Aunque ya hemos hecho referencia en más de una ocasión al glorioso Coronel de Infantería Juan Martínez Cortés, Caballero Laureado de San Fernando, que prestó servicios en el Cuerpo de Seguridad, destinado en la guarnición de Barcelona, volvemos sobre él para comentar la fotografía que acompaña a estas líneas.
En la fotografía, tomada entre 1926 y 1930, remitida por su nieto, Juan M. Martínez Moro, el entonces Comandante del Cuerpo de Seguridad, viste el uniforme de gala del Cuerpo de Seguridad, previsto en el Reglamento de uniformidad publicado con fecha 6 de agosto de 1925 (Gaceta nº 218 y CL 255), descrito para plazas montadas.
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Comandante Laureado Juan Martínez Cortés (col. Juan Martínez Moro) |
De acuerdo con lo contemplado en el precitado reglamento, el entonces Comandante, viste con el uniforme de gala de la modalidad “estando de servicio”, consistente en Ros con plumero, guerrera con dragonas, cinturón, pantalón largo con trabillas, sable, guantes blancos y botas de becerro.
Otra opción, contemplada también en este Reglamento, sería la de “actos en Corte”, para los que previene Ros con plumero; guerrera con dragonas; ceñidor; pantalón largo con trabillas; sable; guantes blancos de cabritilla y botas de charol. Las plazas montadas, medias botas de charol, bandolera y forrajera.
Llama la atención, sin embargo, la notable diferencia entre lo reglamentado en 1920 y lo previsto en 1925 al respecto del uniforme de gala en las modalidades de “estando de servicio” y “no estando de servicio” que parecen trocarse.
De acuerdo con el Reglamento de 1920, la modalidad de gala “estando de servicio”, consistía en Ros con plumero, guerrera con hombreras, pantalón largo con trabillas, guantes blancos de hilo y botas de becerro.
En tanto que la modalidad de gala “no estando de servicio” estaba integrada por Ros con plumero, guerrera con dragonas, pantalón largo con trabillas, sable, guantes blancos de hilo y botas de charol.
Por su parte, de acuerdo con el Reglamento de 1920, la uniformidad para “actos en Corte”, consistía en el uniforme de gala de invierno estando de servicio, ya descrito, con guantes de cabritilla y cinturón de gala. Las plazas montadas medias botas de charol y bandolera.
Los dos Reglamentos citados señalan que, con ocasión de mandar fuerza por retenes o alteraciones del orden, se suprimirá la gala. Por su parte, el de 1925 señala, igualmente, que se suprimirá la gala con ocasión del mando de piquetes.
Otra opción a valorar es que en el Reglamento de 1925 podría haber un error de transcripción en lo descrito con relación a la uniformidad de "gala estando de servicio"; atribuyendo la descripción de esta uniformidad a la que correspondería a la de "gala no estando de servicio", como así prevenía el Reglamento de 1920.
Por supuesto, también cabría que, con ocasión de la modificación del Reglamento, se modificase el uso de determinadas prendas en la uniformidad de gala, en ambas modalidades. Tal es el caso de las dragonas, usadas por el Ejército para la modalidad de gala fuera de formación, en lugar de las hombreras, y las botas que deberían ser de charol y no de becerro, en el caso de “no estando de servicio”.
Por ello, para ser fieles a lo contemplado en el Reglamento de 1925, le asignamos la uniformidad de "actos en la Corte" que se corresponde con la descripción que aparece publicada en la Cartilla de 1925.
De acuerdo con la fotografía, el entonces Comandante Martínez Cortes, viste guerrera de paño azul tina oscuro, de igual corte y confección que la usada en el Arma de Infantería. El cuello de paño grana, llevando bordadas en plata y a 5 cm. de los corchetes las iniciales del Cuerpo entrelazadas. Las bocamangas serán del mismo paño azul que la guerrera, sobreponiéndolo en su parte media un tresillo grana de los llamados “a la granadera”, de 5 cm. de ancho por 9 cm. de alto, cuyos bordes superiores, así como las vueltas de las bocamangas y picos de los tresillos, irán guarnecidos con sutache de plata; dichos tresillos llevarán también tres botones pequeños que se colocarán en forma vertical, excepto los Coroneles y Comandantes que suprimirán el botón del centro para colocar en su lugar una estrella de ocho puntas.
Pantalón largo del mismo paño que la guerrera, de forma recta y sin adorno alguno, con trabillas y espolines de acero en forma de cuello de pichón.
Como calzado, debería usar medias botas de charol. Lleva guantes de cabritilla de hilo blanco.
El Comandante, al igual que el resto de los Jefes (Coroneles, Tenientes Coroneles y Comandantes) y los Oficiales destinados en la Plana Mayor, usa plumero blanco en el ros, en lugar del rojo, y al ocupar plaza montada, además del cinturón de gala, de galón de plata de 45 mm. de ancho, sobre fondo color gracé, sujeto con chapa de metal blanco, y emblemas del Cuerpo, dorados, usa bandolera de gala, de galón de plata igual al cinturón de gala, con pasador y adornos de metal blanco, sujeta en el cuarto botón de la guerrera. El emblema del Cuerpo, dorado, previene lo mismo que en el caso del cinturón de gala.
También usa, no visible, cartera de gala, de charol negro, con adornos labrados de metal blanco y emblema del Cuerpo dorado y forrajera como la reglamentaria en las plazas montadas del Ejército, de plata, sujeta al cuarto botón.
En el uniforme luce las dragonas, como las reglamentarias en el Ejército, de metal blanco, con la cifra y la corona en dorado.
Los botones, tanto los grandes como los pequeños, en plata con el escudo del Cuerpo.
La divisa del empleo de Comandante, una estrella de ocho puntas, en plata, situada en la bocamanga, en sustitución del botón central del tresillo a la granadera.
Sobre el pecho luce, además de la Cruz Laureada de San Fernando de 2ª Clase; la Cruz de 1ª Clase de la Orden de María Cristina y la Placa de San Hermenegildo.
Además de todo ello, estaba en posesión de dos Cruces de 1ª Clase al Mérito Militar, una de ellas permutada por las cinco Cruces de Plata, con distintivo rojo, al Mérito Militar que poseía; la Cruz de San Hermenegildo; la Medalla de Campaña de Cuba; la Medalla de la Campaña de Melilla (1911-1912); la Medalla conmemorativa del Rey D. Alfonso XIII y las Medallas de los Sitios de Zaragoza y Gerona.
Un héroe en toda la extensión de la palabra, cuyo nombre debería figurar escrito, con letras de oro, en el gran libro de la historia de la Policía Nacional.
Nota: Los datos relativos al expediente de concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, se encuentra en la siguiente entrada en este mismo blog.
https://cnpjefb.blogspot.com/2018/05/un-heroe-legendario-caballero-laureado.html
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