José M. Azorín nos remite esta interesantísima fotografía perteneciente a su bisabuelo José Ibáñez Vizcaíno, Guardia del Cuerpo de Seguridad destinado en Barcelona entre los años 1910 y 1915.
La fotografía pertenece a la familia Ibáñez Martínez residentes en la localidad murciana de Yecla.
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| Guardia José Ibáñez |
En la fotografía aparece el Guardia Ibáñez Vizcaíno, posando en una foto de estudio, vestido con el uniforme estival que se declaró reglamentario para sustituir al incómodo e impopular de rayadillo utilizado desde 1903.
La fotografía presenta un detalle de gran interés, la aparente fecha de datación (23 de agosto de 1910), lo que parece desmontar la hipótesis, compartida por alguna otra fuente, de que el uso de este uniforme comenzó en 1911.
Es verdad que cabe en lo posible que la fecha se colocase sobre la fotografía pasado el tiempo y por error se consignase la referida cuando en realidad no correspondía con la exacta en la que se tomó la fotografía. Sin embargo, teniendo en cuenta que el uniforme estival declarado reglamentario para la Guardia Civil, con el que guarda ciertas similitudes, lo fue en 1909, el Cuerpo de Seguridad lo pudo haber adoptado al año siguiente y no en 1911 como creíamos erróneamente, hasta ahora.
Por otra parte, si tenemos en cuenta que por estos años el fotografiarse no algo especialmente habitual, bien podría tratarse de una fotografía con la uniformidad estrenada en el verano en que aparece datada la instantánea.
En consecuencia a la vista de esta nueva evidencia creemos que efectivamente fue en el verano de 1910 cuando se declaró reglamentario para el Cuerpo de Seguridad este uniforme compuesto por guerrera de lañilla gris, con cuello y bocamangas de igual color; tresillo a la granadera de color grana, con tres botones, en las bocamangas y, muy probablemente, al menos hasta el año siguiente, pantalón recto igual al utilizado en invierno todavía si vivo en las costuras exteriores. Como prenda de cabeza la gorra de piqué blanco que ya venía utilizándose con el anterior de rayadillo.
Algo similar sucede con las polainas cortas de cuero que no entraron en vigor hasta el año siguiente de ahí que el Guardia Ibáñez no las tenga colocadas en la fotografía.
Todo ello nos lleva a suponer que, probablemente para abaratar costes, la única novedad en el nuevo uniforme de verano fue la adopción de la guerrera de lañilla gris, aprovechando el pantalón del uniforme de invierno y la gorra que ya se venía utilizando en el de verano.
La dificultad en datar con exactitud alguna de las prendas de la uniformidad del Cuerpo de Seguridad viene dada por dos motivos fundamentales. De una parte la falta casi total de documentación oficial al respecto si hacemos excepción de las Cartillas de 1887; 1908; 1920; 1925 y lo referido en el Reglamento Orgánico de 1930, y de otra por la falta de homogeneidad en la uniformidad al menos hasta 1920.
Generalmente las fuentes a las que hemos recurrido, a falta de otras oficiales - Reglamentos, Ordenes, Circulares, etc. -, suele ser la prensa de la época que no siempre es del todo fidedigna en sus informaciones lo que en ocasiones conduce a error.
Damos las gracias a José M. Azorín y a la familia Ibáñez Martínez por habernos enviado esta fotografía y permitirnos su publicación en el blog, así como por contribuir a dar luz al tema que nos ocupa.
La fotografía presenta un detalle de gran interés, la aparente fecha de datación (23 de agosto de 1910), lo que parece desmontar la hipótesis, compartida por alguna otra fuente, de que el uso de este uniforme comenzó en 1911.
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| Detalle de las cifras del cuello de la guerrera |
Es verdad que cabe en lo posible que la fecha se colocase sobre la fotografía pasado el tiempo y por error se consignase la referida cuando en realidad no correspondía con la exacta en la que se tomó la fotografía. Sin embargo, teniendo en cuenta que el uniforme estival declarado reglamentario para la Guardia Civil, con el que guarda ciertas similitudes, lo fue en 1909, el Cuerpo de Seguridad lo pudo haber adoptado al año siguiente y no en 1911 como creíamos erróneamente, hasta ahora.
Por otra parte, si tenemos en cuenta que por estos años el fotografiarse no algo especialmente habitual, bien podría tratarse de una fotografía con la uniformidad estrenada en el verano en que aparece datada la instantánea.
En consecuencia a la vista de esta nueva evidencia creemos que efectivamente fue en el verano de 1910 cuando se declaró reglamentario para el Cuerpo de Seguridad este uniforme compuesto por guerrera de lañilla gris, con cuello y bocamangas de igual color; tresillo a la granadera de color grana, con tres botones, en las bocamangas y, muy probablemente, al menos hasta el año siguiente, pantalón recto igual al utilizado en invierno todavía si vivo en las costuras exteriores. Como prenda de cabeza la gorra de piqué blanco que ya venía utilizándose con el anterior de rayadillo.
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| Gorra de piqué blanco |
Algo similar sucede con las polainas cortas de cuero que no entraron en vigor hasta el año siguiente de ahí que el Guardia Ibáñez no las tenga colocadas en la fotografía.
Todo ello nos lleva a suponer que, probablemente para abaratar costes, la única novedad en el nuevo uniforme de verano fue la adopción de la guerrera de lañilla gris, aprovechando el pantalón del uniforme de invierno y la gorra que ya se venía utilizando en el de verano.
La dificultad en datar con exactitud alguna de las prendas de la uniformidad del Cuerpo de Seguridad viene dada por dos motivos fundamentales. De una parte la falta casi total de documentación oficial al respecto si hacemos excepción de las Cartillas de 1887; 1908; 1920; 1925 y lo referido en el Reglamento Orgánico de 1930, y de otra por la falta de homogeneidad en la uniformidad al menos hasta 1920.
Generalmente las fuentes a las que hemos recurrido, a falta de otras oficiales - Reglamentos, Ordenes, Circulares, etc. -, suele ser la prensa de la época que no siempre es del todo fidedigna en sus informaciones lo que en ocasiones conduce a error.
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| Detalle de la datación de la fotografía |
Damos las gracias a José M. Azorín y a la familia Ibáñez Martínez por habernos enviado esta fotografía y permitirnos su publicación en el blog, así como por contribuir a dar luz al tema que nos ocupa.
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