Hoy recordamos al Policía Armada, Luis Antonio Rodríguez García, asesinado por un comando de los GRAPO, en Barcelona, el día 28 de agosto de 1978.
A las doce menos cuarto de la mañana del lunes 28 de agosto de 1978, un comando del Grapo asesinaba a tiros en Barcelona al Policía Armada, Luis Antonio Rodríguez García, cuando se encontraba de guardia en la sucursal de Correos ubicada entre las calles Roger de Flor y Diputación de la ciudad condal.
Mientras que uno de los miembros del comando, compuesto por tres jóvenes, disparaba contra el Policía Armado que se hallaba junto a la puerta acristalada de Correos, varios disparos, echándose el agente rápidamente al suelo y respondiendo a la agresión haciendo uso de su arma reglamentaria, los otros dos individuos se aproximaron al automóvil ocupado por el agente Rodríguez García, que se había dirigido a su coche para coger un bocadillo que tenía en la guantera, y dispararon contra él sus armas, escopetas de cañones recortados, provocando su muerte en el acto al ser alcanzado en distintas partes del rostro y la cabeza, sin darle tiempo a salir del vehículo.
Policía Luis Antonio Rodríguez García |
Rápidamente, los agresores emprendieron la huida, a pie, por la calle Roger de Flor, en dirección hacia el mar, mientras el policía armada que había resultado ileso y otros agentes salían en su persecución, uniéndoseles la dotación de los servicios del 091, así como patrullas de la policía armada, que acordonaron la zona y patrullaron por la misma, en busca de los autores del atentado. “Fruto de esta labor” —indicaba una nota de la Jefatura Superior de Policía— “fue la localización en el Parque de la Ciudadela de tres individuos que les Infundieron sospechas, ya que uno de ellos vestía una camisa de las mismas características de uno de los autores del hecho, por lo que se procedió a su identificación. En ese preciso instante, los tres individuos intentaron sacar sus armas, siendo reducidos inmediatamente dos de ellos y emprendiendo veloz huida el tercero, no sin antes disparar contra las fuerzas del orden, por las que fue perseguido en dirección a la Avenida de los Tilos. En el curso de esta persecución se dio la circunstancia de que un vehículo ocupado por dos guardias civiles transitaba casualmente por dicho lugar colaborando con los miembros de la Policía Armada y viéndose sus ocupantes obligados a disparar ante las amenazas de que eran objeto por el que huía, con su pistola, hiriéndole en una pierna por lo que fue trasladado primeramente a la Casa de Socorro y después fue hospitalizado. Ese individuo fue trasladado al Hospital Clínico y, tras ser curado de sus heridas, conducido a esta Jefatura, donde fue identificado como Manuel Cruz Cabaleiro, de 26 años de edad, a pesar de la documentación falsa de que era portador. Los otros dos sujetos eran identificados como José Juan Martínez Gómez, de 22 años y Pedro Sánchez Coca, de 33 años A cada uno de ellos les fueron ocupadas, respectivamente, una pistola Jolobart calibre 7,65 con el número borrado y cuatro cartuchos en el cargador, un revolver calibre 32, sin número ni marca, con cinco cartuchos, y una pistola del calibre 22, marca Bernardelli Gerdone W. T, con dos cargadores de 10 y 8 cartuchos”.
Los Grapo (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) reivindicaron al día siguiente -29 de agosto- en tres comunicados recogidos por redactores de El País en dos puntos distintos de Madrid, la autoría de los atentados cometidos el lunes 28 de agosto en Santiago de Compostela y Barcelona, en los que perdieron la vida el guardia civil Manuel Vázquez Cacharrón y el policía Luis Antonio Rodríguez, así como la responsabilidad de la colocación de una bomba que estalló en el Gobierno Civil de Soria sin que causara víctimas. También reivindicaban los Grapo otras acciones terroristas llevadas a cabo en Vigo, Madrid y Tarrasa.
Luis Antonio Rodríguez García, había nacido en Valdepeñas (Ciudad Real}, el 15 de mayo de 1955. Tenía, por tanto, 23 años, estaba casado con María Dolores Hermosa Guirado y era padre de un niño de pocos meses. Llevaba tres años de servicio en el Cuerpo. Según manifestó uno dé sus compañeros, tenía la intención de abandonar el servicio al cumplirse el término reglamentario de su enganche y a tal fin realizaba estudios como mecánico dentista, enseñanzas que tenía muy adelantadas, al extremo de realizar prácticas en sus horas libres. Sería cristianamente sepultado en Valencia
¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!!
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