El Guardia Gumersindo Núñez de la Rosa

El Guardia de Seguridad nº 91, Gumersindo Núñez de la Rosa, destinado en 1913 en el madrileño Distrito de Centro, tuvo una participación decisiva en la detención del anarquista Rafael Sancho Alegre, cuando este atentó con el Rey D. Alfonso XIII, en la calle de Alcalá de la Capital de España, el 13 de abril del año citado, al regresar de presidir la Jura de Bandera de los Reclutas de aquel llamamiento. 

Pese a que la mayor parte de la historiografía no hace alusión a la heroicidad de este Guardia, llevándose todos los méritos el Teniente del Cuerpo de Seguridad, Esteban Mohíno; el Guardia nº 19 del mismo Cuerpo, Vicente Canaleda, y el Agente de la Ronda del Rey del Cuerpo de Vigilancia, Rafael Guijarro, quien resultó alcanzado en una pierna por el tercer disparo efectuado por Sancho Alegre, parece que la intervención del Guardia Núñez de la Rosa fue también definitivo. 

Según refiere el diario ABC, en su edición correspondiente al día 14 de abril, hace alusión directa a este Guardia del que dice: “… Digamos antes de pasar adelante, que el otro Agente de Orden Público, el que se lanzó bravamente sobre el criminal, empleando el atinado remedio de derribarlo -cien veces más eficaz en tales trances que todo intento de sujeción- fue el número 91, Gumersindo Núñez de la Rosa, perteneciente al Distrito del Centro. El detalle lo tenemos debidamente comprobado”. 

Parece pues, según ABC, que la actuación de este Guardia es decisiva pese a que no pudo evitar que, en última instancia, el anarquista Sancho Alegre, efectuase un tercer disparo que fue el que alcanzo al Agente de Vigilancia Rafael Guijarro. 

Hay otro dato que nos permite ahondar más en este asunto y a él hace referencia “La Época”, en su edición del 14 de abril. Tras el atentado, S.M. el Rey ofreció una gratificación de 500 pts., al personal participante en la detención del anarcoterrorista; en tal sentido, el citado diario señala que el Guardia nº 91, Núñez de la Rosa, rechazó esta recompensa, argumentando que “tenía bastante con haber cumplido con su deber”. 

Sin embargo, el periódico referido añade que “parece que el guardia estaba molesto porque se había dado la preferencia a sus compañeros, siendo él el primero que intervino en la detención de Rafael Sancho”. 

Sea como fuere, queremos dejar constancia de la decisiva intervención de este valeroso Guardia de Seguridad, un héroe casi anónimo de los muchos que ha dado la Policía Española a lo largo de su dilatada historia.