca de la Torre (Badajoz).
¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!!
José Antonio López Ruiz, alias Kubati, y a José Miguel Latasa Guetaria fueron condenados a 27 años por este asesinato y a otras tres penas de 23 años por tres asesinatos frustrados
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