El día 8 de agosto de 1908, Barcelona se vio nuevamente sacudida por un nuevo atentado anarquista que, en este caso, tuvo como escenario el muelle de Rebaix de la Barceloneta.
A las seis de la tarde de ese día, arribó al punto de atraque la "golondrina nº 3", uno de los pequeños vapores que se encargaban de cruzar el puerto de la ciudad condal, desde el muelle de la Paz al citado de Rebaix, transportando a bañistas.
Una de las golondrinas del puerto de Barcelona |
Cuando ya había desembarcado la mayor parte del pasaje y se disponía a hacerlo el último, un tal Carlos Femenias, el cobrador del vapor, Baldomero Albí, se percató de la presencia de un objeto en cubierta que llamó su atención, por lo cual, probablemente con el fin de saber de que se trataba, le propinó una patada lo que provocó que hice explosión.
El objeto en cuestión, debidamente envuelto, era un artefacto explosivo compuesto por un tubo de hierro, cargado con dinamita y proyectiles de revolver.
Reconstrucción del artefacto que explosionó en la golondrina (La Actualidad) |
Consecuencia de la deflagración resultaron heridos Baldomero Albí, que sufrió una herida en un pie; Carlos Femenias, con lesiones en la región lumbar; el timonel de la embarcación, Víctor Mateu, con una herida muy grave en un muslo y María Serra Llopart, con herida en un brazo.
A la derecha, el Inspector Berned, uno de los que contribuyó al esclarecimiento de los hechos (La Actualidad) |
Iniciadas las pertinentes pesquisas por parte del Cuerpo de Vigilancia, se procedió, días después, a la detención de Carlos Blanch Queraltó, de 34 años de edad, de oficio tornero y Vicente Cuyas Santamaría, de 60 y de profesión cerrajero. Ambos individuos estaban siendo vigilados, desde días antes por la Policía Gubernativa, dada su filiación anarquista.
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