lunes, 13 de enero de 2020

Los asesinados del Cuerpo de Seguridad en Valencia (1936)

Entendemos que el concepto de "memoria histórica" debe acoger a todos aquellos que fueron asesinados en ambos bandos a lo largo de la guerra civil (1936-1939) y no en uno solo de ellos, como pretenden imponernos ahora.


Jamás, de una guerra civil, puede salir nada bueno; sin embargo, por mucho que se esfuercen algunos en hacernos creer en las benignidades de un bando y las maldades del otro, nadie puede cambiar la historia y muchos menos ocultar los execrables crímenes cometidos, en este caso, por frente popular.

Emblema del Cuerpo de Seguridad en la II República

Recordamos ahora a los siguientes Oficiales y Clases del Cuerpo de Seguridad, vilmente asesinados en Valencia, en 1936, por el comité marxista-revolucionario del Cuerpo:

Capitán de Ingenieros, destinado en el Cuerpo de Seguridad, Dionisio González Prieto, jefe de la 14ª Compañía de Asalto. 

Capitán de Infantería, destinado en el Cuerpo de Seguridad, Eugenio López Moradillo, jefe de la 6ª Compañía de Asalto.

Capitán de Infantería, destinado en el Cuerpo de Seguridad, Blas Ibars Puigcerver, jefe de la 1ª Compañía de Asalto.

Capitán de Ingenieros, destinado en el Cuerpo de Seguridad, Rafael Aguilar Vivo, jefe de la 2ª Compañía de Asalto.

Teniente de Intendencia, destinado en la 14ª Compañía de Asalto del Cuerpo de Seguridad, Ramón Ginard Tornilla.

Teniente de Infantería, destinado en la 1ª Compañía de Asalto del Cuerpo de Seguridad, Julio Guido Pérez.

Teniente de Infantería, destinado en la 1ª Compañía de Asalto del Cuerpo de Seguridad, Julio Cutanda Garcés.

Teniente de Caballería, destinado en el Escuadrón de Caballería del Cuerpo de Seguridad, 
Francisco Apilluelo López Caballería 

Teniente de Infantería, Laureado de San Fernando, destinado en el Cuerpo de Seguridad, Perfecto Rey Castiñeira Infantería. Fue el primer abanderado del Cuerpo.

Guardia del Cuerpo de Seguridad, Jesús García Oliva, destinado en Servicios Locales.

Guardia del Cuerpo de Seguridad, Salvador Barbeta López, destinado en Servicios Locales.

Acta de la exhumación del Teniente Perfecto Rey Castiñeira (col. Antonio Alonso)

Todos ellos vilmente asesinados el 21 de octubre de 1936, en el Picadero de Paterna (Valencia), acusados de desafectos, por el comité revolucionario del Cuerpo de Seguridad.

El tristemente célebre Picadero, estaba situado en la parte derecha de la carretera que une Valencia con Paterna y era dominado por una pequeña hondonada visualizado desde el cuartel. Junto al Picadero se encontraba el polígono de Tiro de las unidades de Infantería y Artillería que allí estuvieron acantonadas. En los sucesos de asalto al cuartel en julio de 1936 se encontraba ubicado en él un batallón de Zapadores. 

El sargento Fabra dirigió el asalto al cuartel donde fueron asesinados varios militares y detenidos los demás, muchos de los cuales serían asesinados en agosto en él tétrico lugar del Picadero. Una vez finalizada la contienda Fabra huyó con sus manos manchadas de sangre al extranjero. 

Desde agosto de 1936 a enero de 1937 el Picadero fue tránsito diario de mártires hacia la muerte. Las cifras aterradoras, cien, doscientos y hasta trescientas personas asesinadas por día. 

A partir de enero de 1937 y por imposición de los alumnos de la Escuela Popular de Guerra de Paterna, cesaron, aunque no por completo,  tan escandalosas matanzas. 

Con relación al Teniente Perfecto Rey Castiñeira, suponemos que en los otros casos sería lo mismo, el 7 de enero de 1938, algo más de catorce meses después de su asesinato, el Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional del Frente Popular, ubicado en Barcelona, publica una Orden por la que el heroico Teniente Perfecto Rey Castiñeira, causa baja en el Ejército, con pérdida de todos los derechos, por hallarse clasificado como desafecto al Régimen y añade “pasando a la situación militar que le corresponda“. Queda claro en que situación se encontraba en este momento que no era otra que la de cadáver. 

Con fecha 2 de abril de 1943, se autoriza la exhumación de los restos del bizarro Teniente, que se verifica delante de su viuda, María Ortiz Tortosa. Los restos mortales de Rey Castiñeira se encontraban sepultados en el nicho 209 de la sección 8ª. Una vez abierta la sepultura, de acuerdo con lo que figura en el acta levantada al efecto, se encuentra, en perfecto estado de momificación el cadáver del Oficial que presenta importantes lesiones y traumatismos, sin duda que le causaron la muerte. 

Los restos son conducidos en una caja a la Sección de Jefes y Oficiales del Panteón de Militares. 

Con fecha 15 de marzo de 1940, se concede a su viuda, María Ortiz, la Medalla de Sufrimientos por la Patria y el 21 de octubre siguiente, se le reconoce la pensión de viudedad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario