jueves, 12 de junio de 2025

Recuerdo de un ilustre coruñés

Del boletín "Emblema" de junio, tomamos este artículo de nuestro amigo y compañero el Inspector Jefe (R) Eloy Ramos Martínez.

El viernes 27 de mayo de 1988, sobre las tres y cuarto de la tarde alguien pulsó el timbre del portal del domicilio de Claudio San Martín Pérez, que era el segundo piso del número 10 en la céntrica calle coruñesa de Sánchez Bregua. Al ser preguntados dijeron que traían un ramo de flores de Interflora para doña Carmen Corredoira Amenedo, la esposa de Claudio. Les fue franqueada la entrada.

Claudio San Martín

Al llegar los supuestos empleados de la floristería al piso, les abrió la puerta la propia Carmen Corredoira que inmediatamente se dio cuenta de que los que llegaban, un hombre y dos mujeres, portaban un ramo de flores y sendas pistolas cada uno.

Fue apartada de inmediato y el grupo penetró en la vivienda para encararse al instante con Claudio San Martín, quien al oír gritar a su esposa salió de su despacho a ver qué pasaba.

Al ser visto por los asaltantes recibió cuatro disparos que le ocasionaron la muerte instantánea ya que le alcanzaron en el pecho y la cabeza.

Los asesinos se dieron inmediatamente a la fuga y al llegar a la calle desaparecieron en el coche que habían dejado aparcado frente al domicilio de su víctima, dirigiéndose al centro de la ciudad.

Se dio la circunstancia de que cuando llegaron los asesinos al domicilio de Claudio San Martín, las tres hijas del matrimonio, Carmen, María Jesús y Mónica, que residían entonces en Madrid hablaban por teléfono con su madre. Recuerdan que esta les dijo “Esperad un momento que llaman y voy a abrir la puerta que me traen un ramo de flores”. Luego oyeron gritos y disparos y se cortó la comunicación.

Coincidió que aquel día estaba el matrimonio sólo en casa pues la mujer de servicio no entraba hasta las cuatro y media de la tarde y las hijas, como se dijo, estaban ausentes.

Por deseo de la viuda los trabajos del médico forense se realizaron en el domicilio, donde también quedó instalada la capilla ardiente.

Los asesinos fueron los miembros del GRAPO Laureano Ortega Ortega, María Jesús Romero Vega y Encarnación León Lara. El primero fue detenido en 1992 y condenado a 26 años de prisión por este asesinato. Salió en libertad en diciembre de 2013. Encarnación León Lara salió asimismo de prisión en noviembre de aquel año al igual que María Jesús Romero Vega. Los tres condenados a más de 70 años de prisión cada uno, fueron liberados a raíz de anular la Doctrina Parot el Tribunal de Estrasburgo.

El panteón de San Martín en el cementerio coruñés

Claudio San Martín había nacido en 1934; licenciado en Derecho era nieto del fundador de la pequeña empresa familiar, creada en 1899 y que se convertiría en una gran cadena de supermercados (Supermercados Claudio), de la que era director general. Era asimismo presidente de Superficies Comerciales de Galicia (Superco), vicepresidente de la Cámara de Comercio de A Coruña y había sido presidente de Caixa Galicia.

Además era uno de los impulsores del polígono coruñés de Pocomaco y del Centro Comercial de Cuatro Caminos en la capital gallega. Era un magnífico empresario muy querido por sus empleados. El Ayuntamiento de la ciudad herculina le dedicó una calle en la zona de Os Castros, justo donde se ubican unos edificios construidos por él y que se conocen por Las casas de Claudio.

El día 28 se celebró el funeral en la iglesia de los PP. Salesianos, cuyo colegio dirigía Antonio, hermano de Claudio. Ofició el Arzobispo de Santiago Antonio María Rouco Varela y asistieron entre otras personalidades los presidente y vicepresidente de la Xunta González Laxe y José Luis Barreiro; delegado del Gobierno Domingo García Sabell; presidente de la Diputación de A Coruña José Manuel Romay Beccaria; alcalde de la ciudad Francisco Vázquez Vázquez; presidente y director de Caixa Galicia Luis Amor y José Luis Méndez; condesa de Fenosa Carmela Arias y Díaz de Rábago, etc.

El entierro, con asistencia de los citados y centenares de personas, tuvo lugar en el cementerio de San Amaro en la capital herculina. Y a petición de la familia se desconvocó una concentración prevista para el día siguiente convocada por la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de A Coruña.

El día 30 de mayo se celebró un multitudinario funeral en el Palacio de Deportes coruñés. Autoridades, trabajadores e industriales coruñeses se reunieron en el recinto deportivo para dar su último adiós a Claudio San Martín.

El GRAPO (en pura imitación a su admirada ETA) le había exigido que les pagara el Impuesto Revolucionario, a lo que, naturalmente, se había negado. Gozó de escolta policial temporalmente hasta que se consideró que la banda estaba desarticulada, coincidiendo en el tiempo con su cese como presidente de Caixa Galicia.

Hay que recordar que los tres asesinos no fueron al domicilio de San Martín con ánimo de secuestrarlo, sino directamente a asesinarlo. Fue la sexta víctima del terrorismo en España en 1988.

En aquella misma fecha otro grupo terrorista, éste gallego, el llamado Exército Guerrilleiro do Povo Galego Ceibe, voló con explosivos la vivienda de Manuel Fraga Iribarne en la localidad coruñesa de Perbes.

Eloy Ramos Martínez.

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