Uno de nuestros lectores nos ha remitido esta fotografía con el texto que la acompaña, firmado por Yolanda Trancho, de la que con gusto nos hacemos eco.
Vigilancia nocturna y amor.
Es una noche fría de invierno, encerrados en el coche y la mirada en el horizonte. La explanada no guarece la presencia, y sin embargo la lejanía los convierte invisibles. Los prismáticos se los intercambian, se turnan en observar el objetivo ajeno a la vigilancia a la que está expuesto.
Los agentes se rozan la piel, y un escalofrío recorre el cuerpo. Llevan meses siendo compañeros de investigaciones, de días que se convierten en eternos y noches somnolientas por el escaso descanso.
A través de esos cristales del prismático, que se acerca al objetivo estando lejos, y la pareja se aproxima, sin apenas conversar en esas horas en la explanada que les esconde del objetivo.
Anhelan estar juntos, y omiten los sentimientos guardados. El tiempo se detiene, es un segundo, los dedos se entrelazan, las miradas se cruzan, el corazón se desboca.
Yolanda Trancho
Muchas gracias por compartir mi texto.
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