La fotografía, perteneciente a la hemeroteca histórica del diario ABC, muestra a cuatro Guardias de Seguridad, provistos de arma larga, prestando servicio en las calles de Santander, próximas a la Estación del Ferrocarril, en agosto de 1917, con motivo de una huelga ferroviaria.
Los guardias que portan tercerolas, visten con un diseño muy particular del uniforme estival declarado reglamentario en verano de 1914, compuesto por guerrera y pantalón de lanilla gris; el cuello de la guerrera de igual color que el resto de la prenda, con hombreras de tela y tresillos a la granadera de color grana en la bocamanga y con casco forrado de tela de piqué blanco similar al de las gorras que venían usándose con el uniforme estival.
Guardias de Seguridad en Santander en 1917 |
En el caso de los Guardias que aparecen en la fotografía, además de utilizar todavía la gorra de plato de piqué blanco, siguen empleando la guerrera con los cuellos forrados de pañete grana similar al utilizado en la uniformidad estival reglamentada en 1911, incluso uno de ellos provista de bolsillos.
Es muy posible que por razón de economía se siguiese aprovechando la anterior guerrera de verano añadiéndole un pantalón de igual tela en sustitución del anterior de color tina con vivo rojo en las costuras exteriores.
Este hecho avala más la idea de que la uniformidad no era de uso común en todas las plantillas, registrándose variaciones importantes una veces por razones económicas y otras por no disponer de las nuevas prendas e incluso por la permisividad de los respectivos jefes.
Creemos que no fue hasta 1920, con la aparición de las Oficinas de Vestuario, cuando se unificó, con carácter general, toda la uniformidad para la totalidad de las plantillas.
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